La Voz del Interior

En la onda Palacios-Moreno

Los delanteros de la “T” marcaron el camino de un triunfo importante en la vuelta del Albiazul al plano internacio­nal. Ellos supieron abrir un partido duro.

- Hugo García hgarcia@lavozdelin­terior.com.ar

Talleres y São Pablo era un partido con muchas formalidad­es. Demasiadas, claramente. El suspenso que ambos entrenador­es, Juan Pablo Vojvoda y André Jardine, le habían puesto en la previa al esconder los equipos se había trasladado durante al juego. Nadie se animaba a romper el libreto. El temor al error limitaba a muchos, salvo honrosas excepcione­s. El partido se parecía a un formulario que iba a quedar abierto para ser llenado el próximo miércoles en el Morumbí.

La sociedad entre Sebastián Palacios y Dayro Moreno, y el talento de Hudson parecían de otro partido. Como que no encajaban ante tanta formalidad. Ellos soñaban con que alguien creyera que podría ser posible otro final y en otras escenas más atractivas y determinan­tes. Propias de un espectácul­o que era seguido por 48 mil espectador­es.

En el equipo albiazul, el tucumano y el colombiano seguían pasando lista. “¿Nos ayudan?”, parecían decir cuando empezaban a tocar, mientras los brasileños empezaban a transpirab­an, porque con esos delanteros Talleres quedaba a un pase de anotar. Pero nadie aparecía. Ramírez estaba libre, pero seguía lejos; Pochettino no se animaba a ser primera opción y Cubas, estaba más preocupado por la recuperaci­ón.

Para el equipo de Jardine, solamente Hudson era el que jugaba. El “25” también miraba a sus compañeros a ver si alguno se sumaba. Ya había tenido dos cruces con Herrera y el arquero albiazul le había ganado siempre. ¿Hernanes? ¿Everton? ¿Nené? Todos inactivos. São Paulo se había quedado en el talento de Hudson, hasta que al final terminó expulsado.

Ramírez y Pochettino

El partido se iba consumiend­o al son del 0-0 y de esos locos que creían que todo podía cambiar. Y eran más los de Talleres. De repente, apareció en escena Cubas, tocó con Palacios y cuando la pelota fue para Ramírez, la vida le cambió a Talleres. En el área siempre hay tiempo para todo. Rodeado de rivales la colgó de un ángulo.

La frecuencia del juego y del gol había estado ahí. Había que entrar. Era apta para esos locos que creían que el partido podría tener una diferencia clara. En esa onda, hay lugar para todos. Los siguientes en entrar fueron Pochettino y Arias. Toque del uruguayo, remate seco del ex Defensa y Justicia.

La diferencia se hizo rápido. Costó, pero era cuestión de entrar. Palacios y Dayro se rieron al final. Era el camino, y Talleres festejó. Hudson se fue nervioso y expulsado ante tanta impotencia. A él nadie lo entendió. Por eso, el triunfo albiazul podría explicarse tranquilam­ente.

 ?? (JAVIER FERREYRA) ?? Una dupla importante. El colombiano Dayro Moreno le aporta jerarquía al ataque albiazul. “El Tucu” Palacios no se queda atrás.
(JAVIER FERREYRA) Una dupla importante. El colombiano Dayro Moreno le aporta jerarquía al ataque albiazul. “El Tucu” Palacios no se queda atrás.

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