Luchadora.
La niña tiene leucemia y, como no puede tener contactos directos con otros niños, sus padres le crearon un mundo de juegos y espectáculos infantiles en casa. Conmovió a Gabriela Cavallone, de Vasalisa, que creó una muñeca como Liz.
Liz pelea contra la leucemia y su batalla emociona. Una firma creó una muñeca con su nombre.
La historia de Liz se asemeja a una escena continua de gestos, de abrazos a través del vidrio de la ventana del living, un mensaje de esperanza en medio de la tristeza y la ansiedad que pueden provocar en cualquier padre un diagnóstico de leucemia en un hijo.
Liz tiene 2 años y 4 meses y desde marzo de 2018, en que le detectaron la enfermedad, no ha hecho más que demostrar una fuerza desbordante de vida, algo que se traslada a sus padres, Sol Castro y Lucas Flores.
Ambos aprendieron a llevar días llenos de interrogantes transformándolos en un mundo de juegos, de espectáculos infantiles exclusivos para que la niña contemple a través del vidrio de la ventana de su casa de Villa Carlos Paz, ya que – por ahora– no puede tener contacto directo con otros chicos o adultos por razones médicas y de prevención.
El jueves, Sol, la mamá de Liz, que es comunicadora social, recibió una llamada telefónica que le cambió el día.
Gabriela Cavallone, dueña de la empresa de juguetes Vasalisa, le contó que había ideado y confeccionado una muñeca inspirada en la niña, con barbijo y pelo cortito al ras, para concientizar sobre la lucha contra el cáncer infantil. Y le pidió autorización para que esa muñeca lleve como nombre el de su hija.
El encuentro de Liz con el prototipo de su muñeca “Liz”, que se produjo este mismo jueves, se convirtió en algo que ninguna de las personas que lo vivieron podrá olvidar. “Mirá, má”, exclamó la niña, y tanto la madre como la empresaria del juguete no pudieron contener las lágrimas.
Sol cuenta en primera persona cómo fue la llegada de su hija al mundo después de mucha espera. “Estuvimos esperando a Liz durante ocho años. Hicimos todo tipo de análisis para ver por qué no podía quedar embarazada”, dice y añade: “Después de abandonar el tratamiento que habíamos arrancado, cuando nos olvidamos de eso, apareció la gran noticia de que había quedado embarazada”, relata.
Y sigue: “La enfermedad de Liz se detectó cuando tenía 1 año y tres meses. Fue una noticia muy triste para nosotros, algo desesperante, difícil y que no sabíamos cómo abordar”.
La contención de una familia, que tiene en su círculo íntimo a dos médicos pediatras, fue un aliento fuerte para seguir adelante. “Armamos una tribu amorosa y fue posible hacerle frente a esta enfermedad a la que vamos venciendo de a poco en este proceso”, dice Sol.
“Cada vez falta menos y esperamos la etapa en que Liz pueda volver a socializar una vez que le saquen el catéter, que es un dispositivo que se les coloca a los niños con cáncer para suministrar la quimioterapia por allí y para la extracción de sangre”.
Una muñeca de conciencia Gabriela Cavallone creó la firma Vasalisa hace algunos años luego de la confección de la primera muñeca.
Pasó el tiempo y una de las mejores amigas de la mujer tuvo a Emilia, una niña con síndrome de Down. “Entonces –dice– , nos dimos cuenta de que era necesaria una muñeca con síndrome de Down”.
Gabriela cuenta que llegó a Liz luego de pensar mucho en un personaje hecho muñeco que represente a los niños con problemas oncológicos.
“Conocía por las redes sociales la historia de Liz. Este jueves la llamé a la mamá y le dije que tenía la muñeca, tenía la primera parte y por eso quería que nos conociéramos y saber qué le pasa a Liz con la muñeca”, expresa.
Cavallone asegura que Vasalisa intenta traer en forma de muñecos u objetos temas que “por falta de información generan prejuicio”.
“El sentido humano de la existencia es lo que se busca en el fondo”, asegura y añade: “Vasalisa está alineado a un movimiento mundial que se llama ‘Un juguete como yo’, que nos pide a los jugueteros que fabriquemos juguetes con discapacidad”.
Sol asegura que no dudó en decir que sí. “Le dije que sí porque no es sólo una acción que puede llevar alertar a otros padres sobre la importancia de prevenir esta enfermedad”, piensa y detalla: “Es una manera de saber y ver qué les pasa a los niños cuando están pelados, de explicarles por qué dejan de ir a la escuela cuando tienen leucemia u otro tipo de cáncer infantil. Tam-
ES UNA FORMA DE VER QUÉ LES PASA A LOS NIÑOS CUANDO ESTÁN PELADOS, CUANDO TIENEN LEUCEMIA.
Sol Castro, mamá de Liz
bién permite que los chicos se vean reflejados en esos muñecos que son como ellos, que llevan barbijos, que están peladitos, y otro tipo de características”.
Una casa con juegos y arte
Es común ver en la casa de Liz a su papá, Lucas, con una peluca y algún disfraz. Lo mismo sucede con la mamá, que por su cercanía con artistas al relacionarse como periodista cultural, de vez en cuando le trae a la casa alguna sorpresa.
“A lo largo de la enfermedad de Liz, fueron muchas las personas que demostraron su afecto y su amor hacia la familia y hacia su figura”, dice Sol Castro y afirma que fueron muchos los artistas que trajeron sus espectáculos para que la niña los mire a través del vidrio. “Cecilia Raspo le hizo una serenata a través del vidrio; Nati Martínez le envió un libro contado ya que es actriz y cuenta cuentos”, relata (y agradece) Sol.
VASALISA ES PARTE DEL MOVIMIENTO ‘UN JUGUETE COMO YO’, DE JUGUETES CON DISCAPACIDAD.
Gabriela Cavallone, juguetera