Instituto logró una victoria clave
PRIMERA NACIONAL. La Gloria lo dio vuelta y le ganó por 2 a 1 a Morón en Alta Córdoba. Ferreyra y el debutante Godoy hicieron los goles del triunfo.
La Gloria le ganó 2-1 a Morón de local y se prende en la lucha por ingresar al Reducido. El debutante Matías Godoy marcó el gol decisivo.
Aguante corazón aguante… que todavía este torneo parece que va a entregarle algunas emociones más al Instituto de Marcelo Vázquez. El partido ayer se moría con otro intrascendente empate cuando sobre el final del juego apareció en acción Matías Godoy, el chico de la tapa.
El flamante refuerzo que sumaba apenas un par de prácticas en La Agustina saltó a la cancha en el complemento para revertir una historia que había comenzado muy cuesta arriba y a los 43 minutos metió el gol del triunfo 2-1 ante Morón. El del alivio. El de la esperanza. El que ilusiona una vez más al hincha con pensar en que las fechas que restan se jugarán por algo más que cumplir el fixture. Pero antes de todo eso hubo que sufrir y mucho. Porque la Gloria jugó un primer tiempo espantoso que no le dejó nada bueno. Se fue al descanso 1-0 abajo y la sacó barata.
En esos primeros 45 minutos, a la Gloria no pateó al arco y nunca supo qué hacer con la pelota. Garro y Franco Watson, dos enganches por naturaleza, jugaron de extremos y nunca pudieron asociarse ni meterles una buena pelota a Comachi y Allende, que terminaron chocando toda la tarde con los zagueros rivales. El gol de Zárate de tiro libre (con complicidad de Carranza) le puso justicia al marcador en una primera etapa en la que nada le salió bien a Instituto. Y que hacía pensar lo peor.
Otra historia
Con más coraje que fútbol, la Gloria salió con otra actitud en el complemento. Morón se olvidó de atacar y los de Vázquez empezaron a hacer méritos para conseguir el empate. Lo tuvo Franco Watson en un mano a mano que en el que Galván mandó la pelota al córner. De allí llegó el centro que Ferreyra conectó con el hombro para poner el 1 a 1 parcial.
“El Gallito” sintió el golpe y empezó a enamorarse del empate. Pero Vázquez “quemó las naves” y mandó todos los delanteros que tenía en cancha a buscar el gol del triunfo. Y allí apareció en escena Godoy, el pibe de 19 años que llegó a préstamo desde Argentinos Juniors.
El goleador con pasado en las juveniles de la selección le cambió la cara al equipo. La pidió siempre, se animó a gambetear, fue un revulsivo y aprovechó la chance de gol que le apareció en una de las últimas de la tarde. Después, salió reemplazado porque el DT optó por defender a cualquier precio tres puntos que costaron demasiado. Pero que significan algo más que eso.
“Fue un debut soñado, pude meter la asistencia del primer gol y luego hacer el segundo. El equipo necesitaba este triunfo, estoy muy contento de aportar mi granito de arena”, contó Godoy tras su inolvidable estreno.
Ahora comenzará otra historia. Pero para que tenga final feliz habrá que ganar el domingo frente a Ferro en Caballito. Y por sobre todas las cosas, jugar bastante mejor que ayer.