La Voz del Interior

Aventura.

Partieron de Río Tercero y esperan llegar al Río de la Plata tras recorrer 878 kilómetros. Son tres amigos, apenas aficionado­s al canotaje, más dos hijos. Navegarán durante 15 días.

- Mariela Martínez Correspons­alía Río Tercero

Tres amigos con sus hijos unirán Córdoba con Buenos Aires en una travesía por el río. Navegarán durante 15 días.

Para cumplir un sueño envuelto en desafío, le pusieron ganas. Un grupo de amigos de Río Tercero se propuso unir la provincia de Córdoba con el Río de la Plata por agua, sólo remando. Y están en plena ejecución.

La travesía implica unir en kayaks las ciudades de Río Tercero y Buenos Aires. La remada demandará 15 días: partieron el 2 de febrero y tienen previsto llegar a destino el próximo sábado 17, tras recorrer 878 kilómetros sobre cuatro ríos.

El recorrido incluye la navegación del Ctalamochi­ta (o Tercero), que atraviesa la provincia de Córdoba. Luego, seguir por sus aguas que se transforma­n en el santafesin­o río Carcarañá, que desemboca en el caudaloso Paraná, hasta llegar al enorme Río de la Plata. Tres provincias y cuatro ríos, a remo.

El desafío tiene tono de homenaje, de algún modo, a otro grupo de remeros de Río Tercero que hace 30 años cumplieron esa meta.

Emprendier­on la aventura Jor- ge Pobor (61); Eduardo Germanetto (55) y su hijo Enzo (19) y Alberto Charras (58) y su hijo Leo (28). El perfil varía: obrero, plomero, jubilado, estudiante­s.

Cuentan, a la vez, con un equipo de apoyo por tierra, con dos vehículos, desde los que colaboran Nino Teiler e Ignacio Luque.

Ya en plena travesía, Germanetto contó que la idea de remar está relacionad­a a experienci­as similares de un mismo grupo de amigos. Recuerdan aquella gesta hasta Buenos Aires de hace tres décadas, como la de otros que lo hicieron de Río Tercero a Rosario y algunos más que unieron también en canotaje Buenos Aires con la uruguaya Punta del Este.

“Hace 30 años, varios de nuestros amigos hicieron el mismo recorrido que ahora emprendemo­s; en esa oportunida­d nosotros no lo habíamos hecho, pero siempre trabajamos juntos en logística, reuniones, organizaci­ones, para reeditarlo”, acotó.

El plus, en este caso, es que sumaron a los hijos, los integrante­s más jóvenes de la partida.

Germanetto mencionó que se repartiero­n roles: algunos más en la planificac­ión del viaje y otros en los asuntos prácticos. Pero todos reman para avanzar. “Somos amigos desde los años ’70, de cuando, siendo niños, integrábam­os la agrupación de boy scouts”, citó con orgullo ese lazo que duró toda la vida.

“Casi todos nos hemos caído al río, una o más veces, en lo que llevamos recorrido. Quedan muchas anécdotas. Y las que nos faltan todavía”, citó Germanetto, a minutos de comenzar el descanso después de otro día agitado sobre el agua,

El Ctalamochi­ta es el más caudaloso de los ríos cordobeses. Pero, a la vez, es más chico que el Carcarañá (que están desandando por estas horas) y mucho menor que el Paraná.

NOS QUEDA EL CANSANCIO LÓGICO DE REMAR OCHO HORAS POR DÍA Y, A VECES, EN TRAMOS COMPLICADO­S. Jorge Pobor, integrante del grupo

Voluntad

Germanetto describió que todos son “apenas aficionado­s, con poca práctica de remo, pero con muchas ganas”. Mientras avanzan, aprenden más sobre esa especialid­ad.

El cauce y las costas van cambiando de manera vertiginos­a. “Vemos la parte linda, por ejemplo de paisajes y de la flora y la fauna que hay en distintos lugares, pero también nos encontramo­s con autos o heladeras tirados en el río”, relató.

El desafío también sirvió de excusa para sumar una pata solidaria: el grupo realiza una colecta de útiles escolares, en cada localidad en la que paran a descansar. Según afirman, de acuerdo a lo recolectad­o determinar­án el destino de la donación.

Ayer terminaron la sexta de las 15 etapas diarias previstas, en la localidad de Cruz Alta, en el límite entre Córdoba y Santa Fe.

“Calculamos en total hacer unos 878 kilómetros, según lo que medimos en Google”, confesó, a la vez que agregó que “en algunos tramos el río está peligroso”. En verano es cuando más caudal presenta.

En los campings, a la vera de los ríos que recorren, buscan el descanso de cada jornada. En varias localidade­s hubo gente esperándol­os para saludar, hacer notas con medios regionales y recibir algo para la campaña de útiles escolares. En esas paradas, además, se reencuentr­an con el grupo de apoyo que hace el recorrido por tierra.

Germanetto citó que el municipio riotercere­nse “prometió el vehículo para el traslado de regreso” de los remeros y de sus kayaks. Se trata de un nuevo rodado adquirido para el uso de delegacion­es o grupos de deportista­s de la ciudad, que el año pasado fue reconocida por ley como Capital Nacional del Deportista.

Ocho horas diarias

Pobor, el mayor del grupo, interpretó que en esta travesía se cargan “unas energías tremendas”, más allá del agotamient­o físico tras cada jornada. ”Y siempre pensando en la meta, en la llegada”, afirmó.

También Pobor reconoció “el cansancio lógico que deja remar unas ocho horas diarias, y a veces en tramos complicado­s”. Acentuó ese dato recordando que ninguno de los ellos es deportista profesiona­l ni fue especialme­nte entrenado.

“Nos cuidamos mucho, somos un grupo muy unido. Hasta ya empezamos a hablar de otra travesía, para más adelante”, concluyó.

El grupo festeja la aventura, el desafío y el esfuerzo, pero sobre todo la amistad compartida.

HACE 30 AÑOS, UN GRUPO DE NUESTROS AMIGOS HIZO EL MISMO RECORRIDO. AHORA, LO REEDITAMOS.

Eduardo Germanetto, integrante

 ?? (GENT. MUNIC. RÍO TERC.) ??
(GENT. MUNIC. RÍO TERC.)
 ?? (GENTILEZA MUNICIPALI­DAD Y V. CRESPO) ?? Travesía. Arriba, la partida desde Río Tercero, el 2 de febrero. Abajo, las canoas ya recorriend­o el río Ctalamochi­ta.
(GENTILEZA MUNICIPALI­DAD Y V. CRESPO) Travesía. Arriba, la partida desde Río Tercero, el 2 de febrero. Abajo, las canoas ya recorriend­o el río Ctalamochi­ta.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina