Sacudón político en España por la sentencia contra los separatistas
A menos de un mes para las elecciones generales, el Psoe y Podemos se distancian por diferencias en torno a la sentencia.
Para la izquierda, lo que sucede en Cataluña es la excusa del Gobierno para acercarse a la derecha.
El Partido Socialista (Psoe) de Pedro Sánchez y los progresistas de Unidas Podemos y Más País se muestran distanciados a raíz de la dura sentencia contra los líderes del fallido proceso de secesión catalán de 2017, una decisión que ya está condicionando las alianzas y el futuro político de España, de cara a las elecciones generales del 10 de noviembre.
El conflicto de Cataluña es, además del gran foco de tensión y de incidentes en España, uno de los temas en los que discrepan el gubernamental PSOE y Unidas Podemos, de ahí que Sánchez utilizó ese argumento para rechazar la entrada del líder Pablo Iglesias en un gobierno de coalición tras los comicios del 28 de abril.
Sin embargo, el reciente –y polémico– fallo del Tribunal Supremo, que condena a entre 9 y 13 años de prisión a los dirigentes independentistas que protagonizaron un intento fallido de secesión hace dos años, profundizó la brecha.
Después de que el presidente Sánchez exigió en su primera reacción política “respetar y cumplir íntegramente la sentencia”, descartando indultar a los secesionistas, Iglesias aseguró que el líder del Psoe y candidato a la reelección ya tiene “una excusa estupenda” para ponerse de acuerdo con el conservador Partido Popular (PP) y los liberales de Ciudadanos.
“Primero, se unen para aplaudir una condena que no resuelve nada. Luego, profundizarán la reforma laboral, dejarán que los alquileres sigan subiendo y mantendrán los privilegios fiscales de los ricos”, escribió en Twitter.
“Para el Psoe, Cataluña es la excusa para gobernar con PP y Cs (Ciudadanos) tras el 10N”, añadió Iglesias haciendo referencia a la fecha de la repetición electoral, tras la cual Sánchez, probablemente, tendrá que buscar apoyos al margen de su partido para formar un nuevo gobierno, a menos que alcance la mayoría absoluta de los votos, algo que no augura ningún pronóstico.
Reacción
Iglesias se mostró sorprendido por la respuesta de Sánchez a la sentencias del procés, alejando la posibilidad del indulto, cuando dirigentes de su propio partido fueron indultados tras pasar tres meses en prisión, en referencia al exministro José Barrionuevo y el exsecretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera.
Estos dos políticos socialistas fueron condados en 1998 por un secuestro de GAL, las brigadas parapoliciales a cargo de la “guerra sucia” contra los separatistas vascos de ETA.
Desde el Psoe, la vicepresidenta Carmen Calvo y la vocera parlamentaria socialista, Adriana Lastra, utilizaron la reacción de Iglesias para reforzar su postura contraria a un hipotético gobierno de coalición progresista.
“Está a la vista que contemplamos de modo muy diferente lo que significa la división de poderes, lo que significa afrontar la situación de Cataluña dentro de la ley y de la política, del acuerdo y del diálogo”, dijo Calvo.
“Nunca (Iglesias) se ha posicionado del lado del Gobierno en el debate territorial. Vuelve a abandonar al Gobierno”, apuntó Lastra.
En una entrevista con un canal de la televisión española, Iglesias aclaró que si compartiera gobierno con los socialistas, su posición sería de “lealtad” con Sánchez, aunque habría tratado de convencerlo para defender “una posición más garantista”.
La reacción de Sánchez a la sentencia también motivó críticas por parte del expodemista Íñigo Errejón, líder de Más País, un partido progresista de reciente formación, que precisamente aspiraba a ser aliado parlamentario del Psoe, incluso permitiendo que Sánchez gobernara en solitario.
Errejón acusó al líder socialista de tomar una “posición partidista” respecto del fallo del Supremo contra los secesionistas y le advirtió que “reaccionó tarde y con amenazas”, con lo que, en su opinión, corre el riesgo de caer en la “inacción”, como el expresidente conservador Mariano Rajoy.
“Problema político”
“En Cataluña hay un problema político y sólo puede resolverse con una solución política”, aseguró Errejón, en línea con sus excompañeros de Podemos y distanciándose del Psoe en el asunto que amenaza con dominar toda la campaña.
“Esta crisis que tiene el Estado español está ligada directamente con la crisis política de Cataluña”, remarcó el presidente catalán, Quim Torra, refiriéndose al bloqueo político que impidió la formación de un nuevo gobierno tras los comicios de abril y llevó al país a una repetición electoral.
Una protesta pacífica de independentistas en el Paseo de Gracia, en el corazón de Barcelona, terminó con una batalla campal con la Policía Nacional, una escena de violencia que no se veía en esta ciudad desde la huelga general de 2008 contra el entonces gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Según distintos medios españoles, la Policía comenzó a avanzar y a empujar a la multitud, lo que provocó la reacción de un grupo de jóvenes que agredieron a los agentes.