Ganancias: oxígeno para 2,3 millones de contribuyentes
El Gobierno resolvió aumentar 20% los montos para determinar el piso a partir del cual se empieza a pagar el tributo. Se esperan las resoluciones de la Afip para la aplicación efectiva del beneficio.
Una de las principales medidas anunciadas por el Gobierno para aliviar los bolsillos es la suba de los pisos a partir de los cuales los empleados y jubilados abonan el Impuesto a las Ganancias.
Las modificaciones, que deberán ser confirmadas por el Congreso, empezarán a regir en lo inmediato, pero como es un tributo anual, la mejora es retroactiva y se devolverá el monto pagado de más en lo que va del año.
Según aclaró el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), Leandro Cuccioli, en los próximos meses ese saldo a favor se descontará de lo que haya que pagar. Y quien no tenga que tributar recibirá un reintegro.
El anuncio concreto es una suba de 20 por ciento de dos componentes que conforman el piso de tributación: la ganancia mínima no imponible y la deducción especial para trabajadores en relación de dependencia y para jubilados (no se aclaró si también sube para autónomos y emprendedores). La primera pasará de 85.848,99 a
103.018,79 pesos. La segunda, de
412.075,14 a 494.490,17 por año. De esta manera, los empleados empezarán a tributar a partir de un salario neto mensual de
45.962,23 pesos (55.376 de sueldo bruto, sin deducir aportes jubilatorios, obra social y sindicato), cuando antes era de 38.301,86 neto o
46.147 bruto. Estos son montos promedio para todo 2019 (considera 12 sueldos más aguinaldo) y se deben sumar todos los pagos extras.
Desde el año pasado, las deducciones y la tabla de alícuotas se actualizan en forma automática una vez al año, según la movilidad previsional acumulada a octubre. En 2019, la suba había sido de 28,3 por ciento, por debajo de la inflación. Ahora, la corrección no apunta a todos los parámetros, sino sólo a dos.
Otras deducciones
¿Qué pasa con los trabajadores y jubilados que tienen cargas de familia? Las deducciones por cónyuge y por hijo menor de 18 años no se modifican, pero verán una mejora por la suba de los dos ítems anteriores (deducción especial y ganancia mínima).
Por ejemplo, un trabajador que deduce a su cónyuge (no tiene que tener ingresos superiores a la ganancia no imponible) y a dos hijos al ciento por ciento (si deducen los dos padres, sólo puede tomar el 50 por ciento cada uno) empezará a tributar desde un salario neto mensual de 58.328,14
(70.284,76 bruto).
Aunque el resto de los rubros que se pueden deducir de la base imponible no se modificaron, el aumento de la ganancia mínima a
103.019 pesos sí impacta en el incremento del máximo de deducción anual del servicio doméstico y de los alquileres.
En números
El impacto final en el bolsillo de cada contribuyente dependerá de lo que paga por el impuesto, además de las variaciones salariales en el año.
El monto efectivo es mayor a medida que más se tributa. Por caso, un trabajador sin cargas de familia ni otras deducciones, que cobra un sueldo bruto de 60 mil pesos (49.800 neto), pagó 1.403 pesos por mes y ahora serán 264. Le tendrían que devolver casi ocho mil pesos del acumulado anual.
En salarios más altos, la devolución sube (ese mismo ejemplo, con un bruto de 100 mil mensual, implica una devolución de más de 19 mil pesos). Pero la diferencia es menor para quien tiene deducciones: con este sueldo, pero descontados cónyuge y dos hijos, el monto por devolver baja a 16.240 pesos.