Camas críticas: baja ocupación en Córdoba

PANDEMIA. La ocupación actual es similar a la de mediados de abril, antes de la trepada de la segunda ola. De todos modos, las plazas se conservan por si aparece la variante Delta.

CIUDADANOS. Hay 1.012 internados en esa condición. Llegó a haber 2.854.

La ocupación de camas críticas para pacientes con cuadros complicados de Covid19 en la provincia está en plena desescalada. Este jueves, eran

1.012 los internados en esa condición, una cifra que viene en descenso desde fines de junio pasado, cuando se dio el pico que dejó a Córdoba al borde de la saturación de su sistema de salud. Eran días en que varios hospitales y clínicas derivaban pacientes con coronavirus porque ya no tenían capacidad para internarlos y demandaba horas hallar una cama disponible en otros establecimientos.

Si la tendencia se sostiene –y no hay razones a la vista para imaginar algo distinto en los próximos días–, es muy probable que entre hoy y mañana los internados bajen de los mil. Hay que remontarse a mediados de abril pasado para encontrar una ocupación de camas Covid similar.

Según el Ministerio de Salud, las

1.012 personas que ocupan ahora camas Covid (217 de ellas en grave estado, asistidas con respirador mecánico) representan el 28,8% de las disponibles en el sistema, tanto público como privado. Eso implica que la Provincia cuenta como existentes 3.550 plazas para este fin.

Esa ocupación no refleja todo el cuadro sanitario provincial, ya que no cuenta la demanda de las demás patologías. De hecho, sobre todo en el sector privado, con la baja de los pacientes por coronavirus se fue elevando la tasa de internación por pacientes con otras enfermedades.

Dos olas marcadas

Cuando se observa el registro de los últimos 12 meses en pandemia en Córdoba, se evidencian claramente las dos olas del virus. La primera, en 2020, tuvo una fuerte trepada en la demanda de internaciones desde septiembre, con pico en octubre, cuando hubo algo más de dos mil personas en esa condición.

Desde noviembre empezó a bajar (luego de que se redujo la tasa de contagios semanas antes), y esa baja se hizo más notoria en el verano, hasta abril, cuando se dio otra subida que sumó escalones en mayo y que marcó récords en junio, mes en el que se rozaron las tres mil camas críticas ocupadas para esta patología (sin contar las comunes, para pacientes con cuadros más moderados).

Tras esa segunda ola, que tuvo predominio de la variante Gamma (o Manaos) en Córdoba, se volvió a generar una desescalada, de la mano de una reducción previa de la tasa de contagios. Esa tendencia a la baja se sostiene hasta ahora.

La impresión de la mayoría de los especialistas es que esa línea en baja no debería torcerse, salvo que aparezca en escena la variante Delta, que hasta ahora tuvo en Córdoba 36 casos, pero sin detectarse transmisión comunitaria.

La disponibilidad de camas Covid se seguirá sosteniendo ante la certeza que parecen tener funcionarios y expertos respecto de que, en algún momento, la Delta (con su mucho mayor nivel de contagiosidad) aparecerá en escena.

La apuesta, en todo caso, es que eso ocurra con una alta proporción de la población vacunada con dos dosis. En ese caso, asoma la esperanza de que no genere una tercera ola de internaciones.

Cambio de criterio

El registro de ocupación de camas adquiere mayor valor como dato, desde que el Gobierno nacional resolvió (hace una semana) que sólo a ese número quede atado el plan de salida de la pandemia.

Así, para definir flexibilizaciones o restricciones, ahora sólo se observa la tasa de internaciones graves y ya no las de evolución de contagios detectados. De este modo, el nuevo “rojo epidemiológico” aparece ahora cuando la ocupación de camas de terapia en un distrito supere el 80% de las disponibles.

Muertes, en baja menor

Un número que, aunque también en baja, no lo hace del mismo modo que los contagios y el uso de camas, es el de las muertes por Covid-19. En lo que va de agosto, se registran en Córdoba 32 decesos por día, incluso algo más de los 27 contados en julio. En junio había sido el pico, con 47 fallecidos por día. Se estima que, con la baja en uso de camas, los decesos reflejarán similar reacción en las próximas semanas.