La angustia sin salida de los hipotecados con créditos UVA
RECLAMO. El monto por pagar mensualmente aumenta muy por encima de los ingresos y la deuda por los préstamos les sigue creciendo.
Tres años atrás, José tomó un crédito hipotecario UVA de 1,3 millones de pesos a 30 años para comprar una casa en Salsipuedes. Comenzó pagando una cuota de nueve mil pesos, que representaba un 25% de sus ingresos como monotributista. Pero la inflación descontrolada del país hizo añicos su proyección. En julio de 2021, pagó 26 mil pesos de cuota. La deuda con el banco, que se mide en UVA, también subió, y ya alcanzó los 4,5 millones de pesos.
José, miembro del colectivo Hipotecados UVA Córdoba, cree que si nada cambia en poco tiempo el crédito se volverá impagable.
De poco sirvió el período de 13 meses en el que el Gobierno mantuvo congeladas las cuotas. Desde febrero pasado, para compensar el tiempo que no subieron (desde fines de 2019), las alzas en las cuotas alcanzan entre un 3% y un 5% mensual, ritmo que supera ampliamente a la inflación, que ya es muy alta.
“Esto es peor que tener una deuda en dólares. Te pongo un ejemplo. Pago una cuota de 26 mil pesos, pero el capital a devolver en un mes sube
150 mil pesos. O sea, avanzás un paso y retrocedés cinco”, ejemplificó José.
Hay muchos más casos entre las
110 mil familias que tomaron créditos UVA durante el gobierno de Mauricio Macri.
En 2018, David pidió prestados 1,5 millones de pesos para construir su casa. Empezó pagando ocho mil pesos y hoy la cuota es de 22 mil. La deuda con el banco de su crédito a 30 años se multiplicó por cuatro. Su sueldo no sube al ritmo de la cuota que le debitan todos los meses, y que hoy ya supera el 35% de sus ingresos.
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Pablo pidió 1,7 millones de pesos en abril de 2018. La cuota por entonces era de 18 mil pesos, monto que no representaba más de un 20% de su salario. Hoy tiene que pagar 48 mil por mes, lo que representa más del 50% de lo que entra en su hogar. Su mujer salió a buscar un nuevo empleo para emparejar la cuesta.
“Los que dicen que la cuota es igual a un alquiler de una casa es mentira. Los alquileres no suben de esa forma todos los meses. La verdad, no sabemos qué va a pasar. Por mí, ya hubiera vendido la casa para sacarme esta mochila llena de piedras, pero mi mujer no quiere”, expresó Pablo.
Juan y su esposa son médicos y trabajan en hospitales públicos. En 2019 sacaron un crédito de dos millones de pesos para comprar una casa en Villa María. La cuota, que en su momento no superaba el 15% del sueldo de Juan, estaba en 13 mil pesos. Hoy se fue a 39 mil y supera el 40% de los ingresos. El capital adeudado ronda los seis millones de pesos. “No sé cómo haremos para pagar la cuota el mes que viene. Sigue aumentando, al igual que la deuda, que sube 200 mil pesos todos los meses. Creo que ya ni vendiendo la casa podríamos cancelar el crédito”, afirmó Juan.
Sin salidas
Meses atrás, el Gobierno informó que los bancos subsidiarían a aquellos deudores cuyas cuotas superaran el 35% del ingreso familiar. Sin embargo, los que lo plantearon ante los bancos recibieron una respuesta desalentadora.
“Se presentaron más de mil en diferentes bancos, para que les apliquen el tope del 35%, pero lo que el banco ofrece es un refinanciamiento de la deuda, no un tope efectivo”, sostuvo la abogada Julia Irazoqui, del colectivo Hipotecados Córdoba.
Actualmente, rige un esquema de convergencia (decreto 767), que implica que entre febrero de 2021 y julio de 2022 la cuota se indexa todos los meses por inflación más un plus para recuperar lo del período de congelamiento. Con este sistema, la cuota subirá este año un 70%.
Retrocesos
En la campaña electoral de 2019, Alberto Fernández dijo que si era elegido ofrecería a los endeudados “un plan de salida”. Ya como presidente, su discurso viró. “Los créditos UVA son entre particulares. Los que los sacaron aceptaron una cláusula. Cuando salieron, yo advertí sobre el riesgo que representaban esos créditos. Pero finalmente es un acuerdo entre particulares”, expresó.
La inminencia de las elecciones de medio término volvió a poner el tema en agenda. El economista Martín Tetaz, precandidato de Juntos por el Cambio, es un defensor de este sistema. “Un error muy común en el análisis de los UVA es el de pensar que la deuda crece. Eso se llama ilusión monetaria y es tan absurdo como sostener que los salarios crecen, porque alguien que ganaba 50 mil pesos en 2011, hoy gana 80 mil pesos. Los salarios reales bajan y la deuda también”, afirmó.
Hay datos irrefutables. En 2016, cuando nació el sistema, la unidad de valor adquisitivo (UVA), que equivale al costo promedio de construcción de un metro cuadrado de vivienda dividido por mil, era de 14,05 pesos. Cinco años después está en 82,89 pesos.
Los especialistas advierten de que el principal problema es la pérdida de poder adquisitivo del salario medio del deudor.
Entre marzo de 2016 y marzo de 2021, el salario promedio aumentó un 346%. pero la inflación subió un 421% y el valor UVA pasó de 14,05 a 71,92, es decir, aumentó un 412%.