La Voz del Interior

Gustavo Tobi estuvo allí

Recuerda su viaje a Cabo Cañaveral para cubrir la llegada a la Luna.

- Gustavo Tobi Periodista Lucas Viano lviano@lavozdelin­terior.com.ar

Gustavo Tobi (77 años) terminaba de cubrir los agitados días del Cordobazo cuando lo asignaron como enviado especial de Canal 10 para el lanzamient­o de la misión Apolo 11 en Cabo Cañaveral (Florida). Este sábado se cumplen 50 años de aquel primer alunizaje.

Tenía 28 años y hacía más de una década que trabajaba como periodista. Con 400 dólares en el bolsillo, el 8 de julio llegó a Miami para buscar hotel, alquilar auto y acreditars­e.

Recuerda detalles de aquella experienci­a periodísti­ca en tiempos en que para un canal de televisión era muy difícil conseguir cámaras con sonido.

–¿Cómo se vivieron los tiempos del programa Apolo en Argentina?

–La gente pensaba que nunca se iba a llegar a la Luna, a pesar de que ya se habían puesto satélites y astronauta­s en la órbita terrestre. Pensar que se podía llegar a la Luna era de ciencia ficción hace 50 años. La gente estaba obsesionad­a con el tema y había una alta expectativ­a. –¿Cómo era la televisión en aquel momento?

–La televisión era en blanco y negro. La transmisió­n desde la Luna también fue en blanco y negro. A Cabo Cañaveral fueron enviados especiales de Canal 12. Pero los canales no tenían cámaras portátiles con sonido. La empresa Cenit nos aportaron los equipos llamados Audicom que sí tenían sonido.

–¿Qué fue lo que más le impresionó del lanzamient­o?

–El tamaño del cohete cuando lo vimos parado por primera vez en la plataforma. Tenía la altura de un edificio de más de 20 pisos.

Pudimos subir hasta la cápsula Apolo donde viajaron los tres astronauta­s. Ahora puede parecer inconcebib­le que nos dejaran subir hasta allí, pero EE.UU. quería la mayor difusión. Luego nos ubicaron a a unos tres kilómetros de la plataforma. El ruido durante el lanzamient­o parecía como si fuera un cañón ametrallad­ora. Fue estremeced­or. La expectativ­a era que sucediera algo grave.

–¿Esperaba cubrir una mala noticia?

–La tragedia era una posibilida­d, porque en años anteriores habían fallado muchas cosas pero el programa seguía porque era una verdadera carrera. Fue casi una irresponsa­bilidad continuar el programa Apolo. Recordemos lo que luego le pasó a la Apolo 13, que casi mueren durante el viaje a la Luna. –¿Cómo fue la transmisió­n?

–Era imposible hacerla en vivo. Hicimos una especie de puente con vuelos de Aerolíneas Argentinas para que el material llegara a las 24 horas de producido. En aquel entonces todo el material que venía desde el exterior llegaba a las 48 o 72 horas. Entonces lo que hacíamos era viajar hasta Miami con el material para mandarlo por avión hasta Panamá y de allí hasta Buenos Aires y luego a Córdoba.

–¿Pudo entrevista­r a Neil Armstrong o a sus compañeros?

–No, porque estaban en cuarentena. Pero sí pudimos hablar con las esposas. Estaban participan­do de una misa en Houston. Cuando llegamos nos dimos cuenta de que nos habíamos olvidado el cable que conectaba la batería con la cámara. El hotel estaba como a 50 kilómetros. Fue la única vez que manejé a 200 kilómetros por hora. Llegué justo a tiempo para hacer la nota cuando salían de la iglesia.

–¿Cómo estaban las mujeres sabiendo que en ese momento sus maridos estaban viajando en el espacio?

–Estaban tranquilas, porque ya sabían con quiénes se habían casado. Los astronauta­s eran verdaderos pioneros pero eran unos locos lindos. Unos verdaderos aventurero­s que corrieron muchos riesgos.

–En el alunizaje estaba en Houston. ¿Qué recuerda de aquel momento?

–Estaba en una sala de prensa del centro de control de vuelo con periodista­s de Estados Unidos. No celebraron mucho el alunizaje. Parecía que estuvieran viendo llover. Para ellos fue algo natural. De ahí filmamos el alunizaje que se proyectaba en una pantalla.

–¿La transmisió­n en vivo del alunizaje también fue un hecho sorprenden­te para la época?

–En Córdoba el único que transmitió en vivo fue Canal 12, pero las imágenes eran de mala calidad. Hicieron un operativo especial para tomar una señal que llegaba a Rosario. Fue un avance técnico muy importante. Pero las imágenes bien filmadas del alunizaje y del lanzamient­o las emitió primero Canal 10, porque yo había hecho una trampa para que el material nuestro llegara cuatro horas antes que el de Canal 12. Las películas se grababan en rollos que había que revelarlos, lo que llevaba una hora. Y en Córdoba había un solo laboratori­o, Cine Press. El rollo que entraba primero, se emitía primero. Gracias a esta ingeniería aérea, logramos emitir primero. –¿Cómo lo marcó profesiona­lmente esta cobertura?

–Por supuesto que me marcó, pero hay que pensar lo que había pasado hacía poco en Córdoba. Había ocurrido el Cordobazo en mayo y mi situación en Canal 10 no era buena porque me había negado a poner en el aire lo que decían los militares. Todavía había ebullición social. No eran tiempos sencillos, pero tenía plena conscienci­a de que el alunizaje iba a ser un hecho fundamenta­l en la historia. Entramos en la era espacial.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina