Tenencia responsable: el ataque de un dogo reabre el debate
Una familia en Malagueño fue atacada, en el patio de una casa, por un dogo argentino. Cuatro personas sufrieron heridas. Córdoba tiene una ley sobre canes peligrosos desde 2009, pero aún no está reglamentada.
Casi no se habla de otra cosa en Malagueño. La pequeña ciudad se sorprendió ayer con la presencia de los medios de prensa de Córdoba, detrás de la noticia de que cuatro miembros de una familia resultaron con heridas tras el ataque de un perro de raza dogo argentino. Al can lo mataron en el “enfrentamiento” y los cuatro heridos debieron ser internados.
El hecho reabrió el debate sobre la tenencia responsable de perros potencialmente peligrosos, una cuestión que está regulada en Córdoba desde 2009, a partir de la sanción de la ley 9.685, aunque de escasa aplicación efectiva.
En algunas ciudades de la provincia (no es el caso de Malagueño) se sumaron ordenanzas que establecen normativas similares, también de complicado control para su cumplimiento.
El episodio de ayer ya tiene forma de expediente judicial. El fiscal de Villa Carlos Paz Ricardo Mazzuchi interviene en la causa y prefirió no hacer declaraciones. Fuentes judiciales anticiparon que se inició una investigación para determinar responsabilidades y se evalúa si corresponden eventuales imputaciones a los dueños del animal.
¿Qué pasó?
Fue a las 21.30 del martes cuando Carlos González (72) y su esposa Graciela Arias (57) decidieron caminar desde su casa de barrio Eva Perón hasta donde vive una de sus hijas. Se trata de un departamento que comparte patio con otros vecinos. Como lo hacía siempre, Carlos abrió el portón de chapa y, ayudado con el bastón con el que camina, dio el primer paso en el patio grande. Nunca esperó lo que ocurrió en los segundos siguientes. El perro, propiedad de una de las familias que viven en el mismo complejo, dio un salto y lo atacó mordiéndole el rostro. “Si me volteaba, me mataba”, marcó Carlos, mientras mostraba cortes profundos en su pómulo.
Los familiares intentaron salvar al hombre pero el perro continuó con su raid desenfrenado. Virginia
(28), hija del matrimonio, sufrió serias heridas en un brazo al intentar separar al can. Lautaro
(17), nieto de la pareja, padeció también lesiones profundas.
En medio de la desesperación, Virginia buscó un cuchillo de cocina de su casa y mató al perro de varias puñaladas en el cuello.
Ayer, todos estaban ya de alta, fuera de peligro, pero muy conmovidos. Los cuatro miembros de la familia recibieron atención médica en el hospital municipal de Malagueño pero Lautaro fue derivado a Córdoba porque sus heridas eran más profundas. A Carlos le debieron reconstruir el pómulo: “No sé cuántos puntos me hicieron”, comentó ayer a La Voz.
“No me puedo sacar de la mente la imagen de los ojos rojos de furia del perro”, comentó Graciela.
¿Hay una ley?
En 2009, la Legislatura cordobesa sancionó la ley 9.685 sobre “la circulación por vía pública y tenencia de perros potencialmente peligrosos”. Esa norma nunca fue reglamentada por el Ejecutivo.
Desde la Legislatura se indicó que de todos modos se incorporó al Código de Convivencia (ley 10.326, artículo 89), que está vigente. Ese artículo fija que serán sancionados con hasta tres días de trabajo comunitario, multa de hasta seis unidades o arresto de hasta tres días las personas que en sitios públicos o privados, en zona urbana, tengan o circulen con animales cuya peligrosidad ponga en riesgo potencial la seguridad de personas o cosas”.
La ley determina que corresponde proceder al secuestro de los animales a fin de hacer cesar el riesgo y fija que la autoridad de ejecución es la Policía.
“Hay una ley madre, el Código Civil, que establece que cada uno es responsable de sus cosas, lo que comprende también a los animales. Pero es importante que se reglamente esa ley para regular con precisión la definición de animales peligrosos. Falta eso. También está faltando el poder de policía, es decir quién ejecute el control y las sanciones en este rubro. Además, no está precisado el rol para los dueños de los perros: dónde deben estar, qué bozal deben usar”, planteó el concejal capitalino del bloque Vamos, David Urretra, quien días atrás presentó un proyecto para reclamar a la Provincia la reglamentación pendientes de la ley de 2009.
Mientras, la Policía debe regirse por el Código de Convivencia, pero –se aclaró– sólo actúa ante denuncias presentadas.
EL PERRO DE GOLPE ME SALTÓ ENCIMA Y ME MORDIÓ LA CARA. SI ME VOLTEABA, CREO QUE ME MATABA.
Carlos González, uno de los heridos
EMPECÉ A GRITAR PERO ESTABA ENCEGUECIDO. CREO QUE ROCKY PENSÓ QUE EL HOMBRE LE IBA A PEGAR.
Yanina, dueña del perro