La Voz del Interior

El abismo, intacto

- jfederico@lavozdelin­terior.com.ar

Juan Federico

Entre la noche del sábado 22 de marzo de 2014 y la madrugada del domingo 23, Isidro Peludero (78) y su mujer, Mafalda Castro (76), fueron sorprendid­os mientras dormían. Tres adolescent­es se colaron en la casa de 9 de Julio al 400, Bialet Massé, por la claraboya del baño. Una vez adentro, tomaron un machete, un estilete (objeto filoso para asar brochettes) y un palo, y sometieron a una dura golpiza a la pareja, para lograr que les indicaran dónde guardaban sus ahorros, cerca de dos mil pesos. Luego, los remataron a palos para evitar que los reconocier­an.

Se producía, en ese momento, un quiebre en la historia criminal de Córdoba: no hay, en la memoria penal de la provincia, otro asesinato con tanta saña cometido sólo por un grupo de tan corta edad. Uno de ellos tenía 13 años; los otros dos, 14.

¿Qué nos pasó a los cordobeses para que tres chicos de nuestras entrañas fueran capaces de semejante atrocidad? ¿Qué nos sucedió en estos años para que tres pibes no sintieran ninguna empatía con dos ancianos indefensos sometidos a semejante crueldad? ¿Hijos de qué sociedad son estos chicos, hoy sindicados como asesinos impiadosos?

A estas preguntas las hicimos hace siete años en La Voz, mientras íbamos descubrien­do un contexto de otras violencias alrededor de las víctimas y los victimario­s. Los adolescent­es, ahora señalados como asesinos impiadosos, cargaban con sus propias mochilas de miseria. “El abismo”, fue el título que encontramo­s en aquel entonces para intentar dimensiona­r semejante realidad.

Uno de los de 14 años fue sindicado como el líder de aquel trío. A la misma hora en que estaba adentro de la casa de los ancianos, su hermana de 15 años se colgaba de un árbol frente al cementerio de Bialet Massé. La muerte de la joven destaparía una densa historia de abusos y marginalid­ad en su concepto más extremo.

El muchacho quedó internado junto a sus dos cómplices en Complejo Esperanza. Dos años después, en diciembre de 2016, los otros dos se fugaron durante una salida transitori­a y cometieron un asalto en Tribunales 3 de la ciudad de Córdoba, donde sorprendie­ron a una policía desarmada que estaba de custodia, a la que también abusaron. Otra vez terminaron condenados.

Ahora, aquel supuesto líder es el que se enfrenta a una nueva pena, en este caso a prisión perpetua (podrá comenzar a pedir la excarcelac­ión a los 35 años de encierro). Lo acusan de un nuevo doble asesinato, también en Bialet Massé. Cuatro imputacion­es por crímenes en sólo cinco años.

Siete años después, tras aquel espanto del doble crimen, de las historias de miseria, abandono y abusos que también se descubrier­on, la única respuesta estatal sobre estos tres adolescent­es aparece en forma de más cárcel. El abismo continúa intacto.

Uno de los acusados por el doble crimen en Bialet Massé ya tenía un antecedent­e similar. Acumuló imputacion­es por cuatro asesinatos en sólo cinco años.

 ?? RAMIRO PEREYRA/ARCHIVO ?? SUNCHO HUAYCO. La casa de uno de los principale­s acusados, en 2014.
RAMIRO PEREYRA/ARCHIVO SUNCHO HUAYCO. La casa de uno de los principale­s acusados, en 2014.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina