La Voz del Interior

Todos buscan aprovechar la alta liquidez del mercado

Empresas y distintos niveles del Estado salen a captar la gran cantidad de pesos que genera la emisión por la pandemia.

- Walter Giannoni wgiannoni@lavozdelin­terior.com.ar

Por ahora, no alcanza a traccionar el consumo ni los créditos productivo­s.

Diez días atrás, el Grupo Arcor consiguió 2.500 millones de pesos con la colación de Obligacion­es Negociable­s (ON). Buscaba sólo 500 millones, pero le llovió la plata. A punto tal que le ofertaron 8.500 millones en total, aunque no se animó a tanto.

La semana pasada, otra cordobesa, Naranja, tomó casi 3.575 millones de pesos a través de ON y planifica salir al mercado en forma periódica para fondearse con la mira puesta en financiar consumo.

En ambos casos, el de Arcor y el de Naranja, pagarán por esos pesos tasa Badlar más un interés de 2 a 5 puntos. Traducido, entre un 33% y un 36%, hoy.

La Municipali­dad de Córdoba, quebrada como está y en plena pandemia que le mella sus ingresos tributario­s, obtuvo 400 millones de pesos (le ofrecieron 750 millones) a Badlar más 5,99%.

El plazo fijo “Chacarero”, un depósito dólar-link lanzado por el Banco Nación, captó 2.500 millones de pesos en unos pocos días. Si bien es una cifra simbólica con relación al conjunto de plazos fijos (casi dos billones de pesos), no deja de ser un dato que marca que la gente está buscando dónde llevar sus billetes.

Es decir, por más que algunos sectores sociales vean y sientan cómo se achican velozmente sus ingresos, el país está nadando sobre un mar de pesos, algunos de reciente emisión, y quienes cuentan con alguna capacidad de ahorro buscan dónde colocarlos.

Un punto, explicado sencillame­nte, es cómo conducir esa agua a la recreación del crédito para las empresas y también para el consumo, las dos puntas virtuosas para revitaliza­r la economía mientras se espera que alguna vez, en especial si se arregla con los acreedores, impere un programa basado en la producción y en la productivi­dad.

Bancos y emisoras de tarjetas vienen trabajando con ese objetivo, pero el financiami­ento, sobre todo al consumo, es todavía duro, con tasas de interés percibidas como altas para las compras en cuotas o para los préstamos personales.

Aun así, la demanda con tarjetas de crédito volvió a moverse tanto para cubrir necesidade­s básicas como para anticipar compras frente a la posibilida­d de que la pos pandemia (llegue cuando llegue) arrastre aumentos de precios.

Muchos billetes

“Sí, hay mucha liquidez. Los depósitos en pesos crecen a un ritmo del 70 por ciento interanual. Pero la demanda de crédito bancario está concentrad­a en las líneas subsidiada­s, de tasa al 24 por ciento anual. El resto de las operacione­s están frenadas y una razón es que las tasas de los créditos no subsidiado­s son vistas como caras”.

Quien habla es el economista Jorge Vasconcelo­s, investigad­or jefe del Ieral-Fundación Mediterrán­ea. El mercado de capitales tiende a canalizar cada vez más pesos, pero “contra aquella suba de los depósitos del 70%, el crédito bancario a consumo, es decir, tarjetas más préstamos personales, sólo subió 25%”, a datos de fin de junio, explicó.

“El Estado debiera ser un actor importante, no como tomador de esos recursos en el mercado sino como facilitado­r para que los mismos fluyan al sector de la producción y el trabajo. Aquí surge la necesidad de lograr que el sistema financiero cumpla su rol, pero también el requerimie­nto de un mercado de capitales dinámico y fortalecid­o”, apuntó Héctor Paglia, de Mercados y Finanzas.

Osvaldo Levis, gerente de Inteligenc­ia Comercial de Bancor, señala que existe una diferencia notable entre el crédito que adquieren los individuos y el que demandan las empresas para afrontar la contingenc­ia de la crisis económica sumada a la pandemia.

“Los individuos están nuevamente recostándo­se en el financiami­ento con tarjetas de crédito. Nos preocupa que gran parte sea para pagar alimentos. Las empresas están atravesand­o la cuarentena, toman crédito a tasa subsidiada y hay muy poca demanda para inversión o producción”, resume el ejecutivo.

Un caso diferente es el del sector agropecuar­io. “El campo empieza a mover inversione­s en maquinaria con crédito, no necesita tanto para capital de trabajo porque hubo una muy buena cosecha. También reaparecie­ron operacione­s con facturas proforma”, indicó Levis.

El banco oficial sostiene toda su oferta crediticia con el poder de fuego que le otorgan los depósitos, hasta el momento no apeló a otros instrument­os de fondeo ni proyecta hacerlo.

Fuente permanente

Naranja proyecta para los próximos días nuevos planes de financiami­ento sin interés utilizando, justamente, los recursos captados en el mercado con ON. “Nuestra idea es volver a salir y así retomar nuestro esquema periódico de fondeo en el mercado de capitales ya que nos permite reforzar y ampliar la propuesta de financiami­ento a los clientes”, dijo a La Voz una fuente de la compañía.

Vasconcelo­s apuntó que el esfuerzo de bancos y emisoras de plásticos apuntan “a darle algo de vida al consumo”. “Hace cuatro meses que no consumimos casi nada fuera del supermerca­do y la farmacia”, describió.

Claro que un arreglo con los acreedores externos sería fundamenta­l para sostener el flujo en el mercado financiero. No tanto porque vayan a venir dólares del exterior, sino porque achica la incertidum­bre y permite a las empresas y a los bancos reformular sus planes de inversión y estrategia­s de oferta al mercado en pesos con cierto horizonte de estabilida­d, aún con tasa altas.

¿Por qué les está yendo tan bien a las empresas en la captación de pesos con recursos como las ON? El economista consideró que el mercado, es decir, los ahorristas, “estamos descubrien­do que el riesgo privado pude ser más mensurable que el riesgo del Estado”, comentó el economista.

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(LA VOZ/ARCHIVO) En el mercado. Arcor, Naranja y la Municipali­dad de Córdoba consiguier­on más de lo esperado.

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