Luego de una cautelar y de una carta a Llaryora, Farmacity abrirá dos nuevos locales
HABILITACIONES. La firma ya tiene fecha de inspección para dos de los cuatro locales que busca inaugurar en la ciudad de Córdoba.
A más de 10 meses desde que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) admitió la acción declarativa de inconstitucionalidad y diera curso a la medida cautelar que le impedía abrir locales a menos de 300 metros de otras farmacias, Farmacity está a punto de inaugurar dos de los cuatro comercios que tenía programados desde hace meses y parecían estar bloqueados.
La cadena de farmacias había manifestado su interés en instalar esos locales, pero la promulgación de la ordenanza 12.816 en agosto de 2018 prohibió la instalación de nuevos locales a menos de tres cuadras de otras ya habilitadas. La nueva normativa derivó en este conflicto judicial.
Meses atrás, la firma logró abrir uno de los cuatro comercios en bulevar San Juan. Pero luego, por meses, según la empresa, se congelaron los procesos de inspección en otros dos: uno sobre la recta Martinolli al 7700 y otro en avenida Sabattini al 2200. El cuarto, en Alta Córdoba, aún no está terminado.
En marzo pasado, la Municipalidad de Córdoba intentó contener esta suerte de permiso judicial que logró la firma para abrir sus comercios.
Presentó un pedido para revisar la medida cautelar, pero finalmente el máximo tribunal –con el voto en disidencia del vocal Luis Rubio– ratificó el recurso de Farmacity y le permitió seguir con el proceso de habilitación.
En el último piso del Palacio 6 de Julio siempre vieron este contrapunto con la cadena en tribunales como un dolor de cabeza. Aunque todavía, vale decirlo, el TSJ no se expidió sobre la cuestión de fondo: si es o no constitucional la ordenanza que se sancionó en 2018 y que impide la instalación de farmacias a pocos metros de otras.
A pesar de contar con el apoyo judicial, surgieron otros problemas para la firma. Las inspecciones a los locales no llegaron en dos de los locales. Según la firma, tardaron meses entre que se presentaron los escritos con los requisitos hasta que le dieron fecha cierta para la inspección.
El 18 de agosto pasado, el director general de la empresa, Sebastián Miranda, le envió una carta al intendente Martín Llaryora. Allí le manifestó su preocupación por la demora y le manifestaba que esperaban la inspección para poder empezar a trabajar. Además, señalaba que la dilación en la habilitación le generaba “un daño continuado a la compañía”, que ya tenía todos los medicamentos listos en los locales.
En la carta, la empresa manifestó la posibilidad de dar de baja el contrato de las 30 personas empleadas en los locales. Incluso se presentó un pedido para que se aplicara astreintes – una multa por incumplimiento–.
“Dado el tiempo transcurrido, se ha afectado económicamente a Farmacity”, dice el escrito que le solicita al intendente que se lleven adelante los procesos de inspección a la “brevedad”.
Finalmente, la Municipalidad inspeccionará este miércoles uno de los locales y la semana próxima, el otro.