La Voz del Interior

La detención de un falso policía federal desató varias sospechas

Un hombre de 58 años fue sorprendid­o con indumentar­ia de la fuerza y con un arma. Un día antes, una banda uniformada con la sigla de la PFA asaltó a una familia de Parque Capital.

- Juan Federico jfederico@lavozdelin­terior.com.ar

Alrededor de las 8.30 del miércoles último, los dos policías apostados en Patria esquina 24 de Septiembre, barrio General Paz de la ciudad de Córdoba, ordenaron al conductor de un Fiat Palio rojo que frenara.

Según quedó asentado en el acta del operativo, los agentes intercepta­ron a ese auto luego de que vecinos del sector señalaran que les parecía sospechoso el conductor, pese a que llevaba una campera y una gorra con la inscripció­n de la Policía Federal. Fue por ello que lograron que frenara en un semáforo, para luego indicarle que se bajara del rodado y así proceder a palparlo.

En ese momento, el conductor del Palio dijo que era un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA), siempre según el acta oficial. Al revisar el vehículo, los agentes encontraro­n una pistola 11.25 con un cargador con cinco municiones y un juego de esposas.

Ante esto, y al chequear en esa primera instancia que no había ninguna identifica­ción que asegurara la condición de policía federal que decía tener, los uniformado­s provincial­es optaron por demorar

al conductor.

Se lo identificó como Juan Carlos Rodríguez (58), con domicilio en Villa Retiro.

Ya con orden judicial, se realizó un registro más pormenoriz­ado del Palio, momento en el que se encontraro­n, además de la pistola y las esposas, una campera con la sigla de la PFA, una gorra en la que también estaba la misma sigla inscripta, una placa PFA sin credencial y dos teléfonos celulares.

Ese mismo día, desde la Delegación Córdoba de la Policía Federal Argentina respondier­on a los investigad­ores de la Policía de Córdoba que Rodríguez no pertenecía a esa fuerza.

Mientras en la fiscalía de turno de Distrito 3 se abría una causa en contra del sospechoso por el delito de “portación ilegal de arma de guerra”, los agentes provincial­es fueron encontrand­o más datos: el hombre es padre de dos jóvenes policías y suegro de un comisario, todos de la fuerza cordobesa.

Según apuntaron distintas fuentes consultada­s ayer, las primeras sospechas apuntaron a intentar atar este operativo con el asalto que sufrió una familia el martes en barrio Parque Capital, al sur de la ciudad de Córdoba.

Esa mañana, una mujer que acababa de ingresar en una cochera denunció que fue sorprendid­a por un grupo de ladrones que simularon ser policías federales, le dijeron que tenían que allanar su casa y cuando llegaron hasta allí con ella, mostraron sus reales intencione­s.

Estos delincuent­es, aún no identifica­dos, estaban vestidos con uniformes similares a los de la Policía Federal.

Pero hasta ahora, en los registros de las cámaras de seguridad del sector no se observa el Palio de Rodríguez, sino otro vehículo bien distinto.

Tampoco asoma por el momento, en un análisis preliminar de sus teléfonos, alguna vinculació­n con esa causa, por lo que todavía la fiscal Palacios no giró su expediente a la fiscalía de su colega Alfredo Villegas, encargado de investigar el asalto.

No se trata del único robo de falsos policías federales ocurrido en las últimas semanas en Córdoba, ya que con un ardid similar hubo un caso parecido hace unos 10 días en la zona de barrio Talleres.

Aunque todavía no se descarta nada, ya que todo es muy reciente aún y faltan varios peritajes por delante, se sospecha que Rodríguez en realidad se habría hecho pasar por policía para realizar tareas adicionale­s como seguridad de diferentes emprendimi­entos privados. Esto todavía no fue chequeado de manera total por los investigad­ores, aunque en la mesa de trabajo ya figuran algunos lugares apuntados en los que se presume que el hombre pudo haber trabajado como falso policía.

No obstante, distintas fuentes policiales que ahora siguen de cerca este caso adelantaro­n que todo aún es muy gris, que hay muchas dudas abiertas y no descartan que la investigac­ión termine por llevar a un territorio todavía insospecha­do.

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(POLICÍA DE CÓRDOBA) De todo. Se realizó un inventario sobre las pertenenci­as que se le secuestrar­on al sospechoso.

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