Este año, los salarios caerían 15% por efecto de la pandemia
Aún se desconoce la dimensión del impacto que el coronavirus tendrá en la economía argentina. Sin embargo, los economistas comenzaron a ensayar modelos estadísticos para tratar de augurar el futuro, y uno de los primeros cálculos anticipa que los salarios podrían terminar el año con un desplome de hasta el 15 por ciento.
La fórmula para anticipar ese derrape se basó en un análisis de la serie histórica de los datos del Ministerio de Trabajo de la Nación. “Los resultados obtenidos muestran, en general, una reducción de los ingresos superior a la caída pronosticada para la economía, evidenciando la alta sensibilidad de los salarios reales a los vaivenes del ciclo económico”, explicó Ana Inés Navarro, quien lideró un equipo de economistas rosarinos que abordó el tema.
Ante la consulta de este medio, Navarro remarcó que el estudio que elaboró la Fundación Banco Municipal, concluyó en que, “en promedio, las remuneraciones anuales disminuyen aproximadamente -1,5 por ciento ante una contracción anual de un punto porcentual del PIB”.
“De este modo, por ejemplo, si la producción se reduce en -7 por ciento, se espera que los salarios reales caigan -10,5, ascendiendo esta última estimación a -15 y -22,5 por ciento si se proyectan contracciones del PIB del -10 y -15 por ciento, respectivamente”, detalló.
Todo dependerá de la caída real con la que Argentina termine el año, que según las proyecciones del Banco Central será del 9,5 por ciento, mientras que para el Fondo Monetario Internacional la baja llegará al 9,9 por ciento.
Además, la relación entre la caída económica y la contracción de los salarios también variará según las actividades –donde el mayor golpe lo recibirán las vinculadas con la construcción y la industria– y los grupos de la población. “Y los salarios que están en el sector informal van a tener una caída mayor”, completó la economista.
El panorama indica que la caída podría ser mayor a la de 2019, cuando los salarios terminaron el año con una pérdida de casi 13 puntos frente a la marcha de la inflación, tal como lo confirmó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
La fórmula para alcanzar esa conclusión contempla el fenómeno de la inflación, cuya marcha se detuvo ante el drástico freno del consumo con la cuarentena que el presidente Alberto Fernández puso en marcha para amortiguar la llegada del Covid-19.
Proyección
El escenario proyectado supone uno de los desafíos que el Gobierno nacional tendrá que encarar en el marco de la misión para reactivar el consumo y así poner en marcha a la economía tras el parate obligado ante el coronavirus.
“No creo que el Estado argentino esté en condiciones de apuntalar nada. Hay un Estado que ya venía quebrado, hay una renegociación de la deuda que no sabemos qué final tendrá y se sigue estirando, no hay financiamiento y se está recurriendo a una emisión monetaria sin precedentes para la Argentina que está llevando el déficit fiscal a 6 o 7 puntos del PIB”, describió Navarro.
Los números que se auguran podrían significar un punto de extremas tensiones para el sector privado, si es que los gremios intentan recuperar el terreno perdido. Pero la experiencia cercana minimiza esa posibilidad, porque los sindicatos acomodaron el cuerpo para mantener los puestos de trabajo. Claro que también los despidos quedaron contenidos por la extensión de la doble indemnización que dispuso el Gobierno.
“Se necesita financiamiento e inversión genuina para mover la economía. El sector externo habrá que ver cómo evoluciona, pero no lo veo en este momento como un elemento que traccione demasiado porque hubo muchos cierres de economías”, completó Navarro.
Y agregó que se debería “liberar un poco la carga impositiva y de
El pase de zona de aislamiento a la de distanciamiento, que dispuso la Nación para Córdoba, podría tener impacto en el cese del pago del Ingreso Familiar de Emergencia. La lógica de Anses es que las zonas más flexibles dejen de recibir la ayuda.
restricciones que tiene la actividad económica para sacarnos el polvo del derrumbe de encima y empezar a caminar de nuevo”.
Otra vez, la salida de la crisis dependerá entonces de la solución de problemas previos a la pandemia y de carácter estructural. El otro elemento clave será el ánimo de los consumidores y, fundamentalmente, de los inversores.