La oportunidad es hoy
Aldo Cristian Alí
Los libros más modernos de autoayuda nos hablan del hoy. El poder del ahora y otros tantos, cuyo eje central es el ahora, y ahora: ¿qué estamos haciendo?
Más de mil millones de personas en cuarentena apelando al celular y la computadora. “Fugitivos hacia afuera”, agregaría, acorde con la conducta descripta para estos casos por el padre Ignacio Larrañaga en su libro El matrimonio feliz.
Otros afirmarían con relación a la ceguera física que esta conlleva la virtuosa posibilidad de cultivar nuestra mirada interior, por contraposición a la disipada conciencia que el mundo externo ofrece a través de los sentidos. Ceguera compatible con aquella que deviene de la falta de comprensión y entendimiento de la realidad.
La situación que compartimos un elevado porcentaje de la humanidad tal vez equiparable a una guerra mundial en algún momento, en cuanto a las pérdidas de toda índole sufridas (¡quiera Dios que no sea así!) nos permite optar. Optar entre continuar con los hábitos que el universo clama modifiquemos, o tomar conciencia hoy de que en su claro lenguaje nos habla, suplica y ofrece la gran oportunidad de cambiar aquello que necesitamos para evolucionar, misión primordial del ser humano, destino único al que están predestinadas todas las almas.
¿Y qué vamos a hacer hoy?, yo pregunto. Seguir viendo sin mirar, distrayendo nuestras vidas, actuando por instinto como hormigas o abejas, que al menos la sabiduría de la naturaleza las preserva.
Desde el aislamiento podemos continuar aferrados a lo externo.
Hemos “creado” todos los medios para hacerlo. También podemos despojarnos del afuera y comenzar a mirarnos a nosotros mismos y a nuestros íntimos afectos: esposas, esposos, padres, hijos.
Replantearnos el rumbo en la vida, en nuestras vidas ya no en sociedad, sino con base en ese núcleo social disgregado y hecho polvo a través de los martillazos que la tecnología y el consumo le infligieron: “la familia”.
La familia y nuestro yo, nosotros, irónicamente, seamos quizás la próxima meta del hombre y la oportunidad es ahora, hoy. Hoy se detuvo el mundo del consumo, hoy retrocede la tecnología y la producción ante el invisible y microscópico pero temido y poderoso des