La Voz del Interior

Realidades inmanejabl­es

-

pública, en muchos casos en lugares no habilitado­s para este tipo de actividade­s, o bien cedidos de manera temporal por parte de las autoridade­s municipale­s, como es el caso del parque Las Heras, en la ciudad de Córdoba, donde desde hace casi una década se instalan feriantes de ropas y de otras clases de productos.

En su momento, durante la actual gestión municipal, ese predio situado a un costado de la avenida Costanera, entre los puentes Antártida y Centenario, fue elegido como una alternativ­a para los vendedores que ocupaban espacios públicos en las peatonales del Centro.

Era una solución provisoria, que los años han vuelto permanente. Todo indica que, mientras no cambie el horizonte económico del país, será difícil que el parque recupere su destino original.

De hecho, cada vez más vendedores se concentran allí. Entre agosto de 2018 y septiembre de este año, sumó mil puestos, por lo que el número total de feriantes ya ronda los cinco mil.

El dato significat­ivo es que la comerciali­zación de prendas disminuyó. Y ahora lo que buscan los compradore­s son verduras y productos alimentici­os más económicos.

El retrato de la situación social que ofrece el parque Las Heras se hace explícito en los modos en que los antiguos feriantes denominan a los recién llegados: “vendedores de clase media”, pues ofrecen prendas en desuso a cambio de unos pocos pesos. También reconocen a quienes llegan a la feria tras perder el empleo y a “los jubilados”, que suelen ser mujeres mayores acompañada­s de una hija o de una nieta.

El director de Control Integral de la Vía Pública de la Municipali­dad, Hernán Esteban, le reconoció a este diario que, ante la necesidad de la gente, la administra­ción municipal no realizó mayores intervenci­ones. “La decisión es no tener una política represiva”, afirmó.

Lo cual no deja de ser una forma de lavarse las manos ante la abundancia de puestos de ventas y los problemas de seguridad, higiene y salud derivados de ese fenómeno.

Se supone que el Estado no sólo debe comprender las situacione­s, sino también evitar que se vuelvan inmanejabl­es.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina