Las Leliq, en el medio de una polémica de campaña
El candidato kirchnerista dijo que si gana dejará de pagar los intereses de las Leliq. Luego, aclaró que no se refería a un “default”.
Desde el oficialismo, lo acusaron de cometer un “error conceptual muy grande”.
“Vamos a dejar de pagar los intereses de Leliq (Letras de Liquidez) que está pagando la Argentina todos los días”, aseguró el domingo pasado el aspirante presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández, cuando le preguntaron cómo financiará el aumento del 20 por ciento para las jubilaciones que prometió aplicar si logra imponerse en las elecciones presidenciales.
La polémica ante su confuso compromiso de campaña fue inmediata y el candidato kirchnerista tuvo que salir a aclarar que su intención no era incumplir con los pagos y provocar un default, sino “retocar los intereses” que el Banco Central paga a través de las Leliq, que diariamente ofrece a los bancos para contener el flujo cambiario y evitar así otra estampida hacia el dólar.
“No voy a defaultear. Una cosa es corregir los intereses y otra cosa es decir que no los voy a pagar”, diferenció Fernández para tratar de contener los cuestionamientos que surgieron tanto en boca de políticos como de economistas.
La controversia también dejó claro que en la recta final de cara a las elecciones primarias (restan 13 días) no hay lugar para los planteos ambiguos. Con sus palabras, Fernández intentó dejar en evidencia los costos que asume el Gobierno para mantener la calma del dólar y, consecuentemente, aliviar la imagen de Mauricio Macri hacia los comicios.
“Nos hacen vivir con un dólar barato que se fuga permanentemente de la Argentina y, a cambio, pagamos tasas exorbitantes que impiden el desarrollo de los argentinos”, denunció el precandidato presidencial, en sintonía con las quejas de muchos representantes del sector productivo que alertan que el nivel de los intereses (ayer quedaron en torno al 59,93 por ciento anual) paraliza la actividad. Sin embargo, su ataque se convirtió en un búmeran.
Redes
Fernández, incluso, salió a rechazar las críticas a través de las redes sociales: “¿Por qué no cuentan que el gobierno de Macri planea seguir pagándoles a los bancos estos intereses desquiciados? Entre los bancos y la gente, está muy claro de qué lado estoy yo”, posteó.
Y por ello, uno de los asesores económicos de Fernández, Guillermo Nielsen, intentó explicar los dichos del candidato. Reconoció que “no se pueden pagar” aumentos de jubilaciones con el dinero que se destina a cubrir los intereses de las Leliq y remarcó que la baja de esos rendimientos se dará “en la medida que el mercado retome espacio de confianza”.
“Nadie va a usar Leliq para financiar el gasto público. Las Leliq son instrumentos de intervención monetaria y necesitamos lograr que la intervención monetaria sea a tasas más bajas que las actuales”, dijo el exsecretario de Finanzas entre 2002 y 2005.
Otro de los economistas que salió en defensa de Fernández y trató de aclarar sus palabras fue Arnaldo Bocco. “Nunca habló de defaultear Leliq ni de dejar de pagar tasas, sino que planteó una reducción drástica de las tasas de interés que se pagan por las Leliq”, dijo el exdirector del BCRA.
“Su planteo fue para señalar que hay necesidad de desarmar un esquema de especulación financiera que está muy montado”, agregó Bocco.
De cualquier manera, en las filas de Macri aprovecharon la controversia para desacreditar al candidato opositor. El diputado radical José Cano consideró que las palabras de Fernández representan “promesas incumplibles” y el economista Martín Lousteau advirtió que el aspirante presidencial cometió un “error conceptual muy grande”.
“El pago de intereses de Leliq corresponde al BCRA y es plata que termina remunerando al depositante en el sistema bancario. Si el BCRA deja de pagar esos intereses, ello no hace que los tenga el Tesoro para gastarlos en remedios o en jubilaciones; es menos plata para el depositante y, en tal caso, será dinero que se ahorra el BCRA, pero nunca el Tesoro”, detalló Lousteau.