La Voz del Interior

Como el último de su vida

Así vivió Pablo Guiñazú el encuentro frente a São Paulo, en el que fue clave y eje en un segundo tiempo memorable.

- Ana Dalmasso adalmasso@lavozdelin­terior.com.ar

Ya en la entrada en calor, Pablo Guiñazú fue el más ovacionado cuando lo nombraron por altoparlan­tes. Encabezó la fila, como capitán, por primera vez de manera oficial en el año. Se merecía ser quien lleve la cinta en la vuelta de Talleres al plano internacio­nal.

Concentrad­o, silencioso, como en su mundo, fue el primero en llegar a la foto y se fue soltando de a poco hasta pegar un par de gritos y dar aliento a sus compañeros.

En el juego, también los primeros aplausos fueron para él. Ganó confianza con pases cortos, haciendo jugar a su equipo desde atrás. También se llevó la ovación cuando fue al piso a recuperar una pelota. En los primeros minutos se lo notó enchufado, metido y sabiendo lo que había que hacer para que Talleres se impusiera.

“El Cholo” marcó casi personalme­nte al árbitro Wilmar Roldán. En cada falta se acercaba, le hablaba y protestaba cuando había que hacerlo, sin gestos ampulosos.

Cuando promediaba la primera etapa, São Paulo le impuso gran verticalid­ad y ritmo al partido, y la pelota casi no pasó por el mediocampo albiazul. Y lo sufrió “el Cholo”, quien tuvo su oportunida­d a los 30 minutos, a la salida de un tiro libre, que salió muy cerca del travesaño de Volpi.

La visita le puso a Teixeira para que le hiciera una personal en la mitad del campo mientras la “T” tenía la pelota y eso lo sintieron el equipo y él, que perdió soltura.

Cuando Roldán marcó el final de la etapa, fue el primero en marcarle fallos con los que no estaba de acuerdo. Se lo notaba disconform­e. Se tomó unos segundos para pensar y luego habló con sus compañeros. Se fue sabiendo que el equipo tenía más para dar.

Al complement­o salió renovado, con las mismas ganas y hablando más que nunca. Los quería a todos ordenados, sin regalar nada. Él tampoco lo hizo. Y llegó el desahogo a los 13 minutos. Ese premio que estaban buscando para sacarse los nervios y empezar a confiar. No se unió al abrazo de sus compañeros, pero lo gritó con el alma.

Otra vez fue al piso y allí levantó a todo el estadio, que le reconoció el esfuerzo. Llegó el tanto de Pochettino y esta vez no lo festejó. Fue a abrazarse con Bersano y luego volvió despacio, hablándose a sí mismo. El final lo encontró exhausto, buscando aire. No hizo ningún gesto ante el pitazo de Roldán, pero a los pocos segundos lo buscó a Herrera y se fundieron en un abrazo de capitanes.

 ?? (FACUNDO LUQUE) ?? Capitán. “El Cholo” se ganó la ovación desde que pisó el césped, liderando la salida del equipo. Y lo reafirmó con su juego.
(FACUNDO LUQUE) Capitán. “El Cholo” se ganó la ovación desde que pisó el césped, liderando la salida del equipo. Y lo reafirmó con su juego.

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