Instituto llora al “Chulo” Rivoira
El DT del último ascenso murió ayer a los 59 años.
“Hoy es un día muy triste para todos los Gloriosos. Ha fallecido Héctor Rivoira, quien fuera artífice de una de nuestras mayores alegrías dejando una huella eterna en Instituto. Gracias eternas, Chulo. Te recordaremos por siempre”.
Con este mensaje, el club de Alta Córdoba comunicaba ayer por la mañana en sus redes sociales la dura noticia que dio de lleno en el corazón albirrojo. Muchos hinchas se enteraron de esa manera de que “el Chulo” había fallecido, a los 59 años, producto de un cáncer de Colon.
Por la tarde de ayer, en uno de los portones al campo de juego del Monumental de Alta Córdoba, el club colocó una corona de flores con una foto de Rivoira. Cientos de simpatizantes pasaron por el lugar para darle el último adiós al entrenador dueño de la última gran alegría de la Gloria, que fue velado en Buenos Aires.
“El Chulo” fue el DT del equipo que logró el último ascenso a la Primera División del equipo albirrojo, aquel 19 de junio de 2004 en
el ex Chateau Carreras contra Almagro. El cariño del hincha para Rivoira fue, es y será eterno, por eso las muestras de cariño fueron muchísimas en la redes sociales. Y con un factor en común. El “gracias” se repitió porque fue él uno de los artífices de ese último logro en el fútbol.
Una carrera en el ascenso Héctor Oscar Rivoira nació el 10 de abril de 1960 en Ituzaingó. Como futbolista fue un mediocampista y jugó en Almirante Brown
(1980-1982), Sportivo Italiano (1983 1987), Lanús (1987-1989), Defensores de Belgrano (1989-1991) e Ituzaingó (1991-1992).
Con 32 años comenzó a dirigir. Su carrera fue Ituzaingó (19921994), Almirante Brown (1994-1995;
2013-2014), Nueva Chicago (19951996), Chacarita (1997-2000; 20052007; 2011), Quilmes (2000-2001), Liga de Quito (2002), Instituto
(2002-2004; 2007; 2015-2016), Ferro
(2005), Atlético Tucumán (20082010; 2014), Huracán (2010; 2012), Rosario Central (2010-2011), Olimpo (2011-2012); Crucero del Norte
(2016-2018).
Con Chacarita (1999), Instituto
(2004) y Atlético Tucumán (2009) logró ascender a Primera División. En la Gloria tuvo tres etapas, pero sin lugar a dudas la del ascenso quedará en la memoria de todos los gloriosos. Inolvidable.
REMERA Y CALZONCILLO. “El Chulo” era hincha de Huracán y se ponía un calzoncillo del Globo cada vez que dirigía un partido importante. Aseguraba que esa prenda le traía suerte. Después el calzoncillo sufrió el paso del tiempo y cambió de amuleto. Una noche, el periodista Marcelo Bertona le regaló en “El Bar de la Gloria” una remera verde de uno de los sponsors. Rivoira la usó en el siguiente partido e Instituto ganó. No se la sacó más. “Cuando volvió al club lo volvimos a invitar y lo primero que preguntó fue si había de regalo una remera porque volvía a ascender. Ya no estaba el sponsor así que salí a comprar una urgente”, recordó Bertona.
LA AUTOESTIMA DEL “9”. Héctor Silva fue el goleador de Instituto en la temporada del ascenso de 2004. Pero como les suele pasar a todos los delanteros, atraviesan momentos en los que el arco se les cierra y van perdiendo confianza. Durante un trabajo táctico en la previa a un partido de visitante “el Chulo” puso a todos a practicar penales. Y Sergio Lippi, ayudante de campo de Rivoira, le pidió al arquero Jorge Carranza que se tirara al lado contrario en los penales pateados por Silva. En otras palabras, que se deje hacer los goles. “El Loco” pensó que se trataba de una broma y se lo atajó. Así que Lippi lo miró con cara de pocos amigos y entre risas le gritó: “No te mandó a Córdoba porque no tengo otro arquero acá”. “Era un crack Rivoira. Se lo va a extrañar”, recordó Carranza.