El riesgo, ahora, es que nos relajemos demasiado
La provincia de Córdoba ingresa en una nueva etapa en la lucha contra el coronavirus. Del aislamiento pasamos ahora al distanciamiento social, merced al retroceso registrado en las últimas semanas en la circulación comunitaria de la enfermedad que desde comienzos de año tiene en vilo a toda la humanidad.
Sin dudas, se trata de una buena noticia. El virus sólo está activo en conglomerados poblacionales pequeños, donde es posible aislar los casos positivos que allí aparecen, y con las medidas adecuadas – aprendidas en estos largos 100 días de cuarentena– puede ser neutralizado a tiempo.
En esta nueva situación, más actividades económicas podrán ser flexibilizadas, para intentar recuperar al menos algo de lo mucho que han perdido mientras duró el parate obligatorio. El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) de la Provincia terminará definiendo mañana el alcance de dichas aperturas, y la manera de ponerlas en práctica en los días subsiguientes.
Lo reiteramos: se trata de una buena noticia.
Pero ello no puede significar un relajamiento mayor que el que demanda el actual momento. El virus sigue allí, esperando justamente que nos olvidemos de él, para volver a entrar en acción. Cualquier descuido puede obligar a que todos retrocedamos. No uno, ni dos pasos. Quizás varios. Basta ver lo que está pasando en otros países del mundo, que flexibilizaron de más, y antes de tiempo, convencidos de que la enfermedad había quedado atrás, y de un día para el otro tuvieron que volver a implementar medidas fuertemente restrictivas para detener nuevos rebrotes.
El riesgo es que nos relajemos de más y que abandonemos prácticas de prevención sanitarias que son indispensables para cuidarnos entre todos. Eso mismo es lo que advierten distintos especialistas consultados para la edición de nuestro Primer plano de hoy, donde adelantamos el alcance que tendrá la nueva etapa de distanciamiento social, y los recaudos que es necesario seguir tomando para no echar por tierra con el enorme esfuerzo social realizado en los últimos tres meses.
EL INGRESO A LA ETAPA DE DISTANCIAMIENTO SOCIAL NO DEBE IMPLICAR EL ABANDONO DE PRÁCTICAS DE CUIDADO Y PREVENCIÓN.