En un solo día, se registraron más de 5.700 nuevos casos en Nueva York
Estados Unidos sigue sumando muertos y contagios. Trump aún no ordenó la cuarentena.
Nueva York. Si se graficara sobre un mapamundi el movimiento del coronavirus en el mundo, se vería una mancha que fue desplazándose desde el este al oeste. Empezó en China, se propagó a Europa y ahora está expandiéndose con fuerza en los Estados Unidos, sobre todo en su ciudad más icónica, Nueva York.
El estado de Nueva York, al igual que la metrópolis, están en el centro de las preocupaciones oficiales porque ayer se registraron 5.700 casos de personas contagiadas y los muertos por coronavirus en el estado suman 157.
En total, los casos de coronavirus en Nueva York son 20.875, unos 5.700 más que el día anterior afirmó el gobernador Andrew Cuomo, quien precisó que el 13 por ciento de los positivos están hospitalizados, y de estos el 24 por ciento necesitan la ayuda respiradores.
Los lugares más conocidos de Nueva York se mostraba vacío ayer. Las luces de Time Square no iluminaban a nadie. No se veía un alma en la estación de trenes de Grand Central, habitualmente atestada. Apenas un puñado de personas tomaban fotos del Puente de Brooklyn, una de las grandes atracciones turísticas de la ciudad que no duerme. Los esfuerzos por controlar propagación del coronavirus paralizaron la ciudad.
Alarmas encendidas
En tanto, en la costa oeste de los Estados Unidos, en el estado de California, las autoridades reclaman a los estadounidenses que llenaron las playas que dan al Pacífico que respeten las restricciones que impone la pandemia del coronavirus.
“Estados Unidos debe comprender que esta semana será peor”, dijo el vocero de las cuestiones de salud pública del gobierno federal estadounidense, Jerome Adams, a la luz de las imágenes que muestran a la gente en las concurridas playas de California.
“No pasará en dos semanas, podría hacer falta mucho más, incluso meses”, advirtió Cuomo, poniendo de relieve la necesidad de comenzar a reflexionar cómo recuperar la economía tras la crisis.
“Es así como se propaga el contagio. Realmente necesitamos que cada uno esté en casa”, dijo Adams al anunciar la cuarentena. “Pienso que muchos están haciendo lo correcto, pero lamentablemente otros no”, agregó Adams.
Las dudas de Trump
En tanto, el presidente Donald
Trump indicó ayer que tiene dudas sobre la necesidad de prorrogar el encierro de la población, mientras funcionarios del gobierno advertían sobre la gravedad de la crisis por el coronavirus.
“No pensé que iba a empezar mi semana con un mensaje tan lúgubre para la nación’’, declaró Adams en el programa CBS This
Morning.
Horas antes, Trump dio a entender que el remedio podría ser peor que la enfermedad, al enviar un tuit contradiciendo las sugerencias de los expertos. Trump tuiteó: “No podemos permitir que la cura sea peor que la enfermedad. Después del período de 15 días, tomaremos una decisión sobre hacia dónde queremos ir’’.
Johnson cambió de idea
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, ordenó ayer a los británicos que se queden aislados en sus hogares por tres semanas, excepto para comprar productos de primera necesidad y hacer ejercicios físicos, con el objeto de contener la propagación del coronavirus.
Lo hizo después de que el fin de semana miles de ciudadanos desoyeran las recomendaciones de mantener distancia y se volcaran a parques, playas y ferias.
El primer ministro anunció el bloqueo total en el Reino Unido en línea con las medidas de los países vecinos para frenar la escalada del virus que ya mató a 335 personas e infectó a 6.650 en el país.
Informó que sólo se permitirá salir lo mínimo indispensable para comprar lo necesario para cubrir las necesidades básicas y salir a hacer ejercicio como correr, caminar o andar en bicicleta.
Johnson dijo que podrán ir al médico, salir para ayudar a personas enfermas o vulnerables, viajar hacia y desde el trabajo, pero solo si es absolutamente necesario y no se puede realizarlo desde el domicilio. Tampoco se podrá salir con amigos ni encontrarse con otros miembros de la familia que no viven en el mismo domicilio.