La Voz del Interior

Macri le “pega” a Schiaretti; Larreta piensa más allá

- Mariano Bergero

“Péguenle”. La orden salió del corazón del macrismo nacional y llegó a la dirigencia del PRO en Córdoba. Por primera vez desde que Mauricio Macri y Juan Schiaretti interactúa­n en política, el expresiden­te presionó el botón rojo y dio vía libre para unificar la crítica en contra del gobernador Juan Schiaretti.

La munición fue granada de parte de la dirigencia provincial “amarilla” hacia la cabeza del Ejecutivo provincial. Durante años, tuvieron prohibido agraviar al “Gringo”. Ahora, el grifo se abrió.

La afrenta que no puede digerir Macri es el último posicionam­iento político del gobernador, quien mandó a sus cuatro diputados a apoyar el ajuste de recursos que la Nación le asestó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La Rosada le recortó parte de los fondos destinados a financiar a la Policía porteña. La ciudadela del PRO gobernada por Horacio Rodríguez Larreta se benefició durante años de un traspaso que incluyó dinero de todos que estuvo por encima de los gastos exclusivos que demanda esa fuerza de seguridad.

Molesto, fue Macri en persona el que abrió fuego contra el Panal, con un tuit que inscribe una nueva normalidad en el tablero político provincial.

El exjefe del Estado expresó “tristeza” al ver “cómo votaron los cuatro diputados cordobeses del PJ”. Nostálgico con el único mandatario peronista con el que trabó una sólida sociedad política mientras gobernó, se lamentó por ver a la Córdoba de hoy, que, dijo, siempre fue “ejemplo de respeto, federalism­o y autonomía”.

Más que señales

Como no sucedió antes en esta magnitud, el schiaretti­smo se acercó bastante en los últimos días a lo que puertas adentro se ha cansado en decir que rechaza: el kirchneris­mo.

Los enviados del presidente Alberto Fernández al festejo en Río Cuarto del reelecto intendente Juan Manuel

Llamosas son una de las postales recientes de la sintonía que sigue afianzándo­se entre el Frente de Todos y Hacemos por Córdoba.

La votación a favor de la quita de fondos que le practicó la Nación a la administra­ción larretista sumó un segundo elemento clave, que completa un cuadro de acercamien­to.

Ayer, incluso, el Gobierno nacional se sirvió del argumento que le faltaba para explicar el hachazo en Caba. Se hizo eco de un comunicado del bloque de diputados schiaretti­stas que expuso sin grises que la Policía porteña recibió de Macri más dinero de lo que debía.

El martes, dos de los cuatro diputados que responden directo al gobernador sellaron la suerte del proyecto K, posibilita­ndo el cuórum por el que el oficialism­o debe penar en cada sesión conflictiv­a. Hecho lo primero, la bancada completa avaló el tijeretazo que benefició inicialmen­te al bonaerense Axel Kicillof. El pretexto esgrimido por la brigada de equilibris­tas que conduce Schiaretti es que los cambios introducid­os al proyecto original instauran una negociació­n previa a la discrecion­alidad.

Pese a la presión de la primera línea del PRO –a la que se plegaron con pasión sus socios cordobeses del radicalism­o y el juecismo–, Rodríguez Larreta no romperá relaciones con Schiaretti. Está enojado, pero no dinamitará los puentes con el gobierno de Córdoba.

La semana pasada, cuando registró que el kirchneris­mo aceleraría en el Congreso con el recorte en contra de su administra­ción, Rodríguez Larreta tanteó con Schiaretti qué rol adoptaría el cordobés. Se quedó tranquilo hasta el domingo por la noche, cuando observó el desembarco en Río Cuarto de tres ministros nacionales que celebraron como propio un triunfo que le pertenece casi en exclusiva al peronismo cordobés.

El revés político encuentra al jefe de Gobierno porteño en un momento en el que debe ser selectivo con sus adversario­s. No todos representa­n lo mismo. Confrontar con la Nación es un negocio rentable desde lo simbólico –una vez perdido el aspecto económico–, pero la situación cambia cuando la mira se posa sobre Córdoba. Meticuloso y planificad­or de largo plazo, Larreta beberá sin escupir el trago amargo que le sirvió Schiaretti.

El alcalde porteño considera que en la construcci­ón nacional de su candidatur­a presidenci­al para 2023 no sólo Córdoba es determinan­te: entre los botines más preciados, está el peronismo de Córdoba. Se lo contó Macri.

En un Zoom que encabezó esta semana con dirigentes radicales de Córdoba, Larreta dio una pista concreta acerca de cuál es la base sobre la que proyecta cimentar su candidatur­a. “Hay que sumar a peronistas. Necesitamo­s de todos”, pidió sin eufemismos a un grupo de correligio­narios que tiene la ambición de conducir a la UCR de Córdoba.

La foto más esperada

Fue derrota, pero los radicales cordobeses celebraron casi como una victoria la foto de las manos entrelazad­as que retrató el festejo de Llamosas en Río Cuarto y del que fueron actores protagónic­os los ministros Santiago Cafiero y Eduardo “Wado” de Pedro. “La estamos haciendo enmarcar”, bromean en la oposición cordobesa, sobre la postal que, tras largos años de espera, ahora es realidad: los K y Schiaretti, juntos.

Esa imagen terminó de completars­e ayer con otro gesto significat­ivo. Llamosas tuvo su reunión mano a mano con el Presidente en la Casa Rosada, un lugar poco frecuentad­o por los schiaretti­stas. El riocuarten­se llegó a ese encuentro con el permiso previo que le otorgaron en el Panal.

 ??  ??
 ?? TOMY FRAGUEIRO ?? JUNTOS. La celebració­n de Río Cuarto reunió al PJ cordobés y al Frente de Todos.
TOMY FRAGUEIRO JUNTOS. La celebració­n de Río Cuarto reunió al PJ cordobés y al Frente de Todos.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina