¿Economía colaborativa o reglamentación estatal?
Nada más natural en el mundo que las personas intercambiando libremente sus servicios personales y sus bienes por servicios personales y bienes de otros. O por plata, que es el mecanismo institucional creado por la humanidad para fraccionar y traducir los valores de cada bien y cada servicio en otro.
La economía colaborativa es la quintaesencia de la libertad de elegir. Implica la eliminación de los “terceros de confianza”, tal como los conocíamos hasta ahora. La economía colaborativa es mayor confianza entre los individuos, ante el descrédito del poder.
Reputaciones
Airbnb, compañía nacida, como su nombre lo indica, de alquilar colchones inflables a los asistentes a un congreso en una ciudad con insuficiente infraestructura hotelera, genera más confianza a sus usuarios que cualquier secretaría de turismo del mundo.
La reputación del perro de una casa particular puesta a disposición de quien quiera alojarse en ella puede resultar un incentivo determinante para el pasajero amante de los animales. Mucho más relevante que millones de certificaciones burocráticas de una cadena multinacional de hoteles. Y mucho más barato.
¿Qué beneficio concede al usuario de un estacionamiento la habilitación municipal? Si alguien, cuya reputación puedo conocer a través de una aplicación, me ofrece por un precio menor estacionar en su cochera particular mientras no la usa, ¿por qué no aprovecharía la oferta?
¿Y si, aprovechando que ya nos conocemos a través de nuestras redes comunes, le presto mi auto y le cobro por usarlo? ¿Qué problema habría? ¿Y si lo que quiero es viajar a otra ciudad pero conversando con alguien que sepa de astronomía? Para eso se inventó Bla Bla Car, por ejemplo.
La manera en que cuidamos nuestros bienes y nuestra reputación es mucho más fácilmente verificable que pedir certificado de antecedentes penales en un organismo público o que el informe de un inspector de higiene y seguridad municipal.
Confianza
En la economía colaborativa, las autorizaciones estatales pierden jerarquía negocial con la misma potencia que la reputación de los funcionarios públicos cae. La economía colaborativa es un concepto de confianza entre pares.
Es lo que permite a las personas confiar en otras sin un tercero de confianza obligatorio.
La economía colaborativa es la economía de los contratos libres entre personas que se confían y que asumen que los acuerdos entre ellas son ley. Porque del cumplimiento de la palabra empeñada depende una buena parte de la reputación de cada uno. Porque terminado el trato, cada quien es libre de decir lo que piensa de cómo el otro actuó en el negocio de que se trata.
Así de sencillo. Así de elemental. Las “chapas de taxi” dejaron de tener valor en el momento mismo en que el cliente de los taxis tuvo una herramienta que le permite conocer el valor y la trayectoria del
La economía colaborativa es la de los contratos libres entre personas que se confían y que asumen que los acuerdos entre ellas son ley.
viaje que necesita hacer y la reputación del conductor que lo va a trasladar. Y cuando el conductor puede conocer la reputación del usuario con quien va a compartir su trayecto.
Toda transacción comercial implica un intercambio de valor y todo el que participa de dicha transacción pretende obtener el mayor valor a cambio de su plata.
¿Usted le cree más a la aplicación con la que usted interactúa a diario y con la que interactúa la gente que conoce, o a la impersonal burocracia de la ciudad que visita?
De esto se trata la economía colaborativa. Se trata de libertad, de criterio propio, de propiedad de sus bienes, de la propiedad de su tiempo. De interactuar entre pares, sin jerarquías, sin autoridades de gobierno que intermedien, ni limiten las opciones.
La economía colaborativa es el nuevo humanismo, una de las formas humanas inexorables de la nueva normalidad. Aunque a muchos les vaya a doler.