Otras voces y miradas, en el centro de la escena
Ayer, en La Piojera, comenzó la nueva edición de las 100 Horas de Teatro. Marlene Wayar y Susy Shock abrieron el ciclo con una conferencia performática.
Ayer a la tarde se dio señal de largada a la nueva edición del ciclo 100 Horas de Teatro, que organiza la Municipalidad de Córdoba, este año en coproducción con la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba.
“Lo escénico y la perspectiva de género” es el eje de esta edición, con curaduría de la dramaturga y directora María Palacios.
En la renovada sala de La Piojera, la apertura estuvo a cargo de Susy Shock y de Marlene Wayar, que luego dieron paso a una función de la obra La niña que fue
Cyrano, de Guillermo Baldo. Susy Shock es cantora, poeta, escritora, activista, actriz, pensadora, aunque ella se define como “artista, trans, trava y sudaca”. Wayar, por su parte, es una reconocida activista trans de origen cordobés y radicada en Buenos Aires, que, entre otras cosas, dirige El
Teje, el primer periódico travesti de Latinoamérica.
Ambas brindaron una conferencia performática. Comenzaron la presentación con la lectura de un mismo poema, que en la voz de cada una adquirió acentos, cadencias y sentidos distintos. Manifiesto y también oda, el poema, de una belleza potente, reivindicaba “el derecho a ser un monstruo y que otros sean lo normal / un monstruo del deseo”.
Marlene, con conmovedora lucidez y potencia, tomó la posta historicista y analítica de la conferencia, enumerando las múltiples violencias a las que está expuesta
cada integrante de la comunidad travesti desde la infancia.
Así, como lo indicó María Palacios al inicio, la conferencia avanzó sobre las relaciones entre perspectiva de género, crianzas y escena teatral, sin buscar certezas, sino despertando preguntas.
El contrapunto de Wayar en escena estuvo en manos de Susy Shock, que además de leer poesías interpretó coplas, con las que dejó versos tan picantes como “La Pachamama es trava y el diablo es un señor”.
Intervención, performance, charla y conferencia, la apertura de ambas artistas fue, sobre todo, una expresión de aprendizaje, de cercanía y de sensibilidad.