La política tradicional juega su partido en Belgrano
Dos candidatos con altos niveles de conocimiento disputarán la conducción del club de barrio Alberdi. Artime tiene de aliados a varios peronistas. Pérez define su estrategia con expertos en campañas.
El Club Atlético Belgrano tiene en su ADN la política: Arturo Orgaz fue mucho más que uno de sus fundadores y el primer 2; también fue un líder de la Reforma Universitaria y un destacado dirigente del socialismo, partido que lo llevó al Congreso y a través del cual se opuso al gobierno de Juan Domingo Perón, lo que derivó en su detención.
El club tiene otro componente: la fuerte identificación de un barrio que hasta hace algunas décadas fue cuna de la vanguardia estudiantil; donde se registraron violentas batallas del Cordobazo y del Viborazo; que cayó en la desesperación cuando cerró la Cervecería; que ocupa desde principios de este siglo un punto rojo en el mapa de la venta de droga. Un barrio que resumió el ideario del obrero y estudiante, que alimentó el sueño de “m’hijo el dotor”, que se opuso a las dictaduras y que les dio vecindad a miles de inmigrantes.
En ese contexto se juega el partido para definir quién se sentará en la silla más importante del barrio. De un lado, el equipo de Luis Fabián Artime, uno de los grandes ídolos celestes. Del otro lado, sin formación aún confirmada, el de Armando Pérez, el último gran presidente. Como pocas veces, la campaña en Alberdi se profesionalizó, al tiempo que varios dirigentes del peronismo se formaron con Artime.
Las formaciones
Artime se rodeó de empresarios y de CEO: Ricardo Leiva, mano derecha de Aldo Roggio; el desarrollista Héctor “Tato” Gennaro; el supermercadista Antonio Mariano, de Mariano Max; Claudio Giomi, de Arcor; Diego Merlino, del conocido corralón, y Abel Granillo, del sector de telecomunicaciones. Pérez piensa repeler ese fuego empresarial con Euclides Bugliotti y con él mismo: la promesa de Pérez es ser Pérez.
La plata de un club de fútbol siempre es un problema: un mercado repleto de offshore, con venta de intangibles de cotización impredecible y la demanda de la hinchada de contratar un equipo competitivo. En este contexto, se agrega que cuando regrese el fútbol lo hará en una fuerte recesión, con clubes en crisis.
En el equipo de Artime precalientan dos jugadores de vasta experiencia: el economista Nadin Argañaraz, experto en cuentas fiscales, y Ángel Mario Elettore, exministro de Economía de José Manuel de la Sota y de Juan Schiaretti y actual líder de Trasus, empresa que asesora a gobiernos y a organismos públicos.
Entre los tópicos de la campaña, los seguidores del exgoleador prometen la creación de un fideicomiso para ampliar el control sobre las ventas de jugadores. Es una chicana para sembrar dudas respecto de las varias transacciones que hizo el club durante las presidencias de Pérez.
En cambio, el equipo de Pérez destaca que la “venta directa” a Europa, sin el paso previo Buenos Aires, permitió un ingreso de fondos que cambió de raíz la infraestructura del club. “La deuda certificada de la quiebra fue de cinco millones de dólares; las acreencias actuales son de siete millones de dólares. Cuando llegó Armando había 600 socios, hoy hay 30 mil activos”, dice uno de los principales colaboradores de Pérez.
La campaña de Pérez buscará elementos racionales, como la infraestructura con la que ahora cuenta el club, y confrontará con el discurso pasional de Artime, vinculado a las últimas campañas del equipo de fútbol masculino.
A la hora de salpicar barro, desde el sector de Pérez machacan que, entre los clientes de Trasus, la consultora de Elettore, están Epec, la Fuerza Policial Antinarcotráfico y las municipalidades de Río Cuarto, Alta Gracia y La Calera.
El exintendente de esta última localidad y actual legislador provincial de Hacemos por Córdoba, Rodrigo Rufeil, es uno de los integrantes de la lista de Artime. Desde el espacio de Pérez recuerdan los allanamientos al municipio hace un año, en el marco de una denuncia por enriquecimiento ilícito de la Coalición Cívica, instrucción que lleva adelante el fiscal Anticorrupción Matías Bornancini.
Comparte lista con Juan Hipólito Negri, jefe de la primera minoría en el Concejo Deliberante y socio electoral de la Coalición Cívica. “Teniendo mucho para perder, decidí hacer algo por el club que amo; esa es mi actitud con las cosas que yo quiero”, dice Negri, quien sostiene que la política partidaria no desarma, “más allá de alguna chicana”, al equipo de Artime.
¿Traspasarán el portón de Orgaz 510 las batallas políticas de la ciudad? Es un “win” por el que Pérez quiere desbordar: por eso desde ese espacio remarcan que Negri comparte en Belgrano lista con la presidenta del Tribunal de Cuentas de la Municipalidad, Miriam Aparicio.
Días atrás, el subsecretario de Cultura municipal, Federico
Racca, se reunió con Aparicio, con Artime y con integrantes de esa lista en su despacho del Cabildo. “Nos encontramos con Luifa, con Claudio Giomi y con Miriam Aparicio para conocer la política cultural que vienen pensando desarrollar en el club y en el barrio Alberdi”, escribió en las redes al pie de la foto en la que aparecían los protagonistas del encuentro.
Juan Pablo Quinteros, de Encuentro Vecinal, salió a cruzarlo: “No participo de ningún espacio, soy socio de Belgrano e iré a votar en esa condición, pero no me parece que la política deba meterse en instituciones de otra naturaleza”, dijo el concejal, habitué de la Preferencial en el Gigante.
Pérez, de contra
El interventor de la Caja de Jubilaciones, Mariano Méndez, integra el equipo de Pérez. No tiene perfil político, sino técnico. Méndez reporta con el ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano. De Giordano depende otra área clave en esta elección: la inspección de personas jurídicas, que conduce Verónica Sanz. La funcionaria ya tomó la primera gran decisión: el padrón que se usará en la elección será el que regía el día anterior al inicio de la cuarentena.
Observadores de la interna del “peronismo técnico” sostienen que la disputa entre el exministro y el actual, los únicos que ocuparon la cartera en los últimos 17 años, sigue irresuelta.
Para diferenciarse de Artime, Pérez renegará de los políticos que quieren ser titulares en el club. “El funcionario que esté en el club desatenderá alguna de sus funciones: o la pública o la de Belgrano”, es el eje de ese discurso.
La campaña que se avecina en Alberdi tendrá como estrella una vieja práctica política: “puntear” los padrones. Quienes atan las posibilidades del éxito de Pérez a la racionalidad de lo que hizo durante la década que gobernó Belgrano apuestan a los mayores. “A más edad, más racionalidad”, repite uno de los estrategas de Pérez, que repasa la edad de los socios que votan.