La Voz del Interior

Las “burbujas” en el baile de Ulises, un éxito

El sábado y en el baile de Ulises, se realizó la prueba piloto de conciertos bajo esta modalidad. Hubo un estricto control.

- Victoria Conci vconci@lavozdelin­terior.com.ar

VOS. En la presentaci­ón del cuartetero el sábado, la prueba piloto funcionó.

El sábado, en una Plaza de la Música con aforo acotado, se realizó la presentaci­ón de Ulises Bueno en formato “burbuja” y, después de mucho tiempo, el baile volvió a hacerle honor a su nombre.

Fueron meses de espectácul­os en modalidad “cena show” o “teatro”, que si bien sirvieron para que público y artistas se reencuentr­en, faltaba ese condimento tan necesario para este género como es mover el cuerpo al ritmo del tunga tunga. “Este sábado será un show no sólo de Ulises Bueno sino también de todos los artistas cordobeses”, había adelantado el cuartetero en su cuenta oficial de Instagram días antes del evento, que agotó entradas de inmediato.

El concierto fue una prueba piloto de la modalidad de “burbujas” en Córdoba, y era fundamenta­l para el sector que saliera bien y funcionara de acuerdo a los protocolos establecid­os . De su éxito dependía y depende que la experienci­a se replique en el futuro.

Entonces, ¿cómo fue el primer espectácul­o con burbujas de la Provincia?

Al llegar al recinto, la postal era muy diferente a lo que se suele ver en la previa de un baile de la vieja normalidad. Había mucha policía y personal dispuesto para orientar a la gente. Como sólo fueron poco más de mil espectador­es, no se observó el amontonami­ento y la energía típica de esa instancia. Al contrario, todo fue ordenado y medido al máximo.

El ingreso se realizó de manera lenta pero constante. Las personas fueron ubicadas en los “corralitos” o en la platea, de acuerdo a la entrada que habían adquirido. En general, las burbujas estuvieron ocupadas con entre seis y 10 personas cada una.

En el espacio delimitado no había sillas pero sí una mesa para apoyar las bebidas. El único motivo por el que se podía salir era para ir al baño. Mozos y mozas con carritos circulaban por los pasillos para vender comida y bebida. También transitaba­n policías y acomodador­es, además del personal de la Municipali­dad que controlaba el cumplimien­to de los protocolos.

Agradecido

Aunque llevamos mucho tiempo de pandemia, no alcanza para naturaliza­r lo que se vio el sábado en la Plaza de la Música. A los barbijos y el alcohol en gel a los que ya nos acostumbra­mos, se sumó el estar rodeados por cuatro cuerdas sin poder salir para más nada que ir al baño. ¿Extraño? Definitiva­mente. Pero al mismo tiempo, el hecho de haber recuperado la experienci­a del baile fue acercarnos un poquito más a la vieja normalidad.

A las 22.30 subió al escenario la banda de Ulises y el animador, “Sonrisa”, pidió al público respetar los protocolos, algo que se repetiría varias veces a lo largo de la noche. Y agradeció a los colegas que confiaron en que sean ellos los que den el primer paso en el formato.

Con la euforia esperada y el cuerpo listo para moverse, el público recibió a Ulises con aplausos y gritos. El tema elegido para inaugurar la velada fue Humíllate, y desde ese momento todo fue una fiesta. Pero fiesta como las de antes, con baile incluido y pudiendo tomar al otro de la mano para improvisar unos pasos y vueltas. Siempre con la persona con la que se compartía burbuja.

Entonces sonaron Que será, Ojalá,

Amante fiel y Las alas de mí amante, entre otras, para luego dar paso a la primera pausa.

Durante el impasse, el orden se mantuvo y apenas hubo un poco más de circulació­n para ir al baño. Salvo los que tomaban o comían, la mayoría de los presentes usaron barbijo de principio a fin. Y si no lo hacían, eran señalados por los policías o personal de la organizaci­ón.

Palabra de funcionari­o

Cuando regresó Ulises, se realizó un breve momento protocolar en el que el secretario de Gobierno de la Municipali­dad, Miguel Siciliano, dijo unas palabras. Pero el público quería más baile y menos discursos, por lo que de inmediato volvió la música.

Hubo otra pausa más y la última selección incluyó muchos hits y también temas nuevos. La despedida fue con dos canciones bien arriba, Soy y

Dale vieja dale. Aunque el final era inminente, el público se mantuvo en sus lugares y escuchó atento a Ulises: “Quiero agradecerl­es a todos por el cariño, por el aguante, por el respeto, por su comportami­ento esta noche. Para nosotros es una de las cosas más difíciles porque tenemos la necesidad de verlos divertirse, bailar, disfrutar y nos sentimos muy limitados”.

“Esta noche ha sido una prueba para nosotros, para que haya un antes y un después para todos los artistas de Córdoba, para todos mis colegas. Porque quiero que todos trabajemos, nos merecemos laburar. Desde los que recién comienzan hasta los que tienen más trayectori­a”, dijo el cantante antes de despedirse y de pedir que la retirada sea en orden.

El adiós de Ulises y de su banda fue con la esperanza de poder replicar el formato en el futuro. Y ese futuro ya tiene fecha: el 18 de septiembre en Forja.

Este fin de semana se abrió una nueva etapa en Córdoba para los bailes en particular y para los espectácul­os en general. Habrá que esperar la evaluación que hacen del evento las autoridade­s, pero todo indica que el formato “burbuja” llegó para quedarse.

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FACUNDO LUQUE CORRALITOS. Los asistentes deberán bailar en espacios delimitado­s por sogas.

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