La Voz del Interior

Qué protección dan las vacunas ante las diferentes variantes

COVID-19. Todas generan buena inmunidad, aunque hay alguna reducción si sólo se aplica una dosis o frente a mutaciones como Delta o Beta.

- Lucas Viano lviano@lavozdelin­terior.com.ar

Con algunos matices puntuales, las vacunas que están o estarán pronto en Argentina mantienen una buena eficacia frente a las diferentes variantes del coronaviru­s que ya circulan en el país y frente a Delta, la versión que más preocupa hoy en el mundo.

“A pesar del importante proceso evolutivo que ha experiment­ado este virus en estos 18 meses y la aparición de variantes, la cobertura de las vacunas diseñadas a partir del virus aislado en enero de 2020 mantienen altísimos niveles de efectivida­d frente a casos severos, hospitaliz­aciones y muertes”, comenta Humberto Debat, virólogo de la sede Córdoba del Instituto Nacional de Tecnología­s Agropecuar­ia e integrante del consorcio Pais, encargado de monitorear la evolución del virus en Argentina.

En tanto, Gabriel Morón, investigad­or experto en vacunas del Conicet y de la Universida­d Nacional de Córdoba, asegura que la evidencia recogida en Argentina indica que las vacunas aplicadas tienen una efectivida­d importante para proteger contra la muerte por Covid-19, en particular, en las personas de más de 60 años, “contra las distintas variantes que actualment­e circulan en nuestro país, según indican varios estudios”. Y agrega: “Esa protección es notablemen­te mayor cuando el esquema se completa con las dos dosis”

Cómo entender la eficacia

Las variantes Alpha (surgida en Reino Unido), Gamma (de Manaos) y Lambda (o Andina) son las que ya circulan en Argentina, después de la original de Wuhan (China). En tanto, se detectaron casos en viajeros que regresaron al país de las variantes Beta (Sudáfrica) y Delta (India). Esta última está provocando nuevas olas de contagios en Europa y EE.UU.

La protección de las vacunas puede evaluarse de tres formas: la eficacia (a partir de estudios controlado­s con voluntario­s); la efectivida­d (evalúa el impacto en la población ya inmunizada); y la actividad viral neutraliza­nte, o AVN (estudios que utilizan suero de vacunados).

Con Sputnik V

Delta. El Centro Gamaleya encontró que la actividad viral neutraliza­dora fue 2,5 veces más baja respecto de la versión originaria del virus. Eso es una reducción de la eficacia del

10%. Sobre esa base, la eficacia frente a Delta sería de “alrededor del 90%”.

Gamma. El mismo estudio encontró una reducción similar. Una investigac­ión argentina detectó una reducción de tres veces la AVN: un

10% de reducción de eficacia. Un trabajo en Córdoba indica que la capacidad de neutraliza­ción de esta variante no cambiaría si la persona recibió una o dos dosis pero aumenta mucho si además, antes tuvo Covid-19.

Beta. El estudio de Gamaleya determinó una reducción de la actividad neutraliza­dora de 3,1 veces. Fue la variante con la que menos efectiva se mostró esta vacuna rusa.

Alpha. El estudio ruso no mostró diferencia en comparació­n con el virus original. Un trabajo en Argentina determinó que tendría “una capacidad similar” de neutraliza­ción.

Lambda. Estudios argentinos y del consorcio Pais detectaron que presenta igual eficacia.

Con Sinopharm

Delta. Un estudio en Sri Lanka, realizado por la Universida­d de Oxford, informó una reducción de 1,38 veces en la AVN. “La conclusión es que cuando se trata de Delta y otras variantes, esta vacuna induce niveles similares de respuestas de anticuerpo­s que las personas que se han infectado de forma natural, lo que es muy bueno”, afirmaron los autores del trabajo.

Beta. El mismo trabajo encontró que la reducción frente a Beta fue de 10 veces, lo que se traduciría en una baja importante de la eficacia. Pero otro estudio encontró que esa reducción fue de 1,6 veces.

Alpha. La evidencia muestra una respuesta inmune igual a la generada frente a la versión original.

Gamma. No hay estudios de eficacia ni AVN de la vacuna china frente a la variante surgida en Manaos.

Lambda. No hay estudios.

Con AstraZenec­a

Delta. Un estudio muestra que su protección se mantiene igual frente a las personas con un cuadro severo de

Covid-19, aunque baja entre un 20 y

30% para proteger cuadros leves y entre 10 y 20% para impedir que la persona vacunada se infecte. La eficacia baja a 30% con una dosis a los

21 días después de la inyección. Gamma. No hay estudios de efectivida­d. Uno encontró una reducción de 2,9 veces de la AVN con dos dosis y a los 28 días de la última inyección.

Beta. La eficacia para evitar cuadros leves se redujo más de 30% .

Alpha. Mostró una reducción de menos del 10% en la eficacia frente a cuadros severos, leves y para evitar la infección de las personas vacunadas.

Lambda. No hay estudios.

Con Moderna

Delta. Estudios muestran que la AVN se reduce de 2 a 5 veces frente a esta variante, por lo que su eficacia bajaría sólo un 10%.

Gamma. Varios estudios muestran una reducción de 2 a 5 veces frente a esta versión de Manaos.

Beta. La eficacia se mantiene igual para evitar la infección de alguien vacunado con dos dosis. Pero con una dosis se reduce al 61% pasadas dos semanas de la inyección.

Alpha. La eficacia se mantiene igual para evitar la infección de la persona vacunada con dos dosis.

Lambda. La AVN se reduce 2,3 veces frente a esta variante.

Con Pfizer

Delta. La eficacia frente a hospitaliz­aciones y muerte es del 96% y para casos sintomátic­o de 79 al 88%.

Gamma. Estudios sobre AVN indican que sería igual o levemente más baja comparado con el virus original.

Beta. Para evitar cuadros severos está por encima del 90% y baja entre 10 y 20% para evitar la infección.

Alpha. Conserva su eficacia frente a esta variante.

Lambda. Un estudio marcó una reducción de AVN de 4,6 veces. Fue, con Moderna, la variante que más le escapa a la eficacia de esta vacuna.

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