No hay secretos en torno a la foto del Spinetta justicialista
La hizo Andy Cherniavsky en la previa de La Falda ’86, y tiene al “Flaco” contagiándoles alegría a Charly, Fito, Calamaro y Gieco. A días de ser restaurada por un veinteañero, la autora y un protagonista revisan su contexto.
“Conferencia de Prensa, Festival de La Falda”. Así está archivada la famosa foto de Andy Cherniavsky que muestra a Luis Alberto Spinetta parado, con los dedos en V y frente a una mesa en la que están sentados (y sonrientes) Charly García, Fito Páez, Andrés Calamaro y León Gieco.
La misma que ahora se resignifica al ser restaurada – coloreada por el joven bonaerense Matías Peralta, respetando un recorte que omite a la cantante Fabiana Cantilo y al periodista Víctor Pintos, ubicados en los extremos izquierdo y derecho de la mesa al momento del click.
¿Acaso Spinetta sacaba a relucir pertenencia a un movimiento, el justicialista, con el que mantuvo una relación cercana o distante según el período histórico? ¿O tan sólo se predispuso a distender el ambiente solemne de una conferencia con uno de sus movimientos de humor absurdo precapusotteano?
“Yo sólo puedo aportar que la tengo archivada así, y que no recuerdo que haya pasado algo especial”, dice Cherniavsky al ser consultada por VOS y casi desentendiéndose del impacto visual que hoy genera lo que su cámara captó en el hotel Tomaso Di Savoia, algo aproximado a La última cena de Da Vinci (entre 1495 y
1498) o a Asado en Mendiolaza de Marcos López (2001).
Ahora bien, ¿en qué año? “Fue en febrero de 1986, en la previa del Festival de La Falda”, apunta sin dudar Víctor Pintos, establecido en Córdoba desde hace años.
“Lo que recuerdo es que era una conferencia de prensa de La Falda, pero a raíz de la restauración, y de que Víctor Pintos intervino en el posteo del pibe que la hizo, parece que fue un adelanto de Privé
(1986), el disco del Flaco. Lo curioso es que estábamos todos ahí”, rearma Cherniavsky, quien recientemente acaba de publicar el libro Acceso directo, Memorias de una fotógrafa del rock argentino (Planeta).
Y Pintos hace gala de su memoria prodigiosa para respaldar su versión: “Por 1985 estaba sin laburo y, de repente, me convocaron para que sea el encargado de la logística porteña del proyecto De Ushuaia a La Quiaca, que estaba haciendo León Gieco. Laburé en Abraxas, una productora que estaba en Callao casi Viamonte y que representaba a Gieco y también a Spinetta. Resulta que Luis estaba grabando Privé, un disco que él buscaba que sonara digital en un tiempo en el que todavía se hacía todo analógico”.
“El disco se estaba haciendo en (el estudio) Moebius y estaba saliendo muy caro. Y Luis tenía que ir garpando, por lo que aparecía periódicamente por Abraxas a manguearle guita a Pity (Yñurrigarro, el mánager), que después la compañía iba a reponer. Luis aparecía en ese tiempo por Abraxas y venía a mi oficinita, donde siempre yo estaba tomando mate. En ese tiempo tuve un montón de charlas con él”, prosigue Pintos a modo de preparación de terreno para respaldar su certeza de que la foto se hizo en febrero de 1986.
“En febrero, cuando terminó el disco y fuimos a La Falda, Luis me pidió que lo presente en la audición pública que se hacía el disco. Esa es la razón por la que estoy en la cabecera de la mesa. Me acerqué y dije ‘Luis Alberto Spinetta’. A la mierda, ¿qué más podía decir? Todo el mundo aplaudió, Luis se paró, hizo ese gesto y, clic, la foto de Andy Cherniavsky, que en ese momento era la compañera de Andrés Calamaro”, completa el biógrafo de Tanguito.
“La foto es la que se conoce, pero hay otra en la que, a la derecha de Charly, aparece Fabi Cantilo. Yo quedé de pedo. Oficialmente, me siento en esa gloriosa foto soy una especie de colado en La última cena de Da Vinci. Yo sería el mozo que se acercó a preguntar ‘¿alguien desea algo más?’”, cerró.
Así que la foto icónica no representa un momento tan especial más allá del dato categórico de que reúne a seis artistas fundamentales del rock argentino, y de que muestra a uno de ellos elevado y spameando alegría al resto. Todo, en la previa de un evento en el que la intolerancia del público del rock se puso tan de manifiesto, que Luis terminó acuñando el concepto “Téster de violencia”, luego inmortalizada como título de disco.
Acaso sea esa felicidad contagiosa de Spinetta el elemento que convirtió en icónica a la toma. Y lo que motivó la restauración de Matías Peralta. “Cuando encontré esa foto en un grupo de Facebook pensé ‘no puede ser real’. Por la cantidad de grandes que están ahí”, contó Peralta al sitio Rock.com.ar.
“Hay un problema con esa foto, porque en internet no se encuentra en buena calidad. Entonces, lo que hice fue, con una inteligencia artificial y a mano con Photoshop, tratar de agrandarla y arreglarle los pixeles que están rotos. Trabajé también con Lightroom y para los fondos una inteligencia artificial programada en Python”, añadió luego, pisando terreno técnico.
Con respecto a cómo decidió los colores que tenía la escena original, el joven reveló que los imaginó: “Hay fotos en las que podés preguntar o investigar alguna referencia. Igualmente, tenés que ver cómo quedan con la iluminación. Mayormente, quedan mejor los colores fríos. Me gustaría tener colores cálidos, como un rojo fuerte o un verde, pero bueno: se hace lo que se puede”.
A Cherniavsky le gustó el trabajo de Peralta, y ante la consulta de VOS sobre los límites legales de este tipo de movidas, precisó: “Una cosa es que lo haga a modo artístico y otra que busque un rédito económico. Sólo en este último caso tendría problemas, porque los derechos de autor son míos y los de imagen de cada uno de los que están en la fotografía. Por lo que veo, no está en súper alta porque no está pensada para ser comercializada”.
–Supongo que el negativo está bajo siete llaves...
–Sí, claro. Tengo un archivo gigante con el material de esa época y con todas las fotos de mi vida. No quiere decir que lo haya escaneado todo, pero tener, lo tengo.
–¿Está esta foto un tu top ten de las que disparaste en vida?
–No sé, porque tengo un Top 10 mil de mi producción. Todas las fotos de esa época me hacen vibrar.