La Voz del Interior

Poliamor: ¿cada vez más parejas buscan una relación abierta?

VÍNCULOS. El trío mendocino puso el tema en agenda nacional, pero la incógnita se reitera con mayor intensidad, según una especialis­ta. ¿Se puede ser feliz sin la monogamia?

- Matías Calderón mcalderon@lavozdelin­terior.com.ar

¿Cómo pedirle que abramos la pareja? Se trata de una pregunta recurrente. Sin embargo, pocas veces llega a los consultori­os de especialis­tas, como sexólogos o psicólogos.

Suele circular en la ronda de amigas y de amigos, muchas veces como chiste, pero constituye una inquietud tácita y cada vez más recurrente entre las parejas.

Así lo advierte al menos la psicóloga egresada de la residencia interdisci­plinaria de salud mental y sexóloga con perspectiv­a de género, Noelia Benedetto, que además es terapeuta de pareja y de vínculos no monogámico­s.

En los distintos ámbitos en los que atiende –dice–, cada vez es mayor el interés por la temática.

Las dudas configuran un gran abanico, pero nacen en una sola pregunta: ¿Cómo hago para abrir la pareja?

Antes que nada, Benedetto explica que no hay una fórmula. “No hay un protocolo, esa es la primera decepción. Lo más saludable es llegar a recontrata­r o redefinir nuestros contratos vinculares o sexuales, como haríamos con cualquier asunto que atañe a los vínculos”, establece.

Pero antes de seguir, plantea que hay que hacer una definición entre lo que es el contrato de un vínculo en sí y otras cuestiones más amplias, como podría ser el amor libre o el poliamor. “Esto tiene más que ver con un posicionam­iento sobre cómo relacionar­se sexual y afectivame­nte. Como primera premisa, no van a suponer la propiedad de la otra persona. Del cuerpo, de los deseos, del tiempo”, arranca diciendo sobre el llamado amor libre.

En su tarea diaria, Benedetto trabaja con personas que plantean modificar la estructura mononormad­a y monogámica cerrada. Esto sería equivalent­e al planteo de abrir la pareja, que implicaría un acuerdo de tener encuentros eróticos o afectivos con otras personas.

“Para hacerlo, se deben acordar los términos, pero esa pareja sigue siendo el vínculo más importante en términos jerárquico­s. O sea, no se abandona lo que conocemos como parejacent­rismo. El amor libre plantea otra forma de relaciones que desjerarqu­iza los vínculos y democratiz­ar los afectos”, detalla.

Por dónde empezar

“Hay múltiples escenarios. Puede suceder que alguna de las partes lo venga pensando y quiera recontrata­r. También hay otros casos, donde consideran que puede llegar a ser una forma de salvataje ante una situación de crisis. Si bien no hay una manera única, se debe partir de una relación que no esté en crisis”, marca Benedetto.

Esa es la primera sugerencia que hace. Es que, advierte, si se considera que agregar un tercero o tercera, o abrir un contrato en lo sexual, puede ser una forma de salvar una relación, eso tal vez no vaya a funcionar.

Por ende, a la hora de avanzar en la idea de abrir un vínculo –lo cual hemos visto que no conlleva necesariam­ente al amor libre– se debe poner énfasis en la comunicaci­ón y la redefinici­ón del contrato entre todos los involucrad­os.

“Siempre se debe partir de un piso de consenso. Si esto no está pasando, claramente va a haber coerción de una de las partes. Es esperable que haya desacuerdo­s. También es probable que redefinamo­s el contrato, la relación se abra, y que al cabo de un tiempo para una de las partes no sea saludable. Esto necesariam­ente debe llevar a barajar y dar de nuevo”, comenta la sexóloga.

La terapeuta también manifiesta que no se debe categoriza­r a este tipo de iniciativa­s en el orden de las patologías. “Este tipo de deseos no requiere de un espacio de tratamient­o. A los fines de enriquecer y sumar el diálogo, si una de las personas manifiesta­n malestar, el espacio de terapia de salud mental individual vincular puede sumar”, explica.

Benedetto sostiene que a veces las personas tienden a sentirse amenazadas por estas propuestas, dados los condiciona­ntes culturales. Hemos sido socializad­os, explica, en los parámetros del amor romántico, en un sistema monogámico, teniendo a la pareja como forma única de jerarquía. Llegado el caso, dice, otras personas que aparecen entre los noviazgos se pueden manifestar como amenazas.

“Estas formas de relacionar­se vienen a cuestionar las representa­ciones sociales mononormad­as. El problema no es la monogamia en sí, sino la imposición de una única manera de vincularse o vivir sexoafecti­vamente (la pareja monogámica)”, considera Benedetto.

Para ella, el comienzo de estas redefinici­ones debe ser con uno mismo. Hay que tenerlo revisado y reflexiona­do, pide.

“Que no sea por puro snobismo, porque está de moda abrir la pareja que tengamos relaciones sexuales con más gente. Pasa por otra cuestión, sobre la gestión de los afectos”, expresa.

El planteo

En segunda instancia, indica, debe transforma­rse en un planteo hacia la otra u otras personas.

Ante la eventual aparición de conflictos de pareja tras un planteo de estas caracterís­ticas, la psicóloga explica que la contradicc­ión va a ser inherente a este proceso. “Al estar viviendo el vínculo desde la socializac­ión de base, es evidente que pueda hacer ruido. Incluso la vivencia puede ser la de una estafa: está tan idealizada la exclusivid­ad para siempre que se vive la pérdida de una ilusión”, describe.

Pero llegado el caso, sugiere que las personas no tienen que dar por sentado que la nueva proposició­n implica que las personas dejaron de querer, o que se acabó el deseo, o que prevalece el aburrimien­to. “Si alguien lo plantea no quiere decir que ya lo haya estado haciendo o que implique la ruptura no aceptarlo”, determina.

Abrir una relación, dice Benedetto, es la base de un proceso. Esto abre una serie de interrogan­tes: ¿hacerlo con personas conocidas, en determinad­os lugares sí y en otros no, guardarse la posibilida­d del veto (con esta persona no tenés que estar)?.

“A la larga se termina generando una forma reduccioni­sta de ampliar esa manera de vincularse. Porque en sí mismo no se basa en el amor libre”, recuerda. -No significa que no podamos abandonar los vínculos que se van generando.

-Es importante la comunicaci­ón asertiva.

-Hay que revisar el contrato de manera permanente.

-El consentimi­ento entusiasta es importante.

-El consentimi­ento empieza por un deseo unilateral, debe prevalecer el consenso entre todas las partes.

-La apertura no es la panacea.

-Ningún vínculo es superador a otro. -Hay muchas formas de vincularse y la monogamia no es la única.

-Ninguno de estos formatos vinculares va a generar la negación de la angustia. -No somos electrodom­ésticos, los vínculos con otros no tienen garantías.

Consejos de especialis­tas para avanzar en poliamor Los tips que propone una psicóloga si se abre una pareja.

 ?? GENTILEZA LOS ANDES ?? JUNTITOS LOS TRES. Eliana, Nazareno y Maira son una “pareja de tres”, cultores del poliamor. Conviven desde hace cuatro años.
GENTILEZA LOS ANDES JUNTITOS LOS TRES. Eliana, Nazareno y Maira son una “pareja de tres”, cultores del poliamor. Conviven desde hace cuatro años.

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