Un largo paréntesis que no se cierra
La pandemia puso a buena parte del mundo en un paréntesis que aún sigue abierto y que nadie sabe cuándo va a cerrarse.
Ahí adentro se desarrolla la nueva normalidad, que cada vez tiene menos de “nueva” y más de “normalidad”.
Si bien el obsesivo interés por la contabilidad de casos y de decesos ha menguado –casi en proporción inversa al crecimiento de ambas cifras–, el coronavirus sigue marcando ya no sólo la agenda pública sino también múltiples zonas de la realidad local, nacional e internacional.
Por ese motivo, la mayoría de las noticias están relacionadas de manera directa o indirecta con ese tema.
El fenómeno y sus derivaciones son tan enormes que superan incluso los pronósticos de la ciencia ficción.
A esa magnitud impensada se enfrenta el periodismo día tras día desde hace seis meses.
La edición de hoy es un claro ejemplo de cómo la pandemia atraviesa lo social, lo sanitario lo económico, lo político, lo educativo, lo deportivo y lo artístico.
¿Quién hubiera imaginado hace un año que la celebración del Día del Estudiante podría estar vinculada con el malestar del personal de salud y de seguridad de la Provincia por sus salarios? Sin embargo, en este 2020, ambas noticias tienen un factor común. Y ya sabemos cuál es.
Lo mismo puede decirse del tema que ocupa nuestro Primer plano: la conmemoración del primer mes del caso Solange. Uno de los episodios a la vez más tristes y más escandalosos que ocurrieron durante la pandemia, en el que por las restricciones del confinamiento y por la insensibilidad burocrática un padre no pudo despedirse de su hija agonizante.
Pero también una buena noticia deportiva, como el triunfo de Diego Schwartzman en las semifinales del Master 1000 de Roma, se ve afectada por la cuestión del Covid-19, ya que el “Peque” tuvo que celebrar su victoria en un estadio casi vacío.
La pandemia puso a una buena parte del mundo en un paréntesis que aún sigue abierto y que nadie sabe cuándo va a cerrarse.