Caranta quiere seguir dando lo mejor
El arquero de Talleres dice que disfruta como nunca y habla del cruce con Boca.
“Lo que viene es lo mejor”, supo decir Mauricio Caranta antes de renovar por seis meses más en Talleres y de que se supiera que iba a arrancar el fútbol con la Copa Liga Profesional. La realidad le dio la razón: ocupó el lugar de Guido Herrera que se fue a Turquía y comandó un grupo que tomó “el compromiso” de hacer un Talleres protagonista, que llegó a ser líder. El “1” fue de lo mejor con 42 años y cumple el sueño de retirarse jugando finales y pleno. Ante Boca, “la T” se juega el pase a la Fase Campeonato.
-¿Cómo viene la semana?
–Es una final de un torneo nuevo que te lleva a este tipo de situaciones en pocos partidos. No es poco para la zona en la que nos tocó. Estoy contento por el rendimiento. Las casualidades son muy pocas y definir algo por suerte, también. existe. Pero creo en el trabajo. No es casualidad lo que pasa en el club en estos años. Podés cambiar nombres y la idea seguirá igual. En todos lados. Pocas veces lo vi en el fútbol de Córdoba. Entrenamos para ganar. Perdimos con Lanús. Generamos más. No hicimos un gran partido. Fijate lo exigente que estamos. Nos ganó, pero no nos superó. Ninguno fue superior a nosotros.
–¿Se convencieron?
–Puedo estar convencido de un modelo de juego, pero si no me comprometo, será imposible. Hay un grupo que está comprometido. Pase lo que pase el domingo van a ver un Talleres que se va a plantar para ganar. Nunca especulamos. Para tener el deseo de ser campeón, falta.
–Por años se te vio entrenar mejor que Guido Herrera sin saber cuándo jugarías, pero listo para todo. ¿Superaste tu expectativa en el regreso?
–Es lo lindo de llegar hasta donde llegué con los años. Esta posibilidad de que lo hayan negociado a Guido y de poder tener la chance de jugar... Y de que yo hubiese estado jugando iba a depender de mí. Lo sé por los años y por lo que hablé con Medina. Que un jugador se sostenga en la cancha depende de sí mismo. Por rendimientos. Quería demostrar y demostrarme que podía terminar jugando a este nivel. Falta mucho porque esto es partido tras partido. Pero si fuiste testigo del día a día, sabía que podía pasar. Me preparé. Fue trabajo. No soy supertalentoso ni superdotado físicamente. Hoy cosecho eso. Que Herrera haya jugado tanto se lo ganó. No es que yo se lo permití. Por eso pudo salir del club. Mi desafío era este. A mi edad, los sueños se van acabando. Cuando arrancás, son infinitos. Jugar en tu club, en Primera, la selección, ser campeón, conseguir cosas. Cuando pasan los años, los sueños van cambiando y se van acabando. Estoy al final de ese sueño pero hasta el último día, entrenaré como el primero.
-¿Vas a seguir tras esta Copa?
–No lo he definido. Hay cosas en juego. Que sea así, de esta forma, es un superpremio. Algo muy grande y a esta edad. Buscar otra cosa y ponerme una fecha, no es relevante. Seguramente un día me levantaré y le diré a mi familia. Luego, les daré un abrazo a mis compañeros y agradeceré y seguiré con lo que venga.
–Te veo seguir, medio año.
–Te lo agradezco. No hay un día en que no me levante con un dolor, ja. Pero tampoco uno en el que no me levante alegre. Lo disfruto y no esquivo los entrenamientos. Pero lo hago con alegría y satisfacción. Me levanté cuatro años sin la motivación de poder ir a jugar y lo disfrutaba. Imaginate lo que disfruto en este momento. Al tener más años le doy otro valor a cada momento. Me ha pasado. Había chicos que no veían la hora de irse a su casa y me pasó. Esto es lo último que tengo y los disfruto. “El Cholo” Guiñazú viene y me dice: “Sentí el olor a pasto, Mauri”. ¿Entendés? Charlo con él o con Gandolfi. Como de hablar con el psicólogo Rafael Linares, que me ayudó mucho. Disfruto eso.