Disminuyeron los votantes “ni-ni” en el Gran Córdoba: son 13.700
Aunque la comparación de datos de la EPH indican que en el Gran Córdoba los adolescentes y los adultos mayores están en peores condiciones que en la elección anterior, también hay indicadores de posibles mejoras estructurales, como por ejemplo la cantidad de adolescentes que estudian.
De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Educación de la Provincia, en el año 2017 asistían a cuarto, quinto y sexto año del nivel medio, cursos que se corresponden con las edades de quienes están empadronados por primera vez, 130.817 adolescentes. De ellos,
52.604 vivían en la ciudad de Córdoba. A fines de 2018, los adolescentes escolarizados en la ciudad (en esos tres cursos) eran 53.279, y en la provincia sumaban 134.070:
3.253 más alumnos en un año. Sin embargo, cuando se analiza cómo se desgranan de alumnos los últimos tres años de la educación media, las estadísticas oficiales indican que la matrícula de sexto año es 24 por ciento menor que la de tercero, porcentaje que se repite en la ciudad y en el interior.
Si la serie de datos se extiende a
2015, año de recambio del Gobierno nacional, los adolescentes que en Capital transitaban los últimos tres años del colegio secundario eran 51.445, y la disminución de alumnos entre tercer y sexto año era de 26,6 por ciento. Por entonces, en toda la provincia, los alumnos de los últimos tres años del secundario sumaban 127.240, 6.830 menos en comparación con 2018.
Este aumento de la escolaridad parece haber impactado favorablemente en los “ni-ni”, subgrupo que descendió en los últimos dos años en la ciudad de Córdoba y en las localidades más importantes del departamento Colón, aglomerado que el Indec identifica como Gran Córdoba.
Según la EPH, los adolescentes entre 16 y 18 años que están inactivos son 13.730, cuando en el tercer trimestre de 2017 eran 15.221.
Las adolescentes son las más afectadas por el fenómeno: 8.751 no estudian ni trabajan actualmente, contra las 9.208 que estaban en esa situación en la última elección nacional. Es decir que, en el gran Córdoba, seis de cada 10 “ni-ni” son mujeres.
Para el futuro de ellas aparecen como favorables el descenso de parejas de adolescentes y la disminución de amas de casa en este grupo: pasaron de 7.797 a 4.039.
En un 85 por ciento de los casos, la convivencia entre adolescentes es posterior al embarazo, según las “estadísticas vitales” del Ministerio de Salud de la Nación.
En ese marco se explica la baja en la cantidad de amas de casa adolescentes: el embarazo en menores de 19 años cayó en la ciudad de Córdoba, y lo hace de manera sostenida: en 2015, 2.701 adolescentes de 15 a 19 años fueron madres. En 2017, la cantidad se redujo a 2.065. Y al año siguiente (último dato disponible), a 1.721.
Esta merma repercutió en las estadísticas provinciales de embarazo de menores de 19 años: en
2015 se registraron 7.493 nacimientos de adolescentes, y dos años más tarde, en 2017, fueron 6.421. Mientras que en la ciudad se registraron 636 embarazos adolescentes menos en la comparación entre
2015 y 2017, en el interior de la provincia la disminución fue de 436.
Pese a los prejuicios sobre la delincuencia juvenil, las estadísticas del Poder Judicial confirman que disminuyó la cantidad de menores con expedientes en la Justicia penal juvenil: en 2017 se registraron causas contra 2.582 adolescentes (1.285 de ellos, considerados inimputables), y al año siguiente fueron 2.359 (1.185 inimputables).
En este marco, aumentó la cantidad de jóvenes de hasta 18 años que trabajan, aunque también creció el desempleo juvenil, lo que quiere decir que más chicos buscan empleo y no lo consiguen.
En el tercer trimestre de 2017, los adolescentes que trabajaban eran 8.225, y en el primer trimestre de 2019 sumaban 10.770, mientras que los desocupados pasaron de
2.982 a 5.467. LY