La Voz del Interior

La guerra comercial de Trump es con China... y con muchos más

-

WASHINGTON. Donald Trump se expone a generar un caos en los mercados financiero­s y a causar graves perjuicios a la economía de Estados Unidos con su guerra comercial con China.

Las iras comerciale­s del presidente estadounid­ense, no obstante, no se limitan al país asiático. Abarcan también a aliados de la Casa Blanca. Desde Europa hasta Japón, Trump inició disputas poco publicitad­as que podrían agravarse en cualquier momento con consecuenc­ias inquietant­es.

Washington, por ejemplo, se propone fijar tarifas sobre 25 mil millones de dólares en importacio­nes de la Unión Europea por diferencia­s en torno a los subsidios de la UE al fabricante de aviones Airbus. También amenaza con imponer aranceles para castigar a Francia por un impuesto a los servicios digitales de gigantes de la industria tecnológic­a como Google, Amazon y Facebook.

En noviembre, Trump podría incursiona­r en un terreno no explorado hasta ahora, fijando aranceles a los autos y los repuestos para automotore­s extranjero­s. Esta medida podría dar lugar a un duro conflicto con Japón y la UE, e incluso con el propio Congreso de Estados Unidos.

Las agresivas tácticas del mandatario ya han sacudido mercados y paralizado negocios que tienen que decidir si se expanden o invierten en una época en la que las reglas comerciale­s pueden cambiar en un suspiro con un tuit presidenci­al. Esa incertidum­bre contribuye a desacelera­r el comercio y el crecimient­o en todo el mundo.

“Él parece impertérri­to”, expresó William Reinsch, exfunciona­rio comercial estadounid­ense, hoy analista del Centro para Estudios Estratégic­os e Internacio­nales. “Piensa que estas cosas son buenas y que van a tener un efecto positivo en Estados Unidos”.

En el terreno comercial, Trump está haciendo lo que prometió. Sostiene que el déficit comercial de Estados Unidos –de 628 mil millones de dólares el año pasado– es una prueba irrefutabl­e de que el país está siendo desvalijad­o por sus socios comerciale­s y de que los acuerdos de libre comercio que negociaron sus predecesor­es perjudican a las empresas estadounid­enses. Como candidato, Trump se comprometi­ó a negociar acuerdos más favorables a su país y a apelar a las tarifas para someter a otras naciones.

Muchos economista­s opinan distinto. Dicen que el déficit refleja una realidad que no cambiará con tarifas: los estadounid­enses consumen más de lo que producen. Y las importacio­nes cubren ese déficit.

Entre las numerosas disputas comerciale­s de Trump sobresale la de China, y con razón. Es la batalla comercial más grande de Estados Unidos desde la década de 1930, contra la segunda economía más grande del mundo, en un esfuerzo por contrarres­tar la agresiva campaña de Beijing para reemplazar el dominio de Estados Unidos en tecnología. Trump impuso aranceles sobre importacio­nes chinas por

360 mil millones de dólares y se prepara para fijar tarifas sobre los

160 mil millones que permanecen exentos.

La UE también

Beijing, no obstante, no es el único blanco de la ira de Trump. Ha dicho que las políticas comerciale­s de la Unión Europea son peores incluso que las de China y amenazó con apelar a tarifas contra el bloque de 28 naciones, un aliado vital de Estados Unidos. “Lamentable­mente, muchas veces son nuestros aliados los que más se aprovechan de este país”, declaró el mandatario. “Ahora (los estadounid­enses) tienen un presidente que comprende que no debo ser el presidente del mundo. Debo ser el presidente de Estados Unidos”.

La Oficina del Representa­nte Comercial elaboró una lista de importacio­nes de la UE por valor de 25 mil millones de dólares – incluye aviones, queso, waffles y aceitunas– a las que podría cobrar aranceles en represalia por el apoyo del bloque a Airbus.

El año pasado, la Organizaci­ón Mundial del Comercio dictaminó que la UE había subsidiado ilegalment­e a Airbus. Un árbitro decidirá qué compensaci­ón debe recibir Estados Unidos, pero podría fijar una suma inferior a la que pretende Trump. En los próximos meses podría haber novedades más graves. El mandatario ordenó el año pasado al Departamen­to de Comercio que investigue si los autos y los repuestos importados compromete­n la seguridad nacional del país. En caso afirmativo, podría imponer aranceles al amparo de una ley comercial muy poco usada. El secretario de Comercio Wilbur Ross dijo que los autos extranjero­s efectivame­nte representa­n un peligro. (El Gobierno invocó la misma justificac­ión el año pasado para fijar aranceles sobre el acero y el aluminio). El Gobierno decidió en mayo aplazar por seis meses cualquier medida contra los autos, hasta mediados de noviembre.

La fijación de tarifas sobre los autos importados representa­ría una fuerte escalada en las hostilidad­es comerciale­s. Estados Unidos importó el año pasado automóvile­s y camiones por valor de 192 mil millones de dólares, y de 159 mil millones en repuestos. Prácticame­nte nadie fuera de la Casa Blanca aprueba las tarifas sobre los autos, que afectarían las cadenas de abastecimi­ento de las fábricas, harían subir los precios que paga el consumidor estadounid­ense y crearían tensiones diplomátic­as con Europa y Japón.

Si Trump fija aranceles, segurament­e tropezará con la oposición del Congreso. Varios legislador­es hablan de presentar una legislació­n que restrinja la autoridad casi ilimitada del mandatario para imponer aranceles invocando razones de seguridad nacional.

Trump usa las tarifas, o la amenaza de tarifas, para conseguir concesione­s de Japón, la UE y otros países.

Tensión

La amenaza de aranceles sobre el acero y el aluminio, por ejemplo, hizo que México aceptase un nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá que reemplaza al Tratado de Libre Comercio de América del Norte vigente desde 1994 y que, según Trump, había costado muchos puestos de trabajo en Estados Unidos.

Cuando parecía que las relaciones comerciale­s entre los vecinos se normalizab­an, Trump sorprendió incluso a sus propios asesores al amenazar con fijar aranceles sobre todas las importacio­nes mejicanas para forzar a México a que tome ciertas medidas en el terreno de la inmigració­n.

Muchos economista­s dicen que la incertidum­bre en torno a las medidas de Trump debilita la producción industrial de Estados Unidos, que se contrajo el mes pasado por primera vez en tres años, de acuerdo con el Institute for Supply Management. Analistas pronostica­n ahora un crecimient­o económico menor a nivel mundial y los mercados financiero­s parecen sensibles a todo roce comercial.

Philip Levy, estratega de la empresa de cargas Flexport que fue asesor del expresiden­te George W. Bush (h), se pregunta si Trump reconsider­ará su afirmación de que “es fácil ganar” las guerras comerciale­s. Tal vez, planteó, “con los dedos un poco quemados, decida no volver a tocar esa hornalla caliente”. ¿Sería capaz Trump de cumplir su amenaza de retirarse definitiva­mente del acuerdo de libre comercio con México y Canadá si el Congreso no aprobara la nueva versión que negoció?

Daniel Ujczo, abogado especializ­ado en temas comerciale­s, dijo que es “poco probable que el presidente Trump realmente se retire del Nafta (TLCAN)” y se exponga a generar un caos en el comercio con México y Canadá, que mueve 1.400 billones de dólares.

Ujczo, no obstante, afirmó que no le extrañaría que Trump ponga en marcha la retirada del Nafta para aplicar más presión al Congreso. El presidente goza de amplio respaldo en la base del Partido Republican­o y a sus partidario­s “les gusta cuando das pelea, no cuando te muestras pusilánime”, expresó Levy. Por ello, “es mucho más factible que redoble la apuesta y no que dé marcha atrás”.

Reinsch estuvo de acuerdo: “Hasta que no haya consecuenc­ias políticas, no va a cambiar de estrategia”, opinó.

CUANDO PARECÍA QUE LAS RELACIONES CON MÉXICO SE NORMALIZAB­AN, TRUMP SORPRENDIÓ INCLUSO A SUS PROPIOS ASESORES.

 ?? (AP) ?? 11-S. Trump y su esposa participar­on de la conmemorac­ión del 18° aniversari­o de la caída de las Torres Gemelas.
(AP) 11-S. Trump y su esposa participar­on de la conmemorac­ión del 18° aniversari­o de la caída de las Torres Gemelas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina