Trump, el verdugo
Nicolás Maduro le achaca al “imperialismo yanqui” toda la responsabilidad por la profunda e interminable crisis de su país, bajo el argumento de que esa situación es consecuencia del bloqueo dispuesto por Estados Unidos. Las medidas ejecutadas en los últimos años por Washington sobre aspectos puntuales de la economía venezolana, sin embargo, están lejos de equipararse al bloqueo comercial que el Gobierno norteamericano lleva a la práctica contra Cuba desde 1962.
Hubo cuatro presidentes norteamericanos durante el largo ciclo chavista: Bill Clinton, George Bush, Barack Obama y Donald Trump. De todos ellos, el verdadero verdugo del régimen venezolano es el magnate que actualmente toma decisiones desde la Casa Blanca.
Durante la presidencia de Obama, Estados Unidos comenzó la aplicación de bloqueos sobre los bienes y activos de los principales jerarcas del chavismo dentro del territorio norteamericano (incluido el propio Maduro). Aliados de Washington como Canadá, Reino Unido y la Unión Europea adhirieron a la medida y complicaron la circulación de fondos pertenecientes a funcionarios venezolanos en el sistema financiero mundial. Hasta ese momento, las medidas tenían más bien un diseño quirúrgico.
Con la llegada de Donald Trump al poder, arrancaron las sanciones de más amplio espectro: en agosto de 2017, el presidente norteamericano firmó un decreto que prohíbe a los bancos de su país las transacciones con bonos de deuda del Gobierno de Venezuela y la compañía Pdvsa. Las ya exhaustas finanzas del chavismo quedaron así con menos margen para cumplir con los compromisos externos y sostener la deteriorada economía del país.
Según distintas fuentes consultadas, el régimen chavista acumula un fuerte atraso en el pago a sus acreedores, con una deuda pública que a fines de 2018 rondaba los 175 mil millones de dólares. Mientras tanto, la población soportó una hiperinflación extravagante de un millón por ciento anual y padece una tortuosa escasez de alimentos y medicinas.
En noviembre del año pasado, Trump aumentó la presión sobre Maduro, al prohibir la importación de oro venezolano a empresas y ciudadanos estadounidenses. Para la actual administración norteamericana, comprar metal a Venezuela es apoyar el “saqueo de la riqueza” de ese país en beneficio de los “intereses corruptos” del régimen. Los asiáticos tienen intereses en Venezuela. La Embajada argentina en Haití estuvo ayer cerrada provisoriamente y custodiada por Gendarmería para preservar a las 14 personas que se desempeñan allí de potenciales hechos de violencia, enmarcados en las protestas callejeras que se profundizaron en las últimas horas en reclamo de la renuncia del presidente Jovenel Moise. El agregado administrativo Sergio Pérez Godoy informó que el embajador argentino en Haití, Pedro von Eyken, tomó la decisión del cierre provisorio para garantizar la seguridad de los funcionarios diplomáticos y de los 11 trabajadores locales que prestan servicios allí.