Fernández responsabilizó a su esposa por la fiesta y dijo que no volverá a pasar
El mandatario dijo que Yáñez “convocó a una reunión con amigos”.
El presidente Alberto Fernández terminó por reconocer ayer lo que antes había negado: que el año pasado participó de una “reunión de amigos” en la quinta de Olivos con motivo del cumpleaños de su esposa, Fabiola Yáñez, mientras regían las disposiciones más duras del aislamiento.
“No debió haberse hecho”, dijo el mandatario, que prometió que “no volverá a ocurrir”, al tiempo que responsabilizó a su esposa por haber organizado el encuentro.
La oposición criticó en bloque al mandatario, mientras toma impulso la causa que se lleva en la Justicia por esa reunión.
El presidente Alberto Fernández decidió responsabilizar a la primera dama Fabiola Yáñez por la cena que organizó en la quinta de Olivos para celebrar su cumpleaños el año pasado, sin respetar las estrictas restricciones que se impusieron contra el coronavirus. El jefe del Estado reconoció este viernes que esa reunión “no debió haberse hecho” y prometió que “no volverá a ocurrir”.
Esa fue la explicación del primer mandatario ante el escándalo que se desató al filtrarse una fotografía de aquel evento, en la que se lo ve a él, a Yáñez y a un grupo de 10 personas posando alrededor de una mesa sin barbijos y sin el distanciamiento exigido para evitar contagios de Covid-19.
“El 14 de julio, día del cumpleaños de mi querida Fabiola, ella convocó a una reunión con sus amigos y a un brindis que no debió haberse hecho. Que definitivamente no debió haberse hecho y que lamento que haya ocurrido y que, mirado en retrospectiva, debí haber tenido más cuidados que evidentemente no los tuve”, dijo el Presidente.
Fernández aprovechó un acto en el partido bonaerense de Olavarría para disculparse públicamente por el episodio, que la oposición consideró motivo válido para iniciarle juicio político y que incluso fue cuestionado por referentes del oficialismo.
Arropado por el oficialismo
Escoltado por Axel Kicillof, por Sergio Massa y por Eduardo “Wado” de Pedro, aseguró que “no es un careta”. “Nunca quise dejar de dar la cara cuando debí dar la cara y nunca quise esconderme detrás de nadie cuando tenía que dar la cara yo”, se jactó.
Pero no dudó en señalar a Yáñez por la polémica cena de cumpleaños. El Presidente, que en los últimos días se vio obligado a tratar de justificar varias de las reuniones que mantuvo en Olivos durante el período más estricto del aislamiento que él impuso para tratar de frenar el avance de la pandemia, ahora admitió que “no debió haberse hecho” esa reunión “que convocó Fabiola”.
“Lamento que haya ocurrido, claramente lo lamento”, dijo, visiblemente incómodo con la situación que puso en tela de juicio el proceder moral de él y de su círculo íntimo, y que incomodó a sectores del kirchnerismo que se mostraron incapaces de justificar esos actos.
Antes de las expresiones del Presidente, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, fue el encargado de romper el silencio oficial sobre la foto que se conoció el jueves y que confirmó la cena de cumpleaños. “Es evidente que fue un descuido, se cometió un error que no debería haber pasado y que estuvo mal”, dijo, pero no conformó ni a propios ni a extraños.
En el Instituto Patria evitaron exponerse y el jefe del bloque de Diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, fue el gran ausente en el acto que encabezó el Presidente en Olavarría para reglamentar la ampliación de la ley de zonas frías que él diseñó en el Congreso.
Hasta Aníbal Fernández se convirtió en un protagonista inesperado del escándalo, porque fue el primero en señalar que el “error” fue de Fabiola Yáñez, aunque lo hizo con una frase poco feliz. “La señora hizo una comida, una cosa por el estilo, que a lo mejor pueda ser criticable, sí, está bien. ¿Qué va a hacer el marido? ¿Como en la edad media, 1.200 años atrás, llegar y cagarla a palos porque cometió un error de esas características? Eso no existe más, señores”, opinó el exjefe de Gabinete del gobierno de Cristina Kirchner.
Reacción opositora
De nuevo, las palabras del Presidente provocaron la reacción inmediata de los opositores. El jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados, el radical cordobés Mario Negri, le advirtió que “no es de caballero culpar a la pareja” y que “debería hacerse cargo él” de lo acontecido.
“No fue solamente un descuido. Tampoco explicó por qué mintió a los argentinos al negar las reuniones sociales en Olivos. Se internó más en su laberinto”, evaluó Negri, quien inició las gestiones para promover el juicio político contra el Presidente.
La líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió también repudió la explicación de Fernández. “El señor presidente es un caradura, no puede culpar a su pareja. Es su responsabilidad porque la entrada a Olivos no la determina Fabiola ni ninguna primera dama, sino el presidente de la Nación, porque Olivos no es la casa privada, sino la casa pública donde reside el presidente de la Nación”, diferenció en declaraciones televisivas.
Carrió se encargó de diferenciar los roles y las responsabilidades: “Yo no sé ni quién es Fabiola Yáñez, creo que ni Fernández sabe quién es Fabiola Yáñez. No voy a culpar a Fabiola Yáñez si la vida privada del presidente de la República es pública, no sólo en Olivos, sino fuera de Olivos”.
No fueron suficientes las explicaciones de Alberto Fernández ni las de aquellos funcionarios y dirigentes que salieron a hablar del tema. Hasta la vicepresidenta Cristina Kirchner había tratado, el jueves, de evitar que la oposición potencie el escándalo y se quejó por el trato que le dan a Fernández cuando, opinó, él actuó con “responsabilidad institucional” en el tramo final del gobierno de Mauricio Macri para frenar las expectativas devaluatorias.
Mirado en retrospectiva, debí haber tenido más cuidados, que evidentemente no los tuve.
Alberto Fernández Presidente
Yo no me hago el distraído con nada, ni de las cosas que se me pasan por alto y a veces hago mal.
Alberto Fernández Presidente