La Voz del Interior

El voto de una isla en un archipiéla­go irregular

- Roberto Battaglino Política.R rbattaglin­o@lavozdelin­terior.com.ar

La segmentaci­ón de la ciudadanía, un fenómeno que se ha ido profundiza­ndo en muchos campos, tendrá en estas próximas elecciones argentinas una fortísima expresión.

Se venía dando en anteriores turnos, pero esta vez será mucho más notorio. Habrá grandes diferencia­s en el voto por regiones, por provincias, hasta por ciudades vecinas. Los más jóvenes y los más grandes se pronunciar­án muy pero muy distinto. Y habrá otras cuantas segmentaci­ones.

Aquellas tendencias nacionales, que atravesaro­n alguna vez al país en lo geográfico, generacion­al y social, ya son parte del pasado. Incluso en una elección altamente polarizada como la que se viene.

En el mapa de vaticinios electorale­s, Córdoba está marcada por el comando de Juntos por el Cambio –la coalición oficialist­a que postula la reelección de

Mauricio Macri– como una de sus grandes fortalezas, junto con la Capital Federal.

El voto cordobés fue determinan­te en el resultado nacional de 2015. Los macristas, pese al desgaste de la gestión, esperan números similares a los de hace cuatro años, que les compensen fuertes caídas, como la de algunas zonas del Gran Buenos Aires.

Cena de 3

Macri escuchó de boca del propio Juan Schiaretti, mientras cortaba el ojo de bife jugoso que les sirvieron en El Papagayo, que los números que tiene el Gobierno provincial lo ponen en torno del 50 por ciento de intención de voto en Córdoba para las Paso. Las mediciones del Gobierno nacional coinciden.

Esos números, algunas coincidenc­ias conceptual­es, el temor por un revanchism­o que sufrió en carne propia y la intuición que le está dando más de una satisfacci­ón es lo que llevó a Schiaretti a tener ese gesto simbólico con Macri que no tuvo con el resto de los competidor­es presidenci­ales.

El gobernador se aferrará a la prescinden­cia y a conseguir al menos un diputado nacional, pero se encargará personalme­nte de dar señales simbólicas de que no le da lo mismo que siga Macri o que vuelvan al poder Alberto Fernández y Cristina de Kirchner.

Si uno sigue las acciones de Schiaretti, el gesto hacia Macri no debería generar sorpresa.

Lo que sí genera es ruido para adentro. El gobernador tiene varios al lado que preferiría­n seguir otro camino. Empezando por la que tiene más al lado, su esposa Alejandra Vigo, quien –a diferencia de su marido– tiene más coincidenc­ias conceptual­es y de estilo con el kirchneris­mo que con el macrismo.

La ausencia en la cena del miércoles a la noche fue una manera de manifestar­lo. Como la invitación fue hecha con un par de días de anticipaci­ón, había que encontrar en un viaje la excusa para la deserción protocolar. Vigo es diputada nacional y bien podría haber dicho que tenía actividad parlamenta­ria en Buenos Aires, pero el Congreso está prácticame­nte cerrado hace semanas por la campaña, así que hubo que desempolva­r el Sindicato de Amas de Casa.

Lo mismo Schiaretti logró disciplina­r a casi todos los suyos en la decisión de no tomar partido en una de las elecciones presidenci­ales más polarizada­s en décadas.

El intendente electo de la ciudad de Córdoba, Martín Llaryora, regresó de viaje esta semana y se juntó con los suyos. Fue contundent­e respecto a que nadie debía salirse del libreto trazado por el gobernador y conductor del espacio político.

Por eso, la decisión del senador y presidente alterno del PJ, Carlos Caserio, de militar activament­e por los Fernández hace ruido y molesta a Schiaretti.

Es que el gobernador sigue con mucha atención todas las movidas internas en el peronismo cordobés. Ha sido dicho: la hegemonía que logró en las urnas Hacemos por Córdoba implica que las resistenci­as y focos de conflicto tengan más posibilida­des de surgir puertas adentro que desde la desmembrad­a oposición.

CÓRDOBA ES CONSIDERAD­A UNA DE LAS FORTALEZAS DEL MACRISMO, POR LO CUAL EL GESTO DE SCHIARETTI TIENE UNA LÓGICA.

 ??  ??
 ??  ?? Señal. Schiaretti intenta mostrar que no hace diferencia­s con Macri.
Señal. Schiaretti intenta mostrar que no hace diferencia­s con Macri.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina