La pista narco de “Papi” y “Centavito”
El presunto grupo narco desbaratado en la ciudad de Córdoba replica el violento modelo de otras organizaciones similares. Les hallaron dos kilos de cocaína.
La banda que fue desbaratada en Córdoba replica otras organizaciones.
Habían llegado a la ciudad de Córdoba hacía unos pocos años. En las barriadas de Villa Páez y San Roque, donde se instalaron, forjaron familia y negocios. Los investigadores sostienen que lo de ellos era simple, básico y violento: la venta de cocaína al menudeo.
Aprendieron la actividad en Lima y zonas cercanas, de donde son oriundos. En aquellas latitudes, se forjaron a la sombra de violentas bandas narco.
“Los Zorritos” supo ser la banda donde aprendieron todo.
Y al igual que otros tantos grupos de connacionales, viajaron a Córdoba capital, donde se instalaron.
Desde hace años, en la ciudad de Córdoba se vienen desarticulando distintas organizaciones narco oriundas de Perú que aprendieron a actuar a la par de las bandas cordobesas.
Lo singular es que esas bandas extranjeras llevan adelante un modelo de acción basado en la violencia. Ya hubo crímenes, narcosecuestros con víctimas baleadas, venganzas a puro balazo y el accionar de sicarios.
A ellos dos se los conoce como “Centavo” –“Centavito”, para los más cercanos– y “Papi”.
Ambos permanecen presos desde hace un par de días, acusados de liderar una banda narco que se había hecho lugar en la Capital cordobesa y que era el renacer de otro grupo peruano ya desbaratado.
En total, se detuvo a 16 personas (entre varones y mujeres) en distintos allanamientos. Once son peruanos; los otros cinco, cordobeses.
En los allanamientos realizados por efectivos de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) se secuestraron 13.041 dosis de clorhidrato de cocaína listas para la venta.
La droga en total ronda los dos kilos, según precisaron desde la fiscalía de Carlos Cornejo, a cargo de la
Narcomenudeo. La Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) depende del Ministerio Público Fiscal de Córdoba y su función principal es perseguir la venta de drogas al menudeo en los barrios. O sea, se encarga de perseguir los últimos eslabones.
pesquisa.
Llamó la atención de los pesquisas el dinero en efectivo que se secuestró en los operativos: 1.250.710 pesos.
Tanto los supuestos cabecillas, “Centavo” y “Papi”, como el resto de los acusados quedaron imputados por comercialización de estupefacientes agravada, por la participación de más de tres personas.
“Vender a los chetos”
¿Cómo actuaban? Fuentes de la causa señalaron que la cocaína era adquirida en Santiago del Estero.
Ya en Córdoba, la base de acción estaba en Villa Páez y Alberdi. La droga era vendida al menudeo en “quioscos” que funcionaban en domicilios.
“A su vez, les vendían a unos contactos en barrio Argüello, los cuales a su vez lo revendían a clientes chetos de la zona noroeste. Actuaban también en Saldán”, comentó una alta fuente de la pesquisa. “El modelo de acción de esta banda era similar a las de otras bandas peruanas que ya fueron desarticuladas. Se instalaron en zonas donde hay una fuerte presencia de ciudadanos de aquel país, honestos y trabajadores, y desde allí llevaban adelante su actividad. Una actividad muy violenta”, añadió otro informante.
Además de los allanamientos realizados en Villa Páez y San Roque, también hubo operativos de la FPA en los barrios Alto Alberdi, Obrero, Providencia, San Martín, Nueva Esperanza, Argüello, Quintas de Argüello, Rivera Indarte, Lasalle y El Refugio; además de un procedimiento en una casa en la localidad de Saldán.
“Los supuestos cabecillas de esta banda supieron ser parte de ‘Los Zorritos’, ese grupo que actuaba en Perú y que llegó a instalarse en Córdoba. Los principales referentes de ese grupo, al igual que los de ‘La Hermandad’, ya cayeron presos, pero quedaron ‘elementos’ dando vueltas que forman nuevos grupos”, indicó otro informante.
En la causa surge que, además de la cocaína y el dinero en efectivo, se secuestraron vehículos de alto valor económico que eran usados para la actividad delictiva, además de distintos elementos usados para el fraccionamiento de la sustancia.
Desde hace tiempo, y a raíz de este fenómeno delictivo, distintas fiscalías (tanto las del fuero de narcomenudeo como algunas de las comunes) vienen trabajando en conjunto e intercambiando información.