Productosconsellode calidad, un seguro contra la triquinosis
Canals y otras localidades del sur provincial fueron noticia este año por un fuerte brote de triquinosis. Hubo cerca de 500 infectados, se decomisaron 500 kilos de carne de cerdo y embutidos, se enviaron a faena sanitaria 129 cerdos y se le impuso una multa de 100 mil pesos al productor y carnicero acusado de haber provocado este brote. En Córdoba capital, hubo en octubre otros 10 registros.
En la mayoría de los casos, esta enfermedad ocurre porque se utilizan como materia prima animales alimentados en condiciones insalubres. Por eso, adquirir productos que tengan una marca o certificación es una buena alternativa para protegerse de situaciones peligrosas para la salud.
“Para poder mantener el buen nombre, calidad y prestigio de la marca, los chacinadores están obligados a adherir al protocolo de elaboración de los chacinados y a someterse a auditorías. Entre otras cosas, lo que se garantiza con estos procedimientos es la trazabilidad del producto: en qué establecimiento se produjo el cerdo y dónde se faenó”, indicó Víctor Capuchino, integrante de la cadena porcina de Oncativo.
La certificación de Identificación Geográfica (IG) de Colonia Caroya significa algo similar: implica que el producto sigue una receta típica y estándares de calidad acordados. Por ejemplo: un tiempo de maduración en sótano de 21 días, contra siete o 10 días de un salame “común”; y una selección de la materia prima mucho más rigurosa.
Por eso, producir un kilo de salame con IG tiene un costo de entre 330 y 340 pesos el kilo, que en góndola se convierte en un precio final de entre 480 y 500 el kilo. En cambio, la producción de un salame industrial cuesta entre 240 y 260 pesos, que en el mostrador termina costando alrededor de 380.
“Estamos en un proceso de relanzamiento con el que queremos que nuevos productores se sumen al grupo que elabora el salame IG; que cada vez sea mayor la oferta de salames con características de tipicidad idénticas a la que utilizaban nuestros abuelos”, mencionó Martín Piazzoni, director de Desarrollo Productivo.