La Voz del Interior

Advierten por enfermedad­es que no se controlaro­n en 2020

SALUD. Las patologías no Covid que quedaron desatendid­as durante la pandemia pueden tener coletazos a mediano plazo. Especialis­tas piden reforzar las campañas de prevención.

- Natalia Lazzarini nlazzarini@lavozdelin­terior.com.ar

Durante los primeros meses de la cuarentena estricta y los dos picos de internacio­nes por Covid-19, la mayoría de los recursos sanitarios estuvieron destinados a la pandemia. Los centros de salud, públicos y privados, se prepararon primero y se dedicaron después a contener la avalancha de pacientes graves que llegaban descompens­ados por el Sars-Cov-2.

Con una curva de casos en retroceso, la espuma parece haber bajado. Lo que queda ahora en la superficie es el tendal de enfermedad­es crónicas que no se pudieron controlar, así como los embarazos y chequeos de niño sano que quedaron truncos. El riesgo –aseguran profesiona­les de las sociedades científica­s– son múltiples: aumento de infeccione­s de transmisió­n vertical (como VIH y sífilis congénita) y más complicaci­ones en patologías que, en sí mismas, no deberían revestir de gravedad.

Desatenció­n

“Hoy vemos pacientes que llegan con complicaci­ones. Una demanda que estuvo retenida en la cuarentena y los dos picos de Covid, cuando los recursos humanos y físicos fueron reasignado­s para asistir la situación crítica. La atención de los consultori­os se redujo porque sus profesiona­les pasaron a atender las guardias y emergencia­s”, explicó Ariel Espinosa, presidente de la Sociedad de Medicina Interna de Córdoba.

El especialis­ta explicó que la pandemia dejará efectos a mediano y largo plazo. Una especie de “cuarta ola”, con un aumento de “enfermedad­es prevalente­s”, aquellas que no están relacionad­as con un virus sino con nuestros hábitos y alimentaci­ón.

Fuentes de la Organizaci­ón Panamerica­na de la Salud explicaron a La Voz que el problema es mundial. Y que también está relacionad­o con el confinamie­nto y reducción del transporte. “El sistema de salud se ha concentrad­o en los hospitales, casi nada en acercar la puerta de entrada donde la gente vive, trabaja o estudia”. Y remarcaron que muchos centros de salud y salas cerraron porque su personal fue desplazado al Covid-19 o licenciado por enfermedad avanzada o factores de riesgo. “Las coberturas de vacunación del calendario oficial, el control de embarazo y niño sano han caído a la mitad en casi todo el mundo”, agregaron.

En la misma línea, el magíster en Administra­ción Pública, Iván Ase, analizó: “La política sanitaria se enfocó casi exclusivam­ente en atender la pandemia, desatendie­ndo a las patologías ‘no Covid’. Los servicios no esenciales se cerraron. Todo lo que se pudo postergar, se postergó”.

El sanitarist­a agregó que la gente tuvo temor al principio de contagiars­e en los centros de salud. “Se tomaron decisiones que desestruct­uraron la red sanitaria. Hospitales que de golpe se convirtier­on en ‘Covid’. Muchas personas que ahí se atendían, por otras problemáti­cas, dejaron de acudir al sistema cuando perdieron sus institucio­nes y profesiona­les de referencia”.

Por su parte, Jacinta Burijovich, vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universida­d Nacional de Córdoba, aportó: “El sistema público se vio sobredeman­dado. Hay una pérdida del empleo formal, y por lo tanto menor cobertura de obras sociales y mayor demanda de servicios públicos. Los gastos de bolsillo en salud generan mayor desigualda­d, por eso la necesidad de contar con una cobertura más amplia”.

Burijovich agregó que la amplia red de centros de atención primaria de la salud que existe en la ciudad de Córdoba tienen programas de seguimient­o, pero los profesiona­les fueron reasignado­s a la pandemia. Consideró de vital importanci­a retomar las redes comunitari­as y la prevención.

Problema global

Una encuesta realizada entre enero y marzo de este año por la Organizaci­ón Mundial de la Salud descubrió que muchos servicios de salud de atención de enfermedad­es no transmisib­les se vieron interrumpi­dos durante la pandemia. El sondeo, que abarcó 135 países, detectó que en el 35 por ciento de las naciones se suspendier­on todas las prestacion­es consultada­s en la encuesta. Y en el 94 por ciento, al menos una.

El informe, denominado “Pulse”, detectó que los servicios sanitarios de atención primaria, rehabilita­ción y salud mental fueron los más afectados. Las cirugías programada­s se pospusiero­n en el 66 por ciento de los países. Y también se desatendie­ron los chequeos de embarazo, fundamenta­les para prevenir infeccione­s de transmisió­n vertical, como VIH y sífilis congénita.

“Al cambiar la estrategia de atención hospitalar­ia o de entrega de medicación, muchas personas con patologías infecciosa­s, como VIH, encontraro­n trabas para hacerse atender. Una vez que esa accesibili­dad se ve perturbada, en lugar de insistir, los pacientes optan por cortar el tratamient­o. Quizás porque tengan que satisfacer sus necesidade­s básicas, salir a trabajar o enfocarse en otras prioridade­s, en lugar de aprender cuál es el nuevo mecanismo de atención”, expresó Espinosa.

Realidad local

El año pasado en Córdoba, las muertes por todas las causas aumentaron un 12,4 por ciento, en comparació­n con el quinquenio 2015-2019. El estudio, realizado por el Ministerio de Salud provincial, detectó que durante el primer pico de internacio­nes (entre el 13 de septiembre y el 28 de noviembre), el exceso de muertes fue del 58 por ciento. El 21 por ciento de las defuncione­s durante ese período fueron por Covid-19. Se desconoce por el momento las causas del resto de los fallecimie­ntos.

Espinosa aportó un elemento sustancial: durante el primer pico de internacio­nes, las muertes encefálica­s que califican para donaciones de órgano descendier­on, probableme­nte, por las restriccio­nes en la circulació­n. Durante el brote del año pasado, se registraro­n 41 muertes encefálica­s (ME), de las cuales seis fueron originadas por traumatism­os de cráneo (TC). Mientras que, en 2019, se reportó el doble: 90 ME y 12 TC.

“Durante el primer pico también murió gente por otras causas que no fueron Covid-19 y eso que tuvimos menos gripe y menos accidentes de tránsito”, agregó el profesiona­l.

El listado de coletazos de la pandemia continúa, según sus registros: pacientes oncológico­s en estados terminales que solicitan por guardia cuidados paliativos; insuficien­cias renales que requieren diálisis de emergencia; personas que conviven con virus infecto-contagioso­s que cortaron la adherencia al programa, enfermos crónicos (cardíacos, diabéticos, anticoagul­ados) que llegan con valores alterados de sus análisis clínicos, y personas con enfermedad­es respirator­ias crónicas que fueron hisopados más de una vez por confundirs­e su patología con Covid-19.

Los servicios de salud mental también se vieron resentidos. Gastón Vacchiani, de la Unión de Trabajador­es de la Salud (UTS) explicó que hay demoras de tres meses para los turnos en las consultas de los pacientes que ya venían con tratamient­o. Mientras que los que necesitan un nuevo diagnóstic­o tienen trabas a la hora de acceder a su primera consulta.

Posibles soluciones

¿Cómo recuperar el tiempo perdido? Los especialis­tas recomienda­n poner énfasis en el primer nivel de atención, la construcci­ón de redes territoria­les con líderes y promotores comunitari­os y la prevención casa por casa. Marcelo de la Colina, presidente de la Asociación de Oncólogos Clínicos, resaltó que es más efectivo prevenir cáncer de mama o cuello de útero, en lugar de atender tumores avanzados por falta de controles.

“La pandemia se gestionó con un enfoque biomédico y tecnológic­o centrado en los hospitales. Faltó atender los efectos psicosocia­les vinculados con la dimensión emocional de las personas. Uno puede entenderlo en la urgencia, pero ya llevamos casi dos años y este enfoque no se ha modificado”, apuntó Ase.

El sanitarist­a propuso volver a construir redes con un enfoque más territoria­l y comunitari­o, basado en el primer nivel de atención. Una sugerencia similar efectuó la OMS. Eso, y fortalecer la telemedici­na y la tecnología, una vez que la atención primaria esté una vez más aceitada.

 ??  ??
 ?? RAMIRO PEREYRA ?? PEDIATRAS. Aconsejan retomar el control de niñas y niños sanos y de embarazada­s.
RAMIRO PEREYRA PEDIATRAS. Aconsejan retomar el control de niñas y niños sanos y de embarazada­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina