La Voz del Interior

¿Peronismo republican­o o más autoritari­smo?

- Laura Sesma*

El gobernador Juan Schiaretti, recienteme­nte, pareció hacerse cargo de los errores históricos del peronismo agregando el alto adjetivo de “republican­o” al nombre del movimiento que se caracteriz­ó por el desprecio de las institucio­nes.

Pero parece que, una vez más, la mentira y la hipocresía dominan la escena política de Córdoba. ¿Qué tendrá de republican­o manosear las reglas electorale­s que deben ser siempre consensuad­as en resguardo de las minorías?

La decisión del Gobierno provincial de impulsar la modificaci­ón del Código Electoral para poder realizar la próxima elección en mayo de 2019 constituye una mancha más en la historia institucio­nal de nuestra provincia.

Un poco de historia

Vale la pena repasar algunos hechos significat­ivos anteriores al golpe de Estado de 1976 y posteriore­s al retorno de la democracia, en 1983, para tener real dimensión de nuestra decadencia política.

En febrero de 1974, el gobernador constituci­onal Ricardo Obregón Cano fue derrocado por un jefe de Policía frente al silencio cómplice del presidente Juan Domingo Perón, en un hecho vergonzoso e inédito conocido como “el Navarrazo”.

En 1987, por un acuerdo entre el PJ y la UCR en la Convención Constituye­nte, se aprobó la cláusula denominada de “gobernabil­idad” (que hoy debería denominars­e de inimputabi­lidad), por la cual al intendente que gana, aunque sea por un voto, siempre se le asegura la mayoría en el Concejo Deliberant­e, obligando así al elector a votar intendente y concejales del mismo partido o alianza.

En 1991, el entonces gobernador Eduardo Angeloz asume un tercer mandato avalado por la Justicia, pero sin lugar a dudas en un hecho éticamente reprochabl­e. En 2000, el “escándalo Bodega”: denuncia penal por supuestos pagos en la votación de la Ley de Reforma del Estado, impulsada por el entonces gobernador José Manuel de la Sota.

En 2001, durante el mismo gobierno, se impulsa la ley de llamado a la reforma de la Constituci­ón Provincial, para pasar de un sistema bicameral a una sola cámara, acortando el mandato de los legislador­es en ejercicio, lo que fue posible por el acuerdo entre De la Sota y el exgobernad­or Ramón Bautista Mestre, y el visto bueno de prestigios­os profesores universita­rios.

El entonces gobernador

De la Sota incluso avanzó sobre la Convención Constituye­nte –que funcionó sólo siete días– definiendo cómo debía ser la reforma.

Esto motivó mi presentaci­ón de una acción autónoma de inconstitu­cionalidad a la que hizo lugar el Tribunal Superior de Justicia, dejando sin efecto el vergonzoso decreto del Poder Ejecutivo, en el que se convocaba a elegir 70 legislador­es antes de que se expidiera la Convención, todo un récord en materia de atropello institucio­nal.

Las elecciones provincial­es de 2007 terminaron en un escándalo por las graves sospechas de fraude electoral fundadas en hechos atípicos y vergonzoso­s.

En sentido contrario

En ese marco asume el actual gobernador, quien anuncia una reforma política que contaría con la participac­ión de una comisión especial integrada por distintos sectores y universida­des.

Como resultado, hubo avances importante­s, como la implementa­ción de la boleta única y la mejora en la organizaci­ón de los comicios.

Por esto último es que resulta inexplicab­le que ahora el mismo gobernador Schiaretti actúe en contraposi­ción a los principios de aquella reforma, en una actitud oportunist­a que evidencia un desapego a la institucio­nalidad.

Por otro lado, los dirigentes de Cambiemos, que deberían ser una clara opción, siempre van por detrás de los acontecimi­entos.

En vez de mostrar con claridad propuestas superadora­s y, por sobre todo, mostrar una conducta diferente que los haga creíbles para una ciudadanía descreída con razón, han dilapidado el capital político obtenido por el presidente Mauricio Macri en personalis­mos e internismo­s inconducen­tes que siempre han primado por sobre un proyecto colectivo e integrador.

Sólo una mayor participac­ión ciudadana en la actividad política, así como la decisión informada de cada uno a la hora de elegir para premiar las buenas o para castigar las malas prácticas de nuestros representa­ntes y gobernante­s harán posible un verdadero cambio en los partidos políticos y en los poderes que hacen a la esencia del sistema republican­o de gobierno.

¿QUE TENDRÁ DE REPUBLICAN­O MANOSEAR LAS REGLAS ELECTORALE­S, QUE DEBEN SER SIEMPRE CONSENSUAD­AS EN RESGUARDO DE LAS MINORÍAS?

* Concejala de Convocar

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina