Desarrollistas recalculan sus planes de financiamiento
Una de las características que distingue al mercado inmobiliario de Córdoba es la amplia oferta de financiación propia que proponen los desarrollistas para la compra de propiedades.
Por eso, el congelamiento de las cuotas de los créditos hipotecarios que estaría por imponer el Gobierno nacional, en el marco de la emergencia por el coronavirus, obliga a las compañías a evaluar qué hacer con este abanico de opciones que, en su mayoría, se actualizan en función de la variación mensual del costo de la construcción.
Por ahora, el grueso de las desarrollistas no ha tomado decisiones concretas respecto a sus propios planes. Pero sí están evaluando qué hacer si comienzan a tener problemas para que sus clientes afronten el pago de los compromisos mensuales asumidos.
“Esta es una situación que nos excede, que cambia minuto a minuto. Es difícil dar una respuesta, pero la idea es aplicar el sentido común y hacer lo que hemos hecho siempre con nuestros clientes: en el caso de que alguno tenga inconvenientes, analizarlo , comprobar que realmente está con una situación complicada y buscarle una solución”, señaló Horacio Parga (hijo), director financiero de Edisur.
En el caso de esta empresa, por ejemplo, la mayoría de los emprendimientos se sostienen en fideicomisos en los que cada comprador es un fiduciante. Por lo tanto, cambiarle las condiciones a uno significaría también tener que modificárselas al resto.
“No podemos pensar sólo en los clientes, también tenemos proveedores, nuestros propios colaboradores. Puede significar demorar o paralizar obras que puede no ser conveniente para todos”, agregó.
Con una posición similar se expresó Lucas Salim, presidente del Grupo Proaco: “La postura es evaluar caso por caso y, si el cliente tiene algún inconveniente, no complicarlo”. “Es algo que hemos aplicado en otras oportunidades y jamás tuvimos algún problema judicial para cobrar. De última, cuando vemos que están muy complicados, les hemos ofrecido venderles el inmueble para que puedan salir del problema”, mencionó.
Clase media
Quienes sí ya tienen una decisión tomada son los directivos de Conoc Habitar. Ezequiel Ocaña, titular de la empresa, explicó que el sistema que tienen para sus barrios consiste en una revalorización trimestral de la cuota en función del precio de la bolsa de cemento. “Ya definimos dejar sin efecto la actualización del 1° de abril. Y la del 1° de julio, veremos”, subrayó Ocaña, cuyos principales clientes son familias de clase media.
En la Cooperativa Horizonte, cuya masa de asociados está integrada en su gran mayoría por cuentapropistas o trabajadores independientes (asalariados) que son los más golpeados por la cuarentena, también reconocen que es difícil alcanzar una determinación.
“Los incrementos de los materiales de la construcción y de la mano de obra no podemos obviarlos porque significaría demorar obras o no poder construir. Pero en esta crisis dentro de la crisis habrá que buscar alternativas”, mencionó su presidente, Carlos Moro.
Destacó que el financiamiento de la cooperativa es blando y que el cliente desde el inicio tiene la posibilidad de atrasarse cinco meses y no estar aún en mora. “Lo que puede suceder es que estos meses el propietario pague menos y se estire más el plazo hasta la cancelación del crédito”, indicó Moro.
Mientras tanto, se espera que el anuncio del Gobierno sobre el congelamiento de los créditos hipotecarios sea a través de un decreto de necesidad y urgencia.
UNA DE LAS EMPRESAS, CONOC HABITAR, NO APLICARÁ LA ACTUALIZACIÓN DE LA CUOTA PREVISTA PARA EL 1° DE ABRIL.
EN EL SECTOR COINCIDEN EN QUE ES DIFÍCIL
TOMAR MEDIDAS GENERALES Y QUE ANALIZARÁN “CASO POR CASO” LOS PROBLEMAS.