La Voz del Interior

Los cambios, a un mes del caso Solange

PROTOCOLOS. La mala actuación frente a este caso hizo que se generaran nuevas pautas para la atención de personas durante la pandemia.

- Virginia Digón vdigon@lavozdelin­terior.com.ar

Solange Musse escribió una carta unos días antes de morir donde dejó en claro lo que sentía y pensaba: “Espero que esto que le ha pasado a mi familia, no le suceda a más nadie”.

Ese es el motor que impulsó a su padre, Pablo Musse, a no quedarse de brazos cruzados y tratar de ayudar a quienes atraviesan por situacione­s similares a la de su hija en medio de esta coyuntura excepciona­l.

A un mes de la muerte de Solange, y de la repercusió­n nacional que tuvo el caso, algunas cosas cambiaron a nivel provincial con la conformaci­ón de una mesa especial para atender estas situacione­s y nuevas pautas de actuación, aunque a Pablo aún le queda “bronca y desazón” por el accionar de las autoridade­s frente a la situación que vivió su hija.

No hay dudas de que el caso de Solange interpeló a todos los protocolos de actuación en medio de la pandemia. Tan es así que muchas provincias modificaro­n rápidament­e sus protocolos para habilitar las visitas a pacientes terminales. La primera fue La Rioja. También lo hicieron San Juan, la ciudad de Buenos Aires y la Nación, a través de un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia de fines de agosto, en el que autorizó el acompañami­ento a pacientes internados “en sus últimos días de vida”.

Al mismo tiempo, otros casos tomaban estado público. Las hermanas Garay pedían por 10ª vez desde Tierra del Fuego poder entrar a San Luis a despedir a su padre, con una enfermedad terminal. Luego del caso de Solange, la Justicia federal las habilitó, pero también llegaron tarde: su papá falleció cuando ellas estaban en camino a tierras puntanas.

En Córdoba la reacción fue mucho más lenta. Después de unos primeros días de absoluto silencio de las autoridade­s provincial­es, el secretario de Gestión de Riesgo y miembro del COE, Claudio Vignetta, salió a ratificar que en ese caso el protocolo se había cumplido ya que para poder entrar a la provincia “se le exigía el hisopado (que Pablo Musse no pudo realizar por no poder afrontar su costo) y luego se le realizaron test rápidos que daban positivo” , según indicó en declaracio­nes a la prensa.

La respuesta generó aún más indignació­n. Especialis­tas en derecho constituci­onal, derechos humanos y expertos en bioética remarcaban que ningún protocolo administra­tivo puede estar por encima de un derecho humano como es el de la dignidad. También señalaron la importanci­a de atender una situación humanitari­a, como la necesidad de un padre de acompañar a su hija en los últimos días de vida.

“Toda situación de crisis pública implica una restricció­n de derechos, pero jamás éstos pueden ser anulados”, decía por esos días Martín Bárbara, entonces abogado de Musse.

Qué cambió

Días después –a una semana de la muerte de Solange– el ministro de Salud, Diego Cardozo, llamó al padre de Solange y prometió revisar “todo lo que haya que revisar” y elaborar pautas para este tipo de casos.

Para ello, se conformó la Mesa de Bioética del COE, integrada por 10 miembros entre abogados, médicos, psicólogos, personal policial y del Duar (Departamen­to Unidades de Alto Riesgo). A su vez, el sábado 12 de septiembre se aprobaron las pautas para el acompañami­ento de pacientes en situación de últimos días (SUD) y pacientes con condicione­s especiales en contexto de pandemia por Covid-19 (ver página 5)

Desde la Nación, el 26 de agosto dieron a conocer un protocolo de actuación para pacientes graves de Covid y para personas en situacione­s de últimos días de vida elaborado con la participac­ión del Foro de Sociedades Científica­s Argentinas, organizaci­ones de la sociedad civil y universida­des.

Las pautas fueron elaboradas por un grupo de expertos y fijan un marco general que luego las institucio­nes de salud deberán adaptar, de acuerdo con sus propios recursos y posibilida­des. Luego fueron revisadas por el Comité de Bioética del COE, que coordina Armando Andruet, exvocal del Tribunal Superior de Justicia.

Esas pautas se definieron en base a los proyectos que se presentaro­n en la Legislatur­a Unicameral. Uno de ellos es “Derecho al último adiós” que tiene un alcance que va más allá de la pandemia.

“Para que tuviera una ejecución más rápida, el Ejecutivo estableció las pautas que rigen tanto para institucio­nes público y privadas, como para quienes pasen sus últimos días en sus hogares”, indicaron desde el COE. A su vez señalaron que ya se intervino en situacione­s similares a la de Solange. Y pusieron como ejemplo el caso de dos hermanos mayores de 70 años que estaban con enfermedad­es terminales y se permitió ingresar a su hermano y a su madre de 92 años, provenient­es de Santa Fe.

La muerte no espera

Si hay algo que quedó claro de este tipo de situacione­s es que la muerte no espera. “Cuando hablé por teléfono con (Diego) Cardozo y luego cuando me reunió con el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julián López, les dije que los cambios se tenían que dar rápido, porque la muerte no entiende de protocolos, de espera de resultados de hisopados, ni de aislamient­os”, dijo Pablo Musse en diálogo con La Voz.

“A los dos les pregunté dónde estuvieron cuando fue lo de Solange y no pudieron responderm­e. Sus disculpas fueron aceptadas, pero yo quiero saber quiénes son los responsabl­es. Hoy siguen sin darme respuestas”, reclamó Musse.

La muerte no entiende de protocolos, hisopados y aislamient­os. Si hubiese sido un año electoral, hubieran actuado distinto.

Pablo Musse, papá de Solange

 ?? IMAGEN DE FACEBOOK ?? JUNTOS. Solange Musse murió el 21 de agosto en Alta Gracia. Cinco días antes, le habían rechazado el ingreso a la provincia a su padre y a su tía que venían desde Neuquén.
IMAGEN DE FACEBOOK JUNTOS. Solange Musse murió el 21 de agosto en Alta Gracia. Cinco días antes, le habían rechazado el ingreso a la provincia a su padre y a su tía que venían desde Neuquén.

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