Claves
Inicio. El 17 de diciembre de 2010, en Túnez, el vendedor callejero Mohamed Bouazizi se prende fuego en protesta por la confiscación de sus mercancías. Su muerte desató masivas manifestaciones que acabaron con el régimen de Ben Ali tras más de 20 años de gobierno.
Propagación. La plaza Tahrir, de El Cairo, fue el escenario de multitudinarias protestas contra el gobierno de Hosni Mubarak en Egipto, quien luego de 30 años al frente del gobierno dejó el poder.
Libia. Tras 42 años como líder de un régimen que se caracterizó por un sinnúmero de violaciones a los derechos humanos, Muammar Kadhafi fue linchado por el pueblo.
Guerra Civil. En Siria, la Primavera Árabe provocó una dura represión del gobierno de Bachar el Asad, que se mantuvo en el poder a costa de sangre y fuego. Con el apoyo de
Rusia, destruyó ciudades enteras y fue denunciado por ataques químicos contra civiles. En total, asesinó a medio millón de personas.
Desplazados. Según la ONU, hay 5,6 refugiados sirios viviendo en la región, mientras que 6,2 millones de personas se encuentran desplazadas dentro del país. El 80% de los refugiados se encuentra en situación de extrema pobreza y más de 13 millones de personas necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir y para reconstruir sus vidas.
Cambios. A lo largo de 10 años, la Primavera Árabe no sólo que no trajo la democracia, sino que fortaleció a grupos extremistas. En el aspecto económico, devastó a muchos países.
Futuro. Según expertos, Medio Oriente despertó del letargo autoritario. El 60 por ciento de su población es menor de 30 años, que sigue anhelando libertad, justicia social y paz para su futuro.