La Voz del Interior

Extremos del agravio hacia las personas más vulnerable­s

- Susana Parés Docente universita­ria

Una asesora presidenci­al envía una nota al fondo de vacunas ruso, diciendo que no han cumplido el contrato en relación con la segunda dosis de Sputnik y que la Argentina puede rescindirl­o.

Además, les reprocha que tampoco han dado evidencia científica respecto del uso de la vacuna en menores de 18 años y le hace saber que el país recibe donaciones de vacunas de Estados Unidos por una modificaci­ón en la ley respectiva.

En principio se supone que una interpelac­ión de ese nivel debe ser motorizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, máxime cuando implica una sanción.

La asesora parece ignorar que los países del Primer Mundo tienen personal que se ocupa de conocer las actividade­s de los otros, incluso de aquellas que se procura que se mantengan en reserva. La donación a nuestro país por parte de Estados Unidos fue un acontecimi­ento muy difundido; también la modificaci­ón de las normas que regulan la adquisició­n de vacunas.

Lo que quizás la asesora no advierte es que coloca al incumplido­r en la mejor posición. Le rescinde el contrato y así lo desobliga de proveer la segunda dosis, que siempre se supo era difícil de producir técnicamen­te. La consecuenc­ia: dejar a más de un millón de adultos mayores sin cobertura.

Respecto a los menores de 18 con discapacid­ad, comorbilid­ades, en extremas condicione­s de vulnerabil­idad, resulta impropio que la asesora exija la data científica sobre la Sputnik.

Hay una vacuna aprobada, que garantiza cobertura calificada, pero que tiene un problema: ha sido elaborada por un laboratori­o que no goza de la simpatía de algunos miembros del Gobierno nacional.

El vallado es infranquea­ble. Para estos funcionari­os, ni los derechos de las personas con discapacid­ad ni los de adultos mayores parecen tener relevancia.

La Ley de Presupuest­o 2021, en el área de Salud, dice: “…la creciente sobrevida con discapacid­ad de las personas que en algún momento de su vida sufren accidentes…”.

¿Cómo debemos interpreta­r el texto? ¿Quién sigue en esta innoble conculcaci­ón de derechos humanos?

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NICOLÁS BRAVO EN LA ESPERA. Muchos adultos mayores aún aguardan por su segunda dosis.
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