La presencia de Suárez genera lecturas encontradas
Además de la firma de convenios con
174 intendentes para la construcción de
1.700 viviendas en Córdoba, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, mantuvo un encuentro con los líderes de 35 gremios cordobeses. Estaban los referentes del Movimiento Obrero por la Justicia Social, Juan Monserrat (UEPC); Raúl Ferro (Bancarios); Ilda Bustos (Gráficos) y Héctor Morcillo (Alimentación), la pata kirchnerista dentro de la CGT Regional Córdoba que conduce el delasotista
José Pihen. Pero la sorpresa fue la presencia de Gabriel Suárez, titular del gremio Luz y Fuerza de Córdoba. Suárez es integrante de la desdibujada CGT Nacional y Popular Rodríguez Peña, conducida por Mauricio Saillen, pero en el PJ se sabe de su buena relación personal con Alejandra Vigo, primera candidata a senadora de Hacemos por Córdoba.
No sólo que se ubicó en la cabecera de la mesa junto a Ferraresi y los precandidatos del Frente de Todos, sino que Suárez fue uno de los oradores, junto a Monserrat. El gremialista lucifuercista se mostró crítico del Gobierno de Córdoba, pero en el ámbito sindical consideran que Tomás Dittofino, el referente opositor en Luz y Fuerza, ideológicamente está más cerca del Frente de Todos que el propio Suárez.
No es un dato menor que el gremio de Luz y Fuerza posee un terreno para construir 300 viviendas y ya tendría avanzado un plan de viviendas que financiará el Gobierno nacional.