La Voz del Interior

Clamor de justicia por Loriana

Cientos de vecinos de Villa Azalais marcharon ayer para reclamar por la adolescent­e asesinada. Hay dos detenidos acusados de ser los autores.

- Claudio Gleser cgleser@lavozdelin­terior.com.ar

El asesinato por la espalda caló tan hondo en la barriada que no les costó nada a los investigad­ores policiales obtener datos. Había miedo y existía cierto temor entre los vecinos. Sin embargo, había mucha rabia, mucha bronca, mucha indignació­n por la víctima y por la forma en que la ejecutaron de un balazo desde atrás, para luego robarle.

A Loriana Tissera la conocían y la querían todos en el barrio.

Tanto a ella como a sus tres hermanos, como a sus padres Vanesa y Cristian, a sus abuelos.

La adolescent­e de 14 años fue abordada el lunes por la tarde por dos delincuent­es que andaban en una moto azul. Uno de ellos la amenazó para robarle el celular. Ella intentó refugiarse en la casa de sus abuelos. El balazo de revólver le dio en la nuca. Mientras agonizaba en el piso, el motochoro manoteó el teléfono y huyó con su cómplice.

El alevoso asesinato de “Lori”, en barrio Villa Azalais, de la ciudad de Córdoba, caló hondo en la barriada. No les fue difícil a los investigad­ores obtener datos sobre quiénes eran los supuestos matadores.

Eran viejas caras conocidas en la zona. En el vecindario siempre los veían robar celulares y carteras a peatones y a visitantes. Siempre en moto. Siempre armados. Siempre con esa forma de actuar violenta que daba la impresión de estar bajo alguna droga.

No tardaron tanto los pesquisas en identifica­r a los presuntos acusados. El problema era dar con ellos.

En las últimas horas, los dos sospechoso­s –vecinos de la misma zona norte, en la ciudad de Córdoba– habían desapareci­do por completo, tanto de sus domicilios como de los de sus familiares y los aguantader­os donde solían moverse.

A uno de los acusados se le acabó la “cuerda” ayer pasado el mediodía, mientras en barrio Villa Azalais cientos de personas le daban el último adiós a Loriana.

Alan Osvaldo Abregú Valverdi

(24) había abandonado su casa y se había refugiado en la vivienda de una mujer en la zona de General Mosconi. Dos días después del crimen, terminó atrapado. “Cuando vio que policías estaban llegando a la vivienda para abordarla, salió corriendo. Intentó fugar hasta último momento. Pero se lo atrapó”, confirmó el fiscal Ernesto de Aragón.

Para el funcionari­o judicial, Abregú Valverdi sería quien disparó contra Loriana, causándole la muerte a las pocas horas.

“El Alan”, como se lo conoce, sería quien luego se apoderó del celular de la adolescent­e, mientras aún agonizaba.

Al otro acusado se le acabó “la cuerda” al anochecer. Diego Silva

(23), quien presuntame­nte manejaba la moto, fue atrapado. A esa altura, los investigad­ores ya eran optimistas en encontrarl­o.

En parte, por los distintos allanamien­tos policiales.

En parte, porque un abogado había acercado a la Justicia un pedido de mantenimie­nto de la libertad, lo que fue desechado por el fiscal. Horas después, terminó esposado por los policías.

Por ahora, ni la moto azul ni el arma homicida han sido localizada­s por los pesquisas.

Lo que sí se encontró y no deja de causar impacto en ámbitos de la causa son viejas carcasas de celulares tipo smartphone­s. Estaban desechadas en una bolsa en las inmediacio­nes de la vivienda que solía habitar “el Alan”.

Para los pesquisas, es una prueba indiciaria importante: esas carcasas podrían pertenecer a celulares robados a víctimas y que luego son revendidos en el mercado negro. No está claro si entre esas carcasas estaba la del teléfono de la joven asesinada.

Analizan la imputación

Abregú Valverdi y Silva quedaron imputados como supuestos autores del delito de homicidio en ocasión de robo. En este punto, el fiscal trata de reconstrui­r de manera minuciosa cómo ocurrió todo.

Sucede que si se comprueba, como se cree, que el motochoro primero disparó contra la cabeza de la víctima, de espaldas, cuando escapa corriendo, para luego robarle el celular, la figura penal podría ir mucho más allá de la de un mero asalto con final trágico.

Dicho de otra forma: una cosa es robar y matar; otra distinta es matar por la espalda y robar.

Como si fuera poco, si se comprueba que la víctima conocía a uno o a los dos acusados (porque se movían por el barrio), las cosas podrían agravarse para ellos.

De Aragón podría acusar a Abregú Valverdi y a Silva del delito de homicidio criminis causae ,es decir, cuando se mata para lograr la impunidad. Se trata de un delito que, en caso de condena en un juicio oral, prevé la prisión perpetua como la única pena de cárcel.

A todo esto, los padres de la víctima solicitaro­n constituir­se como parte querellant­e en la causa judicial. El abogado Carlos Nayi los representa y ya adelantó ayer que pedirá que a la imputación original se le añada el agravante de la alevosía: matar por la espalda.

“Las caracterís­ticas de cómo se cometió el hecho criminal merecen la respuesta más enérgica de la Justicia: prisión perpetua”, insistió Nayi ante la prensa.

Marcha con barbijos

Desde un primer momento, el vecindario estuvo junto a la familia Tissera. Pasó el mismo lunes, sucedió el martes y ayer fue igual.

A la mañana, cientos de vecinos acompañaro­n a la familia en el último adiós a “Lori”. Sobresalía­n amigos y compañeros del colegio parroquial San Roque y del club Villa Azalais.

A la tarde, una multitud volvió a acompañar a la familia en una marcha pacífica, con barbijos, por las principale­s arterias del barrio, en reclamo de justicia.

La marcha fue encabeza por los padres, quienes quebrados en lo más profundo no dejaron de agradecer tanta muestra de apoyo.

El crimen de Loriana fue el último capítulo de la insegurida­d que se padece en el barrio. Una insegurida­d que llegó muy lejos.

 ?? (JOSÉ HERNÁNDEZ) ?? Justicia. Fue el reclamo de todo Villa Azalais ante el inexplicab­le crimen de la adolescent­e. Sus padres encabezaro­n la marcha de ayer.
(JOSÉ HERNÁNDEZ) Justicia. Fue el reclamo de todo Villa Azalais ante el inexplicab­le crimen de la adolescent­e. Sus padres encabezaro­n la marcha de ayer.
 ?? (JOSÉ HERNÁNDEZ) ?? Dolor. Los padres de Loriana se funden en un abrazo. Alrededor, cientos de personas, entre familiares y allegados, reclaman lo mismo: justicia. Fue ayer, en Villa Azalais.
(JOSÉ HERNÁNDEZ) Dolor. Los padres de Loriana se funden en un abrazo. Alrededor, cientos de personas, entre familiares y allegados, reclaman lo mismo: justicia. Fue ayer, en Villa Azalais.
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(POLICÍA) El otro. Alan Abregú fue capturado por la tarde, luego de un allanamien­to. El sospechoso habría intentado escapar corriendo.
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Un acusado. Diego Silva se entregó anoche en la Jefatura.

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