La Voz del Interior

La traición, un eje común en crímenes de adultos mayores

En las causas por homicidios en Córdoba surge que los acusados tenían relación con sus víctimas. Esto les habría permitido entrar y robar. Mataron en busca de impunidad.

- Claudio Gleser cgleser@lavozdelin­terior.com.ar

Brutales, crueles, salvajes. Así fueron los cinco asesinatos de adultos mayores que sacudieron a Córdoba en las últimas semanas. Todos los casos tuvieron un denominado­r común: las víctimas fueron blanco de asaltos en sus domicilios.

Pero hay más. Si algo caracteriz­ó a todos estos hechos, según las investigac­iones que se están desarrolla­ndo, es que las víctimas fueron atacadas por personas de su entorno; es decir, muy bien conocidas por ellas.

Esa familiarid­ad, según las causas, hizo que las víctimas tuvieran confianza y les terminaran franqueand­o el ingreso al hogar.

Luego, sobrevino lo otro: la traición y el más despiadado ataque.

Como acto final: llegó el quitar la vida, con la clara y absoluta intención de buscar la impunidad.

Hace dos semanas, Córdoba se vio sacudida por el último homicidio de un adulto mayor.

Horacio Carmen Funes (77) fue encontrado asesinado en el departamen­to donde vivía solo. Sucedió en un complejo de calle Solares al 1900, barrio San Vicente, en la Capital.

El hombre fue hallado atado de pies y de manos. La casa se encontraba con cierto desorden y, en principio, faltaban dinero y pertenenci­as.

Todo indica que la víctima falleció por una falla cardíaca por el estrés sufrido en el marco de un violento episodio a manos de delincuent­es.

Fue más que confuso cómo se descubrió todo.

Un vecino se encontró, en la puerta del complejo, con una joven que lloraba y tenía la cara hinchada. La mujer dijo que era “cuidadora“de don Horacio y que ladrones habían entrado a robar y la habían golpeado, luego de que ella salió del baño.

Inconsiste­ncias de su relato, entre otros puntos, hicieron que fuera llevada a declarar. Testificó por horas.

Con el avance de la causa, la pesquisa se centró en ella y en personas de su entorno, como una familiar directa, y en un par de varones.

Días atrás, y por orden del fiscal Tomás Casas, esta joven y un hombre que tendría relación muy cercana con ella quedaron detenidos. Lucila Farías (28) y Rodrigo Juan Manuel Cabrera (30) fueron imputados como supuestos autores, por ahora, de homicidio simple. Es una imputación inicial, se explicó desde la pesquisa.

La sospecha es que don Horacio fue engañado por alguien muy cercano –no está claro de qué manera–, lo que habría permitido que entraran unos individuos a cometer un robo por demás violento y que terminó de la peor forma.

“No se descarta que puedan caer presas otras personas, quizá otra mujer, quizá otro hombre, deslizó una fuente con acceso al expediente.

Confianza y engaño

Vaso con agua. El 5 de febrero, el jubilado Guillermo Morán (80) fue víctima de un salvaje asalto en su casa de barrio Cáceres, en la Capital.

El hombre murió tras recibir varias puñaladas en el abdomen y el tórax.

Mientras agonizaba, alcanzó a contarle a una vecina que había sido atacado por dos mujeres (una de ellas conocida, le aseguró) que le habían pedido un vaso con agua.

Cuando fue a la cocina, terminó atacado por las jóvenes, que le terminaron robando una garrafa. La sospecha es que ese elemento iba a ser revendido para comprar drogas.

En medio del clamor vecinal, a los pocos días, fueron detenidas dos sospechosa­s. Johana Frías (29) y Evelyn del Valle Cerdá (22) quedaron imputadas por homicidio criminis causae por el fiscal Gustavo Dalma.

Ambas son vecinas de la zona. “Siempre le iban a pedir cosas, plata, comida, lo que sea. Mi abuelo les daba, las dejaba entrar siempre”, expresó una familiar de la víctima.

La pareja amiga. El 1° de febrero, Santo Salguero, un jubilado de 73 años, fue hallado estrangula­do en su casa de Villa María. De la casa le faltaba dinero, pertenenci­as y el auto.

Una rápida investigac­ión permitió dar con los sospechoso­s: Genoveva Fernández (33) y Máximo Elías Barrios (29). La pareja, según la fiscalía, había trabado relación con Salguero en los últimos tiempos.

Según la Policía, estas personas supuestame­nte entraban en confianza con adultos mayores para luego estafarlos y robarles. Los acusan por homicidio criminis causae.

El exnieto político. El 31 de enero, Ángela Castañares (80) y su esposo, Mariano Tornatore (83) fueron asesinados a puñaladas en su casa del barrio Mariano Fragueiro.

Las piezas quedaron revueltas. Del hogar desapareci­eron dinero y joyas.

La investigac­ión cercó a un exnovio de una nieta de la pareja. Por años, ese hombre fue a esa casa.

Paulo Ávila (47), según se sospecha, se habría valido de esa confianza, para entrar al hogar de los jubilados y robarles. Hoy, está acusado por homicidio criminis causae.

“No es nuevo esto. Si algo caracteriz­a a muchos de los crímenes a jubilados en sus domicilios es que, a la larga, siempre se descubrió que los asesinos o cómplices eran personas cercanas”, comentó un investigad­or. “Es cruel. Se valen de esa confianza para que los dejen entrar...”, añadió.

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