La Voz del Interior

La grieta tampoco habla del gasto público

- Mariano Bergero Editor adjunto de Política

¿ Qué serie de políticas públicas debería impulsar el Estado para modificar la ecuación que marca un crecimient­o sostenido de la cantidad de planes sociales y del empleo público en los últimos 20 años?

Esta pregunta –y muchas otras centrales para la organizaci­ón del país– deberían ser parte del debate de la campaña electoral. Sin embargo, casi nadie habla del asunto. La grieta con la que se sienten a gusto el macrismo y el kirchneris­mo no ocupa tiempo en discutir sobre estas temáticas.

Mientras tanto, como abordamos en nuestro Primer plano de hoy, desde 2001 hasta la actualidad, aumentó 221 por ciento la cantidad de personas que reciben algún tipo

de beneficio del Estado.

Se trata de cerca de 20 millones de argentinos, entre empleados públicos de los tres niveles de gobierno, jubilados, pensionado­s, beneficiar­ios de la Asignación Universal por Hijo, de pensiones no contributi­vas y de una serie de programas sociales para aquellos que no pueden mantenerse por sus propios medios o no consiguen generar ingresos por su propia cuenta o insertarse en el mercado laboral privado.

En la actualidad, el Estado, por distintas vías, sostiene al 44 por ciento de la población. Todos los meses, de distintas formas, deposita dinero en las cuentas de casi 20 millones de argentinos.

En las últimas dos décadas, por ejemplo, el trabajo estatal se expandió un 70 por ciento. En el mismo período, el sector privado empleó a un 38 por ciento más, algo menos que la mitad que el Estado.

Para especialis­tas en finanzas públicas y para economista­s, hay planes sociales y beneficios estatales que se superponen. La campaña tampoco debate acerca de la eficiencia con la que se destinan esos recursos, que salen de una sola vía: los impuestos que pagan los ciudadanos/consumidor­es.

El Estado debe repartir de la forma más equitativa posible los recursos que, como se sabe, siempre son escasos. Y debe hacerlo sin perder de vista que hay sectores más vulnerable­s que otros.

Los procesos electorale­s tendrían que ser útiles para exponer opciones acerca de cómo hacerlo mejor.

LAMENTABLE­MENTE, LA INVERSIÓN SOCIAL NO ESTÁ PRESENTE EN EL DEBATE ELECTORAL DEL OFICIALISM­O

Y DE LA OPOSICIÓN.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina