En bicicleta, directo hacia la libertad
El 17 de junio estrenará “El límite infinito”, documental sobre el cordobés Jean Maggi. Producido por Campanella, cuenta una historia de superación y tenacidad. Estará en Netflix.
La tenaz historia de autosuperación del cordobés Jean Maggi llegará el 17 de junio a Netflix, con un documental que grafica con tintes de épica su vida. El límite infinito se centra en un logro fundamental: su ascenso en bicicleta de mano ni más ni menos que al Himalaya, es decir, el paso más alto del mundo.
La de Maggi es una de esas historias que encajan con el rótulo “de película”. Al año de edad se enfermó de poliomielitis, pero por algún mecanismo psicológico complejo su discapacidad no hizo más que potenciarlo en diferentes direcciones. En primera instancia se entregó a los excesos, hasta que un infarto le marcó la cancha y lo puso al límite. Ahí se reconvirtió como un devoto de la práctica deportiva, y lo hizo con la misma intensidad y convicción de superarse a sí mismo. Siempre quiso dejar atrás al “pobrecito” que le quedó marcado de su infancia, como solían decirle las señoras cuando lo veían con sus muletas.
Sobre ese lienzo es que el director Pablo Aulita, bajo la producción de Juan José Campanella, llevan adelante un documental que se podría definir como “tradicional”.
El montaje va y viene sobre su proeza en esa cordillera intercalada con la reconstrucción de su vida, desde el bullying infantil al autodescubrimiento adolescente. Hubo algo que selló la vida de Maggi y que remarca constantemente: la lucha contra la discriminación de otros y la propia. En ese contexto, las posibilidades liberadoras de la bicicleta se convierten en un oasis que Maggi abrazo más que con su cuerpo, con su alma.
La transformación de fondo
El documental relata muy bien cómo esta capacidad de moverse libremente que le otorgaba la bicicleta destrabó un costado como deportista de elite que Jean tenía en sí pero desconocía. Constantemente la película busca defender la premisa de que la fuerza de voluntad y superación puede ser el mayor incentivo para igualarnos. En ese sentido, la discapacidad es prácticamente una circunstancia que puede ser superada. La vida del protagonista es la prueba viviente de ello.
Lo que se omite de raíz son las evidentes posibilidades socioeconómicas con las que contaba Maggi. Ojalá bastara con proponérselo para alcanzarlo.
Sin embargo, en el último cuarto de El límite infinito tanto el protagonista como el espectador encuentran el verdadero sentido del “viaje” que realizó este atleta. Dejando de lado cierto costado “egocéntrico” que siempre lo había impulsado, al hacer cima en el Himalaya Maggi comprende que en vez de seguir buscando desafíos en lo personal, su verdadera realización se puede dar cuando mira hacia abajo para ayudar a otros a romper sus límites.
Ahí es cuando el documental se torna emotivo y pasa a tener una visión más amplia que la de un “superhéroe” sobre ruedas, por más real que eso sea.